27/05/13. OPINIÓN. El fichaje del que fuera subdirector del periódico Málaga Hoy, Javier Gómez, como su asesor directo es una decisión personalísima del presidente del PP y de la Diputación de Málaga, Elías Bendodo, que ha generado asombro entre los corrillos políticos y periodistas locales. EL OBSERVADOR/www.revistaelobservador.com comenta esta última contratación del joven político neoliberal, a quien cada vez le cuesta más disimular su desapego al cargo que ocupa en la institución provincial, convertida en un sorprendente ayuntamiento paralelo, donde está repitiendo los mismos tics que Francisco de la Torre como alcalde de Málaga.

ELÍAS Bendodo es el presidente de la Diputación de Málaga al que menos le gusta su puesto. Con Salvador Pendón, Juan Fraile, Luis Vázquez Alfarache se podía estar en mayor o menor desacuerdo, pero a ninguno de los antecesores del joven presidente del PP se les podía negar el que eran políticos volcados en el cargo, que disfrutaban con su trabajo y que se empeñaban en conocer en profundidad una institución ‘de pueblo’ en el mejor y más literal sentido de la expresión. Con Bendodo no ocurre eso. No se involucra, no se apasiona, y está en la sede de la avenida del Pacífico como una azarosa transición con vistas hacia otro puesto con mayores galones. Mira hacia una Secretaria de Estado, hacia una Consejería de la Junta –que era lo que de verdad ansiaba- e incluso hacia una alcaldía de relumbrón como la de la sexta ciudad de España. No se le adivina ninguna apetencia por continuar en el sillón que ahora ocupa, salvo que no le quepa otra opción

SI nos atenemos a los hechos la posición del presidente del PP en el gobierno provincial es de indiferencia e inapetencia. Si cierra una residencia de mayores o si cierra, como es su pretensión, la guardería de Diputación no se reúne ni siquiera con los trabajadores, o los padres de alumnos. Eso es algo que le desagrada. Si la maquina de trigeneración de los cinco millones de euros sigue sin uso, tampoco se empeña en arreglarla o buscar una solución, pese haber sido este uno de los asuntos que más criticó en la oposición. La Diputación es para Bendodo una herramienta eficiente para controlar los reinos de taifas del Partido Popular en Málaga, no el trabajo que el desea. Y cómo no le pone ilusión, tampoco aporta nada de original o novedoso. Excepto La Térmica

PERO
La Térmica se configura como su particular concejalía de Cultura, pasando de esforzarse en llevar la cultura a los pueblos, y prefiriendo montar este chiringuito que le proporciona jugosas fotografías como la que se hará mañana martes con el periodista Jordi Evole. Y hablando de periodistas, ¿Por qué ha fichado Bendodo a Javier Gómez, otrora crítico pertinaz con las políticas del joven líder neoliberal?

NADIE lo sabe con exactitud excepto el propio Bendodo. Cabe pensar que el político se ahorra por la vía de absorción contractual -53.000 euros al año- una voz incómoda. Por otro lado, puede haber pesado en esta decisión el que las mujeres de Gómez y Bendodo hayan sido durante años estrechas compañeras de trabajo y profesión. Hasta el momento es la también periodista Marta Olea la que actúa como jefa de comunicación de la Diputación y del PP de Málaga ¿Una posible sobrecarga de tareas? ¿Pérdida de confianza? No hay que olvidar que el gobierno provincial cuenta con un equipo de asesores de más de media docena de periodistas. Gómez tiene fama de trabajador laborioso, pero no se le ve integrado en un PP en el que algunos de sus miembros han recibido alguno de sus dardos, ni tampoco parece una figura imprescindible en un equipo que ya se basta por si mismo. Aunque si hablamos de autopromoción y autobombo, nada es poco para un político como Bendodo.

LO que parece cada vez más evidente es que los mismos tics de Francisco de la Torre en el Ayuntamiento de Málaga los va repitiendo Elías Bendodo en la Diputación, organismo que poco a poco se va pareciendo cada vez más a una consistorio paralelo de la capital de la Costa del Sol olvidando lo que debe ser, una administración volcada en el resto de los 100 municipios de la provincia. Como jefes de comunicación de De la Torre han pasado Ana Benavides, Fernando Leguina, Carlos Pérez Ariza, Juan Carlos Jiménez Laz, Isidro Cuberos, Marcos Bonastre y actualmente Jesús Espino. Al presidente del PP le va a costar batir esta marca, aunque por prensa del PP ya han pasado Sonia Crespo, Jennifer Sánchez, Marta Olea…