Una vecina envía a EL OBSERVADOR las imágenes de la tala y señala que ni siquiera una patrulla de la policía local sabía que la intervención había sido autorizada

11/03/15. Medio Ambiente. Una lectora de EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com ha remitido varias imágenes en las que se aprecia cómo el Ayuntamiento de Málaga ha optado por la solución más rápida y fácil: cargarse unos árboles porque sus raíces empezaban a levantar las aceras y algunas ramas molestaban a varios vecinos. La tala tuvo lugar el viernes pasado a petición expresa de...

...la asociación de vecinos de la barriada. Sin embargo, una residente de calle Brahms, que nos hace llegar estas fotografías, lamenta la drástica decisión del Consistorio. “Claro que levantaban las aceras, es que no se tenían que haber plantado estos árboles en su momento. Un jardinero suele cortar bien las ramas para que el ejemplar no siga creciendo. Al no seguir creciendo, no tienen por qué seguir creciendo las raíces. Se podían haber controlado de esta forma”, defiende.

JOSÉ Manuel Alday lo explicaba el sábado pasado en su sección Cosas de la Ciudad en el diario Sur. “En la calle Brahms de la barriada de La Paz se procedió ayer a la tala de unos ficus de gran tamaño que debido al volumen de sus raíces estaban causando daños y levantando el acerado. Al ser ejemplares tan grandes, las ramas también se estaban introduciendo en las casas de los vecinos, por lo que tras ser solicitado por la asociación de vecinos de la barriada, el Ayuntamiento, a través de personal de Parques y Jardines, procedió ayer a arrancarlos para arreglar el acerado y ser sustituidos por otros menos dañinos, siguiendo el plan especial de arbolado, según informaron desde la propia asociación de vecinos que había solicitado esta actuación”. En la imagen que sigue, tomada por la aplicación Google Street View, puede comprobar de qué magnitud era uno de los árboles talados.


LA
vecina que remite las imágenes que siguen a continuación no está conforme con la tala de estos ejemplares, que de hecho, “no son ficus”. La lectora asegura ser jardinera, por lo que recuerda que un jardinero lo que suele hacer es “cortar bien la rama” para que el ejemplar en cuestión “no siga creciendo”, y de este modo lograr controlar las raíces. Teme que los anteriores árboles ahora sean reemplazados por “naranjitos o palmeritas”, “como vienen haciendo”. “Esos árboles eran irreemplazables”, asegura, y entiende, de hecho, que estuviesen levantando las aceras, ya que para empezar “no se tenían que haber plantado en su momento”.




ESTA
lectora asegura, además, que cuando se encontró con el destrozo arbóreo realizó una fotografía con su teléfono móvil, lo que motivó que un agente de la policía local se le acercase a inquirir qué hacía. Ella respondió que era vecina de la zona y que no veía “normal” la tala, tal y como se había efectuado. El agente reconoció entonces que a él no se le había notificado que esta actuación iba a tener lugar ese mismo día, a pesar de que se trata de una intervención municipal. De hecho, esta vecina en cuestión también denuncia la opacidad con la que se revistió todo el proceso, ya que el camión que retiró los árboles talados ni siquiera llevaba a la vista un logo que identificase la empresa contratada para tal tarea.

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