06/05/13. OPINIÓN. La conquista del centro ha sido el paradigma del éxito en unas elecciones marcadas en España desde comienzos de la década de los ochenta por el bipartidismo PP & PSOE. Las dos grandes formaciones han luchado en cada cita en las urnas por atraerse con “moderación” “talante” “centroreformismo” a ese grupo de indecisos que marcaba la diferencia entre dos bloques de votantes estables. Eso era cuando se mantenía en boga la doctrina de que las ideologías habían muerto y que derecha e izquierda venían a ser lo mismo. Pero ha sido la crisis -económica, social e institucional- la que ha venido a romper esta premisa. Ahora es cuando se hacen evidentes las diferencias entre una política de justicia social y derechos civiles, y la política del actual gobierno de Mariano Rajoy. El PSOE, y más aún el PSOE andaluz, ya no busca el centro, busca la izquierda, porque entre otras cosas por ahí le pueden adelantar en las urnas sus socios de gobierno en la Junta de Andalucía. Un análisis de EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com.
CADA vez que, como ocurre ahora, Izquierda Unida daba muestras en los sondeos de ir ganando adeptos… llegaban las elecciones y se daba un batacazo. Con un apoyo social exiguo pero leal, IU es un partido con una base de voto muy volátil, que ha sufrido mamporros dolorosos en las urnas con eso del voto útil, que fue lo que aupó a Zapatero al poder, cuando más de uno voto al PSOE por castigar a la derecha, antes incluso que dar su voto a la izquierda. En la actualidad se repiten los sondeos y encuestas que avanzan la debilitación del bipartidismo: bajan PP y PSOE, suben IU y UPyD.
EN clave andaluza, que es la única clave en España que se desmarca de las imposiciones de la ejecutiva del PP en calle Genova, el PSOE-A se está gustando de nuevo en la izquierda. El partido no ha hecho nada de regeneración, apertura de puertas, limpieza de corruptelas, más transparencia, autocrítica, recuperación del pulso ciudadano…eso se deja para tiempos peores. Con el aliento de IU en el cogote del consejo de gobierno, los socialistas andaluces están recuperando medidas y políticas que no estaban al uso en los años del ladrillazo, el crédito abierto y los grandes desayunos de Fitur.
Y si la consejera de Salud y Bienestar Social, María Jesús Montero, anunciaba el pasado jueves medidas excepcionales en un decreto ley para la lucha contra la exclusión social, con una memoria económica de 120 millones de euros adicionales en el presupuesto y con partidas concretas de garantías de alimentación a menores a través de la red de centros escolares, el viernes era la portavoz del PSOE en Málaga, María Gámez, la que solicitaba un aumento de los recursos municipales destinados a la lucha en contra del desempleo y la exclusión social. Gámez quiere asignar 2,7 millones de euros de fondos municipales –provenientes de la “eliminación de los sueldos superiores al del alcalde, los sobresueldos y complementos excesivos así como de la reducción del número de personal de confianza”- a estos propósitos.
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