ECOLOGISTAS en Acción, la Mesa del Agua de Coín, trabajadores precarios, comunidades de vecinos amenazados por el acoso inmobiliario, colectivos vecinales afectados por la construcción de campos de golf, autopistas o promociones urbanísticas en Alhaurín de la Torre, Alhaurín el Grande, Abdalajís, Valle del Genal, la Axarquía, Villanueva del Rosario, Casabermeja, Las Pedrizas, Antequera o Mollina son algunos de los colectivos que se darán cita el próximo sábado 8 de julio en la que será la primera jornada de protesta ciudadana que se celebra en Málaga contra el modelo de desarrollo que soporta la provincia. Un crisol de grupos que aglutina su rechazo a la degradación ambiental causada por la especulación urbanística y la defensa de un modelo de desarrollo social y ecológicamente sostenible. 

BAJO el lema ‘Málaga no se vende’ los asistentes realizarán una cacerolada a las 11,30 horas en la Plaza de la Merced para después dirigirse a los Baños del Carmen, donde se realizarán sesiones informativas y proyecciones durante todo el día. Del mismo modo está previsto una comida playera y una fiesta por la noche en el mismo balneario, siempre dentro del carácter lúdico y festivo que la organización desea darle a estos actos.

EN el comunicado emitido por la Coordinadora en Defensa del Medio Rural y el Litoral se afirma que en Málaga “están previstos en los próximos 10 años unos 100 campos de golf y 700.000 casas. Estos proyectos harán desparecer amplias zonas naturales, contaminan y agotan los recursos hídricos (triplicando el consumo de agua) y conllevan una infraestructura en forma de canteras, carreteras y autopistas, aeropuertos, presas, trasvases de aguas, centrales térmicas y trenes de alta velocidad. Entre los impactos sociales de esa especulación están el brutal aumento de las precios de la vivienda, impidiendo su acceso para la población local, la pérdida de la agricultura y con ella, de la soberanía alimenticia, la privatización de amplias zonas de interés cultural, histórico o recreativo, la pérdida de cultura e identidad a través de la duplicación o triplicación de los pueblos y el cierre de los comercios tradicionales. Paralelamente en las ciudades, sobre todo en los cascos antiguos, los habitantes son desalojados y desplazados a las periferias y el abandono de los espacios públicos destruye el lazo social y abona los discursos de la inseguridad ciudadana”. 

LOS actos en Málaga serán una continuación de los llevados a cabo en Valencia y Murcia a principios de junio cuando se calcula que unas 15.000 personas secundaron dos manifestaciones paralelas convocadas por las coordinadoras ‘Murcia No se Vende’ y ‘Valencia No Se Vende’, que reclamaron un “desarrollo que respete, cuide y trate con inteligencia el territorio, los paisajes tradicionales, los valores culturales y los recursos naturales”.