Ecovidrio, que tiene el monopolio del vidrio a nivel nacional, se encarga de la colocación de contenedores y de la recogida de los envases, según el convenio firmado con el Ayuntamiento, pero en realidad tiene subcontratado el servicio con la empresa Molivisa

Ecovidrio se financia mediante el llamado punto verde, una tarifa que pagan las grandes compañías que embotellan y envasan productos, según explica Jesús Gutiérrez, el gerente de zona

El perfil de ‘Twitter’ de Barrios Abandonados asegura que las bolsas con envases de vidrio que se quedan en el suelo junto a los iglús porque están llenos acaban siendo recogidas por operarios de Limasa y mezcladas con el resto de residuos

17/01/18. Medioambiente. Contenedores a rebosar de botellas y envases de vidrio y en mal estado. Los malagueños se quejan en las redes de la mala gestión de Ecovidrio, organización supuestamente ‘sin ánimo de lucro’ (sorprendentemente es la definición de una ONG) pero rentable, que tiene el monopolio del reciclaje del vidrio a nivel nacional. En realidad es una empresa sostenida por las grandes...

...embotelladoras y envasadoras que se benefician de los ‘envases reciclados’ que se recogen. Ecovidrio es un Sistema Integrado de Gestión (SIG) que les permite así cumplir con sus obligaciones en materia de reciclaje. Se encarga de la colocación de contenedores y de la recogida de los embases en la capital malagueña desde 2014. Para ello, firmó un convenio con el Ayuntamiento de Málaga (AQUÍ) por un plazo de cinco años. Pero en realidad, Ecovidrio convocó un concurso público en el que la empresa Molivisa (AQUÍ) se hizo con dichas tareas, la colocación de contenedores y la recogida del vidrio, según explica el gerente de zona, Jesús Gutiérrez. Esta organización ‘sin ánimo de lucro’ pero sumamente rentable, con alrededor de 50 trabajadores en toda España se financia mediante el punto verde, la tarifa que pagan las grandes empresas envasadoras. Su nuevo presidente es Pere Escolar Carles (AQUÍ), director de operaciones del Grupo Codorníu (AQUÍ). La vinculación entre las empresas envasadoras y esta organización es evidente. Es una información de EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com.

EN las últimas horas las redes sociales se han inundado de numerosas imágenes en las que los vecinos denuncian el lamentable estado de los iglús destinados a la recogida de vidrio, un material que puede reciclarse infinitas veces. Así, usuarios de Twitter indican que hay muchos contenedores llenos que no han sido vaciados desde hace tiempo, como se puede apreciar en las imágenes. Y también numerosas bolsas llenas de botellas tiradas en el suelo junto a estos contenedores. Unas bolsas que según denuncia el perfil de Twitter @BarriosMálaga, colaborador de esta revista, acaban siendo mezclados por los operarios de limpieza con el resto de residuos (AQUÍ). Por lo que la tarea de separación que realiza el ciudadano no sirve de nada.


ANTE esto, el gerente de zona de Ecovidrio indica que “en Málaga hay más de 1.500 contenedores de vidrio. La recogida se hace a través de un programa informático. Se recoge un contenedor que está al 50% de la capacidad y se registra. La aplicación te indica a través de un histórico la fecha en la que va a llegar al 75% de su capacidad. Los programas se equivocan. Si se llama al teléfono 900 555 700 o a la Línea Verde del Ayuntamiento estamos obligados a acudir en 24 horas para corregir el problema porque así lo refleja el convenio con el Consistorio y el contrato con Molivisa”. Lo cierto es que los contenedores se pueden ver rebosantes y deteriorados por toda la ciudad, por lo que la aplicación informática, efectivamente, se equivoca bastante frecuentemente.


GUTIÉRREZ explica cómo es el proceso del reciclaje: “Ecovidrio ofrece dos vías, o bien es el Ayuntamiento quien recoge el vidrio o bien este decide ceder la recogida a nuestra organización. Esta fue la opción que elige el Consistorio de Málaga porque no se estaba gestionando correctamente el reciclaje de este material. Se firma un convenio de colaboración con el ente municipal y  mediante un concurso público que realiza Ecovidrio se le adjudica la colocación de contenedores y la recogida a Molivisa. Ese vidrio llega a la planta de esta empresa, situada en Alhaurín de la Torre”.


“ECOVIDRIO se hace responsable del material desde la recogida en la calle hasta que llega a la plata de tratamiento. Una vez allí la organización lo vende en concurso, antes era cada año y ahora es cada tres años. Lo compran las plantas de tratamiento en general. ¿Y qué hacen? Lo limpian y sacan un producto final: el calcín. Y eso lo venden a los hornos más cercanos para que los gastos en transporte no sean demasiado elevados. Hay hornos en España, los más cercanos a Málaga están en Sevilla o Extremadura, y también hay en Portugal”, explica el gerente de zona de Ecovidrio.

¿CÓMO se financia? Gutiérrez indica que “el dinero con el que pagamos el proceso proviene del punto verde. El coste que pagan las empresas envasadoras por poner una botella en el mercado. El impuesto que paga el ciudadano de basura no tiene nada que ver. Ecovidrio recibe el dinero de los envasadores de vino, de cava o de cualquier otro producto que tienen que pagar una determinada cuantía por cada botella que ponen en el mercado. Esta tasa puede repercutir en el precio del consumidor pero no llega a un céntimo por un botellín de cerveza. Al ser una entidad sin ánimo de lucro no podemos tener beneficios. Por lo que invertimos el dinero en más contenedores, en concienciación y prevención. No tiene ningún coste para el Ayuntamiento ni para el ciudadano”. Gutiérrez vende la empresa Ecovidrio como una ONG que realiza su labor de reciclaje ‘por amor al arte’.

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