27/12/12. OPINIÓN. Le ha faltado tiempo al alcalde de Málaga Francisco de la Torre para proclamarse mediador ante la UEFA y defender al presidente del Málaga CF, el multimillonario jeque Al Thani, porque a este último no le da la gana pagar a Hacienda. Ojalá se diera tanto brío el regidor para mediar con otros impagos, los de los ciudadanos desahuciados. Pero la sumisión de los políticos locales ante el multimillonario jeque moroso es bochornosa. Les ciega. Les impide ver lo que hoy EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com recuerda: que hasta la fecha Al Thani pasa de pagar a Hacienda, como pasa de hacer el puerto de la Bajadilla en Marbella, como pasa de hacer la academia del Arraijanal. Y viene mostrando un desprecio por Málaga tan grande como la campaña de movilización ciudadana que ahora pide cuentas a la UEFA por el castigo impuesto.

ESTE 2012 el jeque Al Thani debía hacerse cargo de la gestión del puerto de la Bajadilla de Marbella, como parte del proceso por el que una de sus empresas junto al Ayuntamiento local, van a construir una ampliación de esta infraestructura. Pero no lo ha hecho. No cobra el alquiler de los atraques de los barcos. No le da la gana hacerlo y ha perdido un dinero con el que podía hacer frente a la sanción que le ha impuesto la Junta por incumplir los plazos de este proyecto, para el que ni siquiera ha presentado un plan de construcción o ha constituido la sociedad con todos los requisitos que se le exige. Simplemente se ha olvidado de la ampliación del puerto y se pueden imaginar como están en el Consistorio de Marbella. Acojonados. Viendo como se les va de las manos el plan que puede cambiar el rumbo y la economía de la ciudad. Y encima sin ningún interlocutor claro de sus socios catarís. A expensas de que a Al Thani le de la gana, o no, como ya ha ocurrido en algunas de sus visitas, reunirse con la alcaldesa Titi Muñoz.

EL mismo desprecio del jeque con la alcaldesa de Marbella lo tiene con el  regidor de Málaga, Francisco de la Torre que acude al palco de La Rosaleda a ver si logra saber algo más del plan de urbanización de ‘La Academia’, la escuela de fútbol del Málaga C.F. Una reunión que tampoco llega mientras los técnicos de la GMU se esfuerzan en dejar expedito el camino sobre la última playa virgen del  municipio, antes incluso de que se presente un proyecto formal o se anuncien las intenciones del club a la ciudadanía.

AL olor de la riquezas de Al Thani y las posibles inversiones de los petrodólares los mandatarios pierden la dignidad y se esfuerzan por complacer a alguien, que de momento solo viene ofreciendo muestras de desprecio a Málaga.

NADIE comprende a qué juega el jeque. Qué razones tiene para gastarse 60 (¿?) millones en fichajes y luego someter a jugadores y personal a un régimen de incertidumbre, salarios atrasados, amenazas de juicio, impagos…Qué razones hay -aparte de la negativa de la Junta a construir un hotel en altura en la Bajadilla- para presentarse a un concurso público, ganarlo, y luego abandonarlo… Pero resulta descorazonador ver como el discurso de la innovación, la investigación, la Málaga tecnológica, la locomotora económica de Andalucía pende del hilo del dedo caprichoso del multimillonario árabe y su capacidad de redimir el sistema productivo de la provincia.

LA UEFA ha castigado al Málaga CF porque tiene una deuda gorda con la Agencia Tributaria. El castigo podrá ser desproporcionado e injusto y el organismo de Platiní podrá parecer el nido de víboras que tantas veces nos han pintado la prensa deportiva. Pero el problema es que el jeque no paga impuestos.

POR más movilizaciones y apoyos que haya para unos colores, una afición, un sentimiento, una institución histórica de la ciudad, no se puede perder de vista que el problema es que Al Thani no paga a Hacienda, y seguro que tiene mucho más dinero que el que puedan reunir el conjunto de quienes han firmado el manifiesto.

Y lo que no es de recibo, es que las autoridades –representantes de todo el espectro social, más allá del fútbol- pierdan el culo por salir en defensa de un defraudador, que incumple la premisa básica sobre la que se asientan las bases del Estado social, esa de que Hacienda somos todos. Máxime cuando son multitud otra clase de ciudadanos, que tampoco han podido hacer frente a sus deudas y se han quedado sin casa.

UNA cosa queda clara con todo, si en esta ciudad (en este país) pusiéramos la misma dosis de entusiasmo e indignación, la misma pasión y compromiso que demostramos por los asuntos de la pelota, con los asuntos de la educación, la sanidad, otro jeque nos cantaría.

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