“España es el país que tiene mayor variedad de pinos piñoneros, siendo los primeros productores del mundo, pero como en muchos otros productos, digamos por ejemplo la castaña o las fresas, se reservan los mejores para la exportación”

Cocina vegetal

Por Dela Uvedoble


15/03/22. Opinión. La conocida escritora malagueña Dela Uvedoble comparte con los lectores de EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com recetas de ‘su’ cotidiana cocina vegetal: “Aquí encontrarán recetas sencillas y familiares, la mayoría malagueñas. Son las comidas que preparo para los míos, sanas, económicas y... totalmente vegetales”. Esta semana nos trae una receta...

...de pasta con verduras y piñones. Pasen y pónganse el delantal.

Receta 60. Conchas con aderezo templado de verduras

De las infinitas formas en la que podemos comer los cereales son sin duda la pasta y el pan, ya sea en forma de hogaza, tortilla o tacos, las más consumidas en el mundo. Si tuviéramos que dejar, por las razones que fuesen, de tomar algún alimento creo que nadie renunciaría a comer, al menos, uno de estos dos.


Esta receta sirve como plato único, pues el tofu y los piñones aportan proteínas a los hidratos de la pasta y a la fibra y vitaminas de las hortalizas.


Ingredientes

—2 berenjenas gorditas
—Miel de caña
—8 tomates secos conservados en aceite
—Un puñadito de piñones
— 250g de pasta gruesa y estriada
—Orégano
—Mozzarella vegana o, como en este caso, un bloque de tofu crema
—Pimienta negra
—Aceite de oliva

Preparación

1)
Precalentar el horno a 180º y poned a asar las berenjenas, pinchándolas varias veces para evitar que explote la piel por efecto del calor. Cuando estén listas, envolved en papel de aluminio y reservad.



2) Tostad los piñones en una sartén con poco aceite. Tened cuidado que enseguida se queman. Poned en una fuente y añadid los tomates secos en aceite cortados a trozos (es fácil con unas tijeras) que se puedan comer de un bocado. Añadid un puñado de orégano y el aceite de los tomates.

3) Cortad en dados el tofu y disponedlo en una bandeja. Salpimentar y pintarlo con la mezcla anterior.

4) Coced la pasta según los tiempos que diga el fabricante, escurrid y reservad. El motivo de escogerla con estrías es porque así absorbe mejor los sabores de los condimentos.


5) Abrid las berenjenas y sacarles la pulpa con una cuchara, poniéndola en un bol y aliñándola con sal, ajo en polvo, otro poco de aceite y miel negra (como aquí se llama a la melaza).

6) Disponed en una bandeja de servicio la pasta y mezclarla con la berenjena. Echad por encima el tofu que habíamos preparado.

7) Este plato se sirve templado. Si hiciera falta, dadle un toque de microondas sin miedo. Deja en la boca un contraste agridulce muy agradable, la miel negra equilibra la acidez del tomate.


Lumaconi, suculento molusco

Hacía tiempo que dormían en mi despensa estos caracoles y yo no encontraba ocasión de prepararlos. Me refiero, por supuesto, al tipo de pasta utilizada en este plato: lumaconi, cuya traducción al español es caracol por su parecido con la concha de este. Aunque lo suyo es rellenarlos se me ocurrió hacer con ellos esta receta y no fue mala la idea. Para quien quiera prepararla le aconsejo una pasta más pequeña, pero al igual que esta, con estrías.

Piñones, las perlas de la despensa

Y lo digo por su precio, unos nueve euros/100g. El pino piñonero tarda en dar rendimiento entre 20 y 30 años, recolectándose su fruto entre otoño y principios de primavera. El día de la Ascensión, cuaja el piñón dice un refrán labriego; esa fecha, que conmemora la subida a los cielos de Jesús, es movible en el calendario pues hay que contar cuarenta días después del domingo de Resurrección, lo que viene a ser a mucho tardar, finales de mayo.


Ascensión de Jesús, obra de Giotto. Capilla Scrovegni, Padua (Italia) 1305

Es bastante laboriosa la extracción de la semilla pues se hace de forma manual. Para sacar un kilo de piñones hay que espulgar entre 35 y 40 kilos de piñas.


España es el país que tiene mayor variedad de pinos piñoneros, siendo los primeros productores del mundo, pero como en muchos otros productos, digamos por ejemplo la castaña o las fresas, se reservan los mejores para la exportación, política de mercado que debe ser pingüe, aunque a los de aquí nos apañen con cucharita de palo. Hace poco he visto a la venta en supermercados unos piñones la mitad de baratos que los patrios, también mucho más pequeños e irregulares y con el etiquetado de “producido fuera de la UE”. Luego los medios nos hacen sentir culpables si no consumimos productos de cercanía o kilómetro cero sin tener en cuenta los escuetos sueldos con los que sobreviven bastantes familias. Alguien dijo: “detrás de un producto barato hay dos pobres: el que lo produce y el que lo compra”. No será menda quien le lleve la contraria.

Sobre el piñón encontramos abundantes refranes: tener boquita de piñón era la metáfora para describir unos labios bonitos, al menos hasta que llegó la moda de recauchutárselos.

Estar a partir un piñón se utiliza para referirse a personas que se llevan tan bien que compartirían lo más ínfimo. Parece que en origen la frase era estar a partir un quiñón, que eran porciones de tierra de labranza compartidas en comunidad, así que para que los trabajos fuesen equitativos los arrendatarios debían llevarse más que bien. El tiempo fue borrando la costumbre y la palabra, por razones fonéticas, pasó a sustituirse por piñón que también resulta bien traído. A tener en cuenta que para los antiguos griegos este fruto diminuto tenía propiedades afrodisíacas.


Nélida Piñón, la escritora que se mueve entre dos mundos

Nacida en Rio de Janeiro en 1934, hija y nieta de emigrantes gallegos, premio Principe de Asturias 2008, retornó a España con diez años y desde entonces dice que no se siente extranjera en ninguna parte porque tiene dos patrias.


Influida por autores que marcaron su vida como el argentino Julio Cortázar y los brasileños Joaquím Machado de Assis y Clarice Lispector (quien además de admirado ejemplo fuera amiga íntima y parte importante de su vida personal) siempre deja patente en sus novelas la naturaleza del emigrante; no concibe escribir de este tema sin echar mano a lo autobiográfico.

Nélida ha sido la primera mujer en recibir el premio Juan Rulfo (1995) y también en ser presidenta de la Academia Brasileña de las Letras.

En su libro “El pan de cada día” leemos:
El pan garantiza la dignidad y yo luché por eso. Ser libre en la pobreza es mejor que ser esclava de la lógica de la riqueza. Por eso siempre escribe sin alianzas espurias.

El nombre de Nélida es, como ella descubrió tardíamente, un anagrama del nombre de su abuelo, Daniel, al que siempre estuvo muy unida.

La escritora Nélida Piñón dando su discurso de galardonada en la entrega de los Premios Príncipe de Asturias 2008

Tomates secos, quien tuvo, retuvo

Los libros de cocina dicen que el secar los tomates y conservarlos en aceite es una tradición italiana, como prueba aportan la gran cantidad de recetas de pasta que lo llevan entre sus ingredientes, y cierto es, como que tampoco es mentira que en el Levante español existe la misma costumbre.


Se parten las olorosas frutas en dos y se dejan al sol sobre una bandeja de madera, cubiertas de sal durante unos diez días. Se verá como van perdiendo agua, arrugándose. Cada jornada se abrirán más con ayuda de los dedos para conseguir que los rayos solares penetren bien y sequen toda la carne. De noche se meten dentro de casa para evitarles el relente. Este proceso se hace en verano, época en la que el tomate está en su esplendor.

Después se enjuagan para quitarles el exceso de sal, se secan y se meten en tarros con un buen aceite de oliva, junto a un par de ajos. Y listos para condimentar una ensalada, unas tostadas o colorear un arroz blanco.

Yo admito que los compro envasados, no tendrán tanto agro-glamour, pero hacen el mismo avío.

Bon profit!

Puede ver aquí anteriores recetas de Dela Uvedoble.