La corona, instalada el 21 de octubre pasado, ha sido retirada de esta obra del arquitecto Seguí, impregnada de la habitual polémica que rodea sus actuaciones

16/11/16. Opinión. La corona que fue instalada el pasado 21 de octubre en lo alto del rehabilitado Hotel Miramar, en la Malagueta (AQUI), ha sido retirada por los operarios que llevan adelante esta obra del arquitecto José Seguí, rodeada de la habitual polémica que impregna sus actuaciones. Los vecinos del lugar, que han enviado fotografías a EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com, dicen en tono irónico que...

...esta ha sido una “coronación muy breve y sobretodo muy fallida”. Esta revista no ha conseguido saber cuál es el motivo de la retirada del ornamento. En las fotografías se ve la fachada del hotel con la corona instalada el pasado día 21 y ayer sin el símbolo monárquico.

HACE unos días se quitó la gran corona dorada de la cumbre del nuevo Hotel Miramar de Málaga en la fachada que da al Paseo de Reding, réplica del diseño original que lucía el primitivo Hotel Príncipe de Asturias, obra del arquitecto Fernando Guerrero Strachan. Este ornamento permaneció en el hotel en su primera etapa desde 1926 hasta 1936, año en el que se destruyó a causa de los enfrentamientos de la Guerra Civil. La corona retirada es una reproducción elaborada por un taller de artesanía malagueño. Este elemento es uno de los pocos recuperados del diseño primitivo. Paradójicamente elementos originales que habían pervivido en el Miramar han sido destruidos por las obras que el arquitecto José Seguí ha comandado. En abril de este año y a raíz de la denuncia que presentó ante la Gerencia Municipal de Urbanismo, Ysabel Torralbo, portavoz del grupo de Málaga Ahora en el Ayuntamiento de la ciudad, la Fiscalía Provincial abrió diligencias de investigación respecto a la eliminación de algunos elementos arquitectónicos (la escalinata, tejas vidriadas) en las obras del Palacio de Miramar.

DURANTE el pasado año plataformas, colectivos y páginas de Facebook de activistas defensores del patrimonio histórico malagueño pusieron el grito en el cielo al ver cómo se estaban sucediendo las obras de rehabilitación del antiguo Hotel Miramar. El inmueble, que cuenta con la máxima protección arquitectónica tanto municipal como integral de la Junta de Andalucía, al estar catalogado como bien histórico, termina ahora de ser reformado por el arquitecto José Seguí. La apertura del nuevo hotel esta prevista para finales de este año en un intento de que coincida con el 90 aniversario de su original apertura. La colocación de la corona era uno de los últimos detalles que quedan en esta obra que no ha estado exenta de polémica.

EN abril de este año la Fiscalía abrió diligencias de investigación respecto a la obra para convertir el Palacio Miramar, exsede del Palacio de Justicia malagueño, en este hotel de cinco estrellas de gran lujo. A raíz de la denuncia presentada por Ysabel Torralbo, portavoz del grupo de Málaga Ahora en el Ayuntamiento de la ciudad. La Gerencia de Urbanismo detectó que la escalinata de acceso al jardín situado en la fachada que da al Paseo Marítimo había sido demolida y reconstruida por la promotora sin que ésta lo hubiera comunicado al Ayuntamiento ni a la Consejería de Cultura, que debía supervisar cualquier actuación en el edificio al estar catalogado. En la denuncia de Málaga Ahora se señala que la escalinata original se había sustituido por una de nueva construcción realizada con hormigón.

JOSÉ Seguí es un polémico arquitecto autor del proyecto y director de estas obras que promueve el grupo Hoteles Santos y ejecuta la constructora Obras y Reformas Picasso (ORP). En 2012, el colectivo Ecologistas en Acción le premió con el galardón ‘Caballo de Atila’ “por su contribución a la destrucción medioambiental”, a raíz de los masivos desarrollos urbanos que ha redactado en el Plan de Ordenación Territorial (POT) de la Costa del Sol Occidental y los PGOUs de Ronda y Antequera, de los que es autor, amén de ser el responsable de diseños como el de la megaurbanización La Resinera. Si bien la hoja de servicios de Seguí es abultada (entre otras obras firma la de la Ciudad de la Justicia de Málaga, que ha tenido numerosos problemas internos, al ‘fantasmagórico’ proyecto del Puerto de la Bajadilla de Marbella en suspenso o el reciente proyecto del ‘mamotrético’ nuevo hotel del Puerto), en ella resalta que es el autor de la única obra que, literalmente, hunde sus pilares en la misma ribera del río Guadalmedina, una zona protegida en la que no se puede construir al ser dominio público hidráulico: la ampliación del estadio de la Rosaleda. En 2008 fue protagonista de una inspección de Hacienda que le señaló por no declarar un millón de euros.

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