Contra este fallo en firme no se puede presentar ningún recurso

Salomon Castiel30/03/05 MÁLAGA. La Audiencia Provincial impone a Salomón Castiel el pago de las costas -que pueden elevarse a más de 8.000 euros- del litigio judicial que durante los dos últimos años ha mantenido contra el director del la revista EL OBSERVADOR, Fernando Rivas.

Contra este fallo en firme no se puede presentar ningún recurso

Salomon Castiel30/03/05 MÁLAGA. La Audiencia Provincial impone a Salomón Castiel el pago de las costas -que pueden elevarse a más de 8.000 euros- del litigio judicial que durante los dos últimos años ha mantenido contra el director del la revista EL OBSERVADOR, Fernando Rivas. Salomon Castiel, director del municipal teatro Cervantes, del Festival de Cine de Málaga y asesor cultural de la ejecutiva del Partido Popular malagueño, ha visto rechazadas todas sus pretensiones y condenado a pagar las costas, al estimar la sección 5ª de la Audiencia Provincial de Málaga el recurso de apelación interpuesto contra la sentencia dictada en febrero de 2004 por el juzgado de primera instancia nº 15, en la que se condenaba al director de la publicación por "intromisión ilegítima en el honor y en la religión" que profesa Castiel, por los contenidos de una serie de artículos publicados en los números 32 y 33 de la revista.

EL OBSERVADOR, en la página 14 de su número 32 de mayo de 2002, publica un anuncio de la propia revista en el que junto a una foto de un supuesto inmigrante ilegal conducido por un miembro de la Guardia Civil, se puede leer un texto de la obra "El Mercader de Venecia", de Shakespeare, en el que figuran frases tales como "no quieras discutir con el judio...", en lo que la revista quiso que fuera una denuncia política de una situación vejatoria en la que se encuentran miles de ciudadanos en todo el mundo. En la página siguiente, y dentro de la sección habitual escrita por Fernando Rivas, podía leerse una crítica al mal funcionamiento de la web del teatro Cervantes bajo el título "La página web del Cervantes es una mierda", y en la que no se menciona a su director.
 
CASTIEL involucra a la Comunidad Israelita de Málaga que hace público un comunicado acusando a la revista de fascista y racista, e inicia una demanda contra el responsable de la misma en la que alega que el anuncio es un ataque contra la religión judía, y que como en la página siguiente se habla del teatro Cervantes y él es su director y además es judío, todo esto es un ataque contra su honor y su religión, precisando que la cantidad de 60.000 euros es la compensación a pagar por ello. En el 2004 se celebra un juicio en el que, confiando su defensa al abogado Juan García Alarcón, declara a favor de Castiel el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Málaga, Diego Maldonado, y el diputado regional del Partido Popular Antonio Garrido presenta un informe corroborando sus tesis en su autocalificada condición de textólogo. El magistrado del 15, Jaime Nogués, les da la razón y con extraordinaría precisión condena a Fernando Rivas a pagar a Castiel 15.025,30 euros, que es lo que vale exactamente la supuesta intromisión ilegítima en su honor y religión. Esta sentencia de febrero de 2004 es la que la sección 5ª de la Audiencia Provincial de Málaga revoca ahora íntegramente y en la que se condena a Castiel a pagar las costas de todo el proceso, que pueden elevarse a más de 8.000 euros, añadiendo que contra dicha sentencia "no cabe recurso ordinario alguno".

EN la sentencia emitida ahora el pasado día 15, clara y con un estilo y lectura fácil, alejados de los "considerandos" farragosos y habituales de los textos jurídicos -podrá leerse integra en revistaelobservador.com-, se indica la jurisprudencia manejada para argumentar la diferencia entre ataque al honor y el ejercicio de la libertad de expresión, puntualizando que lo publicado en EL OBSERVADOR  "en modo alguno supone una intromisión ilegítima en el derecho al honor y religión de Don Salomon Castiel Abecasis, y sí por el contrario una expresión del derecho a expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra o cualquier otro medio de reproducción...".

EN el próximo número de EL OBSERVADOR se publicará un extenso reportaje con todos los pormenores de este caso judicial, que también se podrán leer en abierto en revistaelobservador.com.