OPINIÓN. Camino a Laponia. Por Sergio Brenes Cobos
Militante socialista

19/10/12. Opinión. “La parte fundamental de la labor de la oposición es la propositiva. Propuestas para poner las bases del desarrollo y progreso futuro y otras, menos ambiciosas en el tiempo, que dan respuestas a necesidades de hoy. La mayoría de esas iniciativas, por baratas que sean o por mejora que supongan para la ciudad, quedan enterradas y sepultadas en los expedientes, pasto para los pececillos de plata del archivo. La sinrazón del rodillo de la mayoría absoluta se impone, pero no contra el adversario político sino contra los intereses de sus conciudadanos”. Nueva colaboración de Sergio Brenes con EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com.

EN el archivo municipal se conservan las actas capitulares del Ayuntamiento del siglo XVI. En el año 2012, la era de ordenadores en el teléfono móvil, seguimos siendo plenamente ineficaces en la acumulación de hojas grapadas, agujereadas y archivadas. Cientos de papeles que se incluyen en cada uno de los miles de expedientes de cada servicio municipal. Esa labor de control hay que hacerla por años que tarde el PP en entregar los documentos que reflejan la alegría en determinados gastos.

PERO la parte fundamental de la labor de la oposición es la propositiva. Propuestas para poner las bases del desarrollo y progreso futuro y otras, menos ambiciosas en el tiempo, que dan respuestas a necesidades de hoy. La mayoría de esas iniciativas, por baratas que sean o por mejora que supongan para la ciudad, quedan enterradas y sepultadas en los expedientes, pasto para los pececillos de plata del archivo. La sinrazón del rodillo de la mayoría absoluta se impone, pero no contra el adversario político sino contra los intereses de sus conciudadanos.

LA Asociación de Directores y Gerentes de Centros Sociales en España desempolvaba la crueldad de 8 millones de españoles atendidos por los servicios sociales. La redistribución de riqueza que suponían servicios del estado del bienestar como las guarderías, becas de libros, comedores escolares, centros de día para personas mayores y el precio de los medicamentos pasan a ser un lujo inasumible para la mayoría de las familias bajo el gobierno del PP.

LA realidad diaria en nuestro país está superando en mucho la peor de las situaciones imaginables. Por increíble y duro que resulte, junto a los 5´6 millones de desempleados, están los que necesitan complementar sus ingresos por resultar insuficientes para poder sobrevivir, o los que tienen que atender el pago de una hipoteca. Miles de nuevos ciudadanos al borde de la pobreza o en riesgo de exclusión social. No podemos esperar a la solidaridad familiar de los mayores y sus reducidas pensiones para que mantengan la paz social.

LOS ricos son cada vez más ricos y el consumo de los productos de lujo incluso mejora resultados. La crisis recae sobre la clase media y media-baja que asisten a la merma de su capacidad económica. La perdida de poder adquisitivo mediante la subida de todo tipo tasas e impuestos, ya sean estatales como el IVA o el IRPF, municipales como el IBI o el billete de autobús. La subida exponencial de electricidad y combustibles. Hay que sumarle tanto los recortes salariales en el sector público como la que se viene dando en la empresa privada, precariedad aderezada por el miedo al despido.

MÁLAGA acumula en septiembre 196.981 desempleados, de los que el 40 por ciento residen en la capital, casi 80.000 personas. Se hace necesario coger el coche y recorrer estos tres Distritos: Ciudad Jardín, Campanillas y Churriana e imaginarse que todos los ciudadanos que allí residen están en paro al mismo tiempo, hasta los niños de cuna. O Teatinos, Puerto de la Torre y Palma-Palmilla sumados... Hagamos las cuentas como la hagamos es una realidad insoportable para una sociedad avanzada.

EL último ajuste de las cuentas del Ayuntamiento con una reducción de inversiones para los próximos años de 160 millones de euros, muestran la ruina económica que arrastramos. Lejos de mejorar, la deuda municipal ha empeorado y nos sitúa como el segundo ayuntamiento más endeudado de España por habitante entre las grandes ciudades españolas.

SUMEN, sumen y vean en la hemeroteca, decenas de denuncias públicas sobre dinero dilapidado, todas realizadas por la oposición en estos años. Ahora soportamos 1.000 millones de euros de deuda que vamos arrastrando hasta llevar a Málaga al fondo del pozo en el que nos movemos. Un Ayuntamiento incapaz de planificar acciones para la generación de empleo y que ve como sus recursos para la asistencia social son insuficientes incluso para mantenerse la primera mitad del año.

EN el nuevo PGOU de Málaga sobran millones de euros de convenios de imposible cobro y ladrillos planificados a la carta que pasarán siglos para que se pongan. No se avanzaron desarrollos de suelo productivo pendientes desde 1997, ni en actuaciones regeneradoras de la ciudad consolidada. Faltó pensar en la ciudad y en sus personas.

LOS proyectos estrellas del PP quedaron estrellados tras verter en ellos millones de euros que se sacaron de los bolsillos de los malagueños y que habrán de seguir pagando hijos y nietos. Edificio de la Gerencia de Urbanismo 36 millones de euros, rehabilitación de Tabacalera 60 millones de euros, antiguos cines Astoria 21 millones euros y pendiente de resolver otros gastos derivados de los proyectos de viviendas que nunca se llegaron a materializar… Con el PP en el Ayuntamiento de Málaga toda cifra es aproximada. En ningún caso, y pese a años de preguntas y trámites formales, jamás han querido aportar transparencia alguna a la ciudadanía sobre estos proyectos.

EL dócil Partido Popular hace rendición de Málaga ante el Gobierno de Rajoy. Los Presupuestos Generales del Estado para 2013 nos sitúan en el puesto 34 en cuanto a inversión. Da igual que seamos la quinta provincia en la que habitan más personas, ni la importancia de la Costa del Sol para el sector turístico y la economía nacional, recogieron sus votos y la abandonaron.

PERO es momento de propuestas de ciudad compartida, de manos tendidas a la negociación, de pacto social y de colaboraciones público-privadas. Si una ciudad desolada no es lugar para hacer una oposición de trincheras, Málaga no puede tener un gobierno municipal ineficaz, agotado y entregado al derrotismo. Como decíamos ayer…

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