El convenio del Cortijo San Miguel convirtió 1.396.000 metros cuadrados de suelo rústico en urbanizable para construir un hotel, 1.500 viviendas y un campo de golf
28/06/06 MÁLAGA.
Cómo puede ser que proyectos que se promueven, supuestamente,
para favorecer el interés general acaben produciendo unas
enormes plusvalías para las empresas privadas, que son las
principales beneficiadas de los convenios urbanísticos.
LA empresa Geseinver Levante SL tiene actualmente en venta un terreno de nueva construcción en la zona de Ardales, como se puede ver en un anuncio que reproducimos en la imagen 1. Todos los datos facilitados coinciden exactamente con el Cortijo San Miguel, el primero de los convenios aprobados por Salvador Pendón en 2002 en el municipio malagueño y del que EL OBSERVADOR informó el pasado jueves 22 de junio. La descripción que facilita la sociedad limitada con sede en Molina de Segura (Murcia) es la siguiente: “1.296.000 metros cuadrados solar, edificable, plan parcial aprobado. Edificabilidad: 0,137259 m2/m2. Techo: 191.614 m2. Densidad: 11,46 viv. Por hectárea. Unidades: 1.600 viviendas. Urbanización a cargo de la parte compradora…”
LOS datos son exactamente los mismos que aparecen en el convenio aprobado en su día por el Ayuntamiento de Ardales. La revista EL OBSERVADOR ha podido comprobar entrando en contacto con Geseinver Levante que estos terrenos están actualmente en venta, y que además la compra ha de realizarse sobre la totalidad de los 1.396.000 metros cuadrados, que al precio de 60 euros por metro cuadrado hace un total de 83.760.000 euros (14.000 millones de pesetas).
EL concejal de Falange Auténtica (FA) de Ardales, Francisco Ortiz Lozano –que siempre ha mostrado su total desaprobación a este tipo de convenios y a la gestión municipal-, afirmaba en un boletín de su formación política publicado en julio de 2004 que a la empresa Trébol Garden, que firma el convenio con el Ayuntamiento, le cuesta 3 millones de euros adquirir estos terrenos: “Se trata de las tierras del cortijo de San Miguel, edificado hacia 1925 y llamadas por el pueblo ‘cortijo Simón’, porque eran de Miguel Merino Vera, hijo de Simón Merino Merino. Hace pocos años los sobrinos herederos las vendieron. Y tras varias compraventas, la empresa Trébol Garden, de Alicante, puso sus ojos como platos en ellas, adquiriéndolas por tres millones de euros”. Otra fuente informativa consultada por EL OBSERVADOR habla de una cifra cercana a los 3,5 millones de euros.
ESTE medio de comunicación también ha comprobado la propiedad actual de los terrenos y, según información oficial del Registro de la Propiedad, el Cortijo San Miguel sigue a nombre de Trébol Garden. Una operación sencilla de cálculo entre el precio pagado y el que hay puesto en venta refleja la existencia de unas enormes plusvalías para la empresa privada, propiciadas por la operación de recalificación realizada por el Ayuntamiento que encabeza Pendón. Tomando como referencia la cantidad más alta posible de compra -3,5 millones de euros-, se comprueba que la empresa multiplica su precio inicial 24 veces (23,9 para ser más exactos): de 3,5 a casi 84 millones de euros.
LOS otros dos convenios que ha firmado Pendón son mucho más recientes (el de La Laja se firmó en diciembre de 2005 y el de Cortijo Moronta en abril de 2006). Aún no ha habido tiempo suficiente para comprobar la evolución de los terrenos y su futura gestión, pero su antecedente más reciente no ofrece buenas perspectivas. Desde la firma del primer convenio en 2002, aún no ha habido ningún movimiento de tierra. Son casi cuatro años en los que pese a no hacerse nada sobre el terreno sí se ha ido revalorizando el precio del suelo. La empresa que pudiera comprar la zona del Cortijo San Miguel por 84 millones de euros deberá sacar más adelante –lógicamente- beneficio en la construcción de todo lo permitido allí (viviendas, hotel, campo de golf…), con lo que al final todas las plusvalías y beneficios de las empresas privadas las acabarán pagando los particulares cuando compren sus casas.
LA revista EL OBSERVADOR también ha localizado otro lugar en el que están en venta los terrenos de este primer convenio de Ardales, como se puede apreciar en la imagen 2 de la noticia. Nuevamente los datos ofrecidos vuelven a coincidir, aunque el precio de venta es mucho más bajo al de Geseinver Levante SL: 49.638.555 euros, por lo que podría tratarse de un anuncio bastante más obsoleto que el de los 84 millones de euros.
SEGÚN se recogía en el acuerdo aprobado por el consistorio ardaleño en 2002, y del que se informó la semana pasada, “estos terrenos se encuentran clasificados con el régimen jurídico de suelo no urbanizable, sin especial protección”. El Ayuntamiento reclasifica el suelo para destinarlo a uso “turístico-residencial, asistencial, deportivo y recreativo, al tener el municipio una clara vocación turística, auspiciada por el marco natural, los embalses existentes y la mejora sustancial en la red de carreteras”.
LA pretensión de la empresa Trébol Garden es la de realizar un total de 1.500 viviendas (414 aisladas y 1.087 agrupadas), un hotel con 250 habitaciones (20.000 metros cuadrados construidos), una edificación recreativa-comercial y deportiva -donde se incluye el campo de golf- (5.000 metros cuadrados) y una edificación asistencial-sanitaria de 10.000 metros cuadrados construidos.
"LOS propietarios de los terrenos se comprometen a compensar económicamente al Ayuntamiento de Ardales en la cantidad de 25.000.000 de pesetas, que se ingresarán en la Tesorería Municipal, en el acto de firma del convenio ante notario”, se asegura en el convenio. EL OBSERVADOR ha podido comprobar cómo este pago se realizó mediante un cheque bancario emitido por Trébol Garden el 11 de noviembre de 2002.
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