La plataforma reitera que la agroexportación industrial ha sumido en una profunda crisis a millones de economías familiares de agricultores en todo el mundo
22/12/06 MÁLAGA. Los
agricultores suponen el 5% de los trabajadores europeos, pero en el resto
de continentes suman el 55% de la fuerza laboral, esto es, la mitad de la
población mundial que se organiza mayormente en torno a pequeñas
explotaciones familiares.

FRENTE al modelo neoliberal actual que potencia “las exportaciones a gran escala, el uso industrial y la especulación sobre la alimentación, pagando muy poco a los productores y abusando del precio que impone a los consumidores, nosotros reivindicamos la soberanía alimentaria, es decir, el derecho de los pueblos a decidir lo que producen y lo que comen, que cada país regule su producción y su comercio agrario”, explica Nicholson quien junto a destacados representantes de Vía Campesina de Asia, Africa, América y Europa ha celebrado en Andalucía el encuentro bianual, organizado en esta ocasión por COAG.
DURANTE su estancia los miembros de Vía Campesina han visitado varias explotaciones agrícolas y ganaderas de Málaga y Sevilla. En sus encuentros han vuelto a insistir en que la crisis del sector es “profunda y a nivel mundial” destacando “el pernicioso papel de las multinacionales y de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en cuyas manos estamos dejando lo que comemos”, advierte Nicholson.
PREGUNTADO por
el despegue de la agricultura ecológica en Europa, Nicholson, escocés de
nacimiento y vasco de adopción, matiza: “Nosotros preferimos hablar de
agricultura sostenible, social y medioambientalmente correcta, aquella que
otorga la mayor prioridad a los mercados propios frente a las
importaciones agroindustriales masivas”. Del mismo modo, aunque destacó el
empuje y potencial del sector agrario andaluz, señaló a la apertura de
mercados a Marruecos y a los países del Mercosur como el gran reto al que
se enfrentan los agricultores y ganaderos andaluces.
VÍA Campesina es un movimiento internacional que coordina a organizaciones agrarias de pequeños y medianos productores de 56 países de Asia, África, Europa y América, incluyendo los sin tierra, trabajadores del campo migrantes y comunidades indígenas.