OPINIÓN. La tribuna política. Por Antonio Valero
Responsable adjunto de Organización Provincial de Izquierda Unida


toni_valeroizquierda_unida.jpg02/02/09. Opinión. La fusión de las cajas andaluzas es el tema elegido por Izquierda Unida en la Tribuna que EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com ofrece a las formaciones políticas. El responsable adjunto de Organización Provincial...

OPINIÓN. La tribuna política. Por Antonio Valero
Responsable adjunto de Organización Provincial de Izquierda Unida

toni_valeroizquierda_unida.jpg02/02/09. Opinión. La fusión de las cajas andaluzas es el tema elegido por Izquierda Unida en la Tribuna que EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com ofrece a las formaciones políticas. El responsable adjunto de Organización Provincial, Antonio Valero, establece un orden de prioridades en el debate que genera este proceso anteponiendo el modelo de banca que se debe crear a la discusión sobre la localización de la sede de la futura caja única. “Hay que orientar la financiación hacia la economía social, la economía productiva y las necesidades de la mayoría social. Necesitamos diversificar la economía, crear empleo de calidad, apoyar a cooperativas, a pequeñas y medianas empresas, a los autónomos y a las familias trabajadoras. Para eso debe crearse una macro caja. Ése es el debate, el cómo hacer todo lo anterior. El argumento se tiene que llenar de conceptos como microcréditos, responsabilidad social, regulación financiera o control público, entre otros omitidos por el discurso neoliberal”, asegura Valero.

¿Fusión o confusión?

EL debate sobre la fusión de las cajas da un momento propicio para que la sociedad andaluza se cuestione las bases sobre las que debe darse su economía. Una de las consecuencias de la actual crisis capitalista está siendo la caída en desgracia de los dogmas neoliberales sobre los que ha ‘funcionado’ el capitalismo tras la desgracia permanente a la que han condenado a la mayoría social. Nos encontramos en un contexto de paro y precariedad en el que se nos pretende hacer creer que los 719.378 parados andaluces o los 138.571 malagueños han venido a caer del cielo. Primero echaron la culpa a la subida del petróleo y ahora se la echan a los desaprensivos de las finanzas. Para eso está el Madoff de turno.

SIN embargo, considerando ambos factores, la crisis se ha demostrado sistémica y global, unicaja.jpgsiendo la desregulación financiera y la falta de intervención del Estado en la economía la que ha permitido el alejamiento de las finanzas de la actividad productiva, generadora de empleo y riqueza. La especulación y la cultura del pelotazo, que se empezaron a hacer desde los años ochenta ‘leit motiv’ de las finanzas, no sólo han generado miseria a escala global sino que han destartalado el casino global al amparo del discurso del ‘laissez faire’. Hasta a los saqueadores globales les hacen falta reglas para poder seguir especulando.

POR eso, es inconveniente la cortina de humo que el PSOE y el PP están corriendo delante de la cuestión que tiene que plantearse la ciudadanía andaluza ante la fusión de las cajas. No es de recibo que en un debate tan importante se desvíe la atención con la futura localización de la sede de la macro caja. De nuevo, se recurre a la cuestión identitaria, que debería ser tratada con rigor, respeto y alejada de la demagogia, y a los agravios históricos, reales o inventados, para exacerbar un localismo vacío de propuesta política. Ya veremos quien gana, lo que está claro es que de esta forma de hacer política que emana del bipartidismo, quienes pierden son los andaluces. Otra vez privados del debate importante por mor de los intereses partidarios de PSOE y PP.

HABLEMOS, por tanto, de qué tipo de desarrollo económico queremos para Andalucía y qué tipo de Banca Pública requiere. Esa es la cuestión. Después, veremos, desde el consenso, cuál es el mejor emplazamiento para la sede. Para lo que la provincia de Málaga, sostiene Izquierda Unida, sería la mejor opción. Pero eso viene luego. Primero decidamos qué tipo de Banca Pública se necesita en Andalucía.

EN este sentido, tenemos que pretender para Andalucíacajasol.jpg una economía social de desarrollo endógeno con una estrategia trazada conjuntamente entre la administración y la ciudadanía. ¿Cómo vamos a afrontar el debate de la Banca Pública sin atender a problemas como la exclusión social, el desmantelamiento del tejido productivo andaluz o el deterioro medioambiental? Debemos concebir una Banca Pública a la altura de éstos y otros retos de nuestro tiempo que tenga sentido en una región como Andalucía marcada por su condición de periferia en la economía global.

EN definitiva, la crisis actual lo que nos demuestra es que hace falta una banca al servicio de la ciudadanía. Si se tienen que fundir las cajas comencemos por fundir las finanzas y la ética, aspiremos a una Banca Ética de y para los andaluces.

LA fusión de las cajas, por ende, tiene que contemplar los principios por los que debe regirse la política económica andaluza y estar al servicio de una estrategia de desarrollo determinada. Las finanzas públicas requieren transparencia, honestidad y control ciudadano. No puede primar el saldo de dividendos por encima de las nefastas consecuencias sociales de un mal uso del capital. Las inversiones de la macro caja resultante tienen que contemplar criterios éticos. No invertir en empresas que precarizan las condiciones laborales, en actividades que deterioran el medioambiente, en pelotazos urbanísticos, etc., mientras importantes sectores de la sociedad se encuentran excluidos del crédito. Hay que orientar la financiación hacia la economía social, la economía productiva y las necesidades de la mayoría social. Necesitamos diversificar la economía, crear empleo de calidad, apoyar a cooperativas, a pequeñas y medianas empresas, a los autónomos y a las familias trabajadoras. Para eso debe crearse una macro caja. Ese es el debate, el cómo hacer todo lo anterior.  El argumento se tiene que llenar de conceptos como microcréditos, responsabilidad social, regulación financiera o control público, entre otros omitidos por el discurso neoliberal.

caja_granada.jpgUNA Banca Ética bajo control público tiene sentido no sólo a nivel macroeconómico, también mejoraría las condiciones de la vida cotidiana de jóvenes, mujeres y mayores, excluidos de un crecimiento económico basado en la acumulación de capital en unos pocos bolsillos.

QUE no oculten lo importante detrás de la localización de la sede. La cuestión es simple: ¿intervenimos desde lo público en la economía a favor de la ciudadanía o no lo hacemos? ¿dejamos que las finanzas las controlen unos pocos en su búsqueda de beneficio o las ponemos al servicio de los retos presentes y futuros? El Partido Popular lo tiene claro, ya dijo Mariano Rajoy hace unos días, a propósito del cisma en Caja Madrid, que las cajas “tienen que estar totalmente alejadas de la política” y se muestra favorable a una modificación de la ley de cajas para reducir el papel de los políticos en el gobierno de estas entidades. El Partido Socialista, por su parte, parece moverse en la paradoja de alejar a las cajas de la política pero acercarlas al partido. No hay más que ver el peso de cargos ejecutivos de militancia socialista en Caja Granada o en Unicaja.

CABE, por tanto, poner a las cajas al servicio de los andaluces por encima de los intereses políticos y partidistas del PSOE y el PP. Las y los trabajadores, autónomos, pymes y cooperativas no tienen tiempo que perder.

Antonio Valero
Responsable adjunto de Organización Provincial de Izquierda Unida