11/12/12. OPINIÓN. Dado que la mayor promoción previa del maratón de Málaga la había protagonizado los sindicatos de la Policía Local, tras la orden que obligaba a 200 agentes a trabajar en esta prueba en su día de descanso, el PP decidió traerse a su senador por Soria, Abel Antón, para darle algo de relumbrón a la prueba. Lo cual no impidió que los villancicos-protesta de estas navidades -“tu si que eres un privilegiado” y “menos asesores, más trabajadores”- amenizaran la entrega de premios. Sin embargo, ni siquiera estas protestas restaron protagonismo a otros acontecimientos por las que esta carrera merece hoy la atención de EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com.

VAYA por delante nuestra admiración hacia las 948 personas que este pasado domingo realizaron la proeza de correr el maratón de Málaga y nuestro reconocimiento hacia todos aquellos que ayudaron a que la prueba reina del atletismo tenga un lugar en la capital de la Costa del Sol. Dicho esto, lo sucedido en la carrera retrata a los máximos responsables de la organización, el concejal de Deporte, Damián Caneda, y su mano derecha, el gerente de la empresa Málaga Deportes y Eventos, Javier Imbroda.

CABE entender que la escasa tradición de la larga distancia en Málaga dificulte una mayor participación de corredores, más seguimiento ciudadano en el recorrido y la presencia de figuras de primer nivel en esta prueba. Y quizás el mejor ejemplo sea la pobre marca conseguida por el ganador, que encima reconoce a su llegada a meta que está lesionado. Estos retos se pueden superar con una planificación adecuada, y una mayor previsión e imaginación por parte de la organización a la hora de publicitar el evento. No hay que rasgarse las vestiduras. Se puede arreglar. Es cuestión de voluntad, más que de dinero.

LO que cuesta entender más es que el cronómetro que marca la salida no funcione durante los primeros minutos de la prueba. Eso como que queda mal, poco profesional, hay corredores que le dan importancia a eso de los tiempos…

LO de que junto con el coche de Policía Local y el de la organización fuera la furgoneta de 101TV del Grupo Mundo hace preguntarse por las ausencias, ¿dónde estaba y dónde queda la televisión municipal Onda Azul? Y ya lo que alcanza el punto berlanguiano es cuando apenas comenzada la carrera la marea de participantes siguiera a este vehículo de la tele privada que se había salido fuera del recorrido camino del polígono de La Azucarera… Es en este punto donde aparece la mejor de las virtudes malagueña -y por extensión española-, la capacidad de improvisación.

QUE
nadie se preocupe, decidió la organización, la vuelta inicial al estadio que se debía realizar al comienzo de la prueba que la hagan los participantes a su llegada a meta. Imagínense después de más de 40 kilómetros corriendo lo bien que sienta al espíritu y a las piernas que te digan que la meta está un kilómetro más lejos de lo que marca el recorrido. Y luego, claro, está el problema de la homologación, porque ahora le toca a la Federación de Atletismo decidir si la prueba es válida con el recorrido improvisado, o no. Un trámite que conlleva un desembolso extra al Ayuntamiento y que aún está por decidir.

NO es de extrañar pues que Javier Imbroda pronostique un futuro espléndido para esta prueba en Málaga. Tal y como la han organizado, ya solo puede mejorar.

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