Con piedra de su cima se erigió la catedral, las canteras lo han deformado; lluvias, erosión y terremotos lo hacen peligrar

monte_coronado127/04/07 MÁLAGA. El monte Coronado amenaza con desmoronarse. La roca maciza de la cima que da nombre a este promontorio ha sido diezmada desde el siglo XVIII, cuando de su cúspide se extrajeron toneladas de piedras con las que se edificaron la fachada y la torre de la catedral de Málaga.

Con piedra de su cima se erigió la catedral, las canteras lo han deformado; lluvias, erosión y terremotos lo hacen peligrar

monte_coronado127/04/07 MÁLAGA. El monte Coronado amenaza con desmoronarse. La roca maciza de la cima que da nombre a este promontorio ha sido diezmada desde el siglo XVIII, cuando de su cúspide se extrajeron toneladas de piedras con las que se edificaron la fachada y la torre de la catedral de Málaga. En el siglo XX aún continuó la actividad extractiva de una cantera cercana. La erosión, los movimientos sísmicos y las lluvias torrenciales están terminando de socavar la base de esta cumbre con forma de cráter volcánico que dibuja uno de los hitos paisajísticos más identificables de la ciudad de Málaga. Tras alcanzar su cima y comprobar in situ recientes desprendimientos, EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com ha consultado a varios expertos sobre los peligros de un futuro derrumbe. Ninguno descarta que esta amenaza se haga realidad en el momento más inesperado, incluso ven necesario un plan de estabilidad.

EL monte Coronado se sitúa a espaldas de Málaga como uno de las últimas elevaciones del valle del monte_coronado2Guadalmedina, flanqueado por el barrio de La Palma-Palmilla, la barriada de La Roca y el centro comercial Rosaleda. La figura inconfundible de su cima da nombre a esta elevación y es reconocible como uno de los símbolos de la ciudad. Esta meseta rocosa que en su día tuvo forma circular, hoy es una media luna que ha sufrido desprendimientos en su base y los expertos no descartan que se acabe por desmoronar.

EL profesor de Geología de la Universidad de Málaga (UMA), Iñaki Vadillo, afirma que la existencia “de bloques en la falda del monte nos prueba que ya ha habido caídas, por lo que es de esperar que algún día las haya de nuevo. Que no será mañana, pasado o en diez años, pues a lo mejor, pero es probable que algún día vuelva a ocurrir. Por tanto sería deseable que se hiciera algún estudio de estabilidad de la roca, para cuantificar el riesgo geológico de caídas de bloques en esa zona”.

UNA opinión que coincide con la del presidente del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), el malagueño Juan José Durán Balsero: “No se ha hecho y sería necesario un análisis en detalle de la situación del monte Coronado porque efectivamente puede haber un peligro de derrumbe al estar muy degradado el sustrato arcilloso sobre el que se asienta su cima”. También el presidente de la Federación Andaluza de Espeleología, José Antonio Berrocal, señala que un movimiento “sísmico o unas lluvias torrenciales podrían alterar sustancialmente la fisonomía actual del monte”.

CATALOGADO como una “elevación topográfica de interés” por la normativa monte_coronadourbanística municipal, el popularmente conocido como ‘Coronao’ goza de una protección especial por la que se prohíbe cualquier tipo de edificación cerrada permitiéndose tan sólo la instalación de miradores. Esta misma normativa prevé futuros “planes de mejora, utilizando las cimas como espacios estratégicos para su uso público”. Una protección de la que no ha gozado siempre. El aparejador jefe de la Catedral de Málaga, Fernando Ramos, señala que de la gran masa de piedra que lo corona se extrajeron las piedras con las que se construyeron la fachada y la torre de la catedral en el siglo XVIII. Julio Tapia, un vecino de Málaga gran conocedor de la zona, añade que la actividad extractiva continúo hasta bien entrado el siglo XX.

NO obstante, el monte Coronado no ha suscitado ningún debate municipal. Tan sólo Izquierda Unida ha requerido su reforestación como una de las peticiones orientadas a mejorar las condiciones del barrio con el que limita, La Palma-Palmilla.