Habla de los sueños que va truncando la necesidad de mantener una familia. De cómo la mujer ejerce de cohesión a costa de su propio perfil como persona”

OPINIÓN.
Complementos circunstanciales
Por Javier Cuenca. Periodista


30/09/22.
 Opinión. Cultura. Javier Cuenca, periodista (principalmente de cultura) y escritor esporádico, que en la actualidad compagina tareas como crítico de cine y mantiene la web www.oxigenarte.info (AQUÍ), en su colaboración semanal con la revista EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com, escribe sobre el largometraje «El despertar de las hormigas» de Antonella Sudasassi: “El trabajo tanto desde su guión...

...como, finalmente, en la pantalla de Sudasassi es una muestra fehaciente del agobiante mundo hogareño que envuelve a la mujer”.

«El despertar de las hormigas», de Antonella Sudasassi


https://www.youtube.com/watch?v=lql0qbSvPmw

Me viene para este viernes a la memoria una cinta cuya cercanía (a veces tan lejana como todo lo que nos ocurre y transita) no parece estar considerada si un hecho circunstancial no nos sorprende a la vera.

«El despertar de las hormigas» es una película íntima; tan cotidiana que perece estar sucediendo justo al lado. Sin la aparatosidad de otras propuestas que recurren a argumentos más radicales o novelados, el trabajo tanto desde su guión como, finalmente, en la pantalla de Sudasassi es una muestra fehaciente del agobiante mundo hogareño que envuelve a la mujer.


Esta coproducción Costa Rica-España, que habla de los sueños que va truncando la necesidad de mantener una familia. De cómo la mujer ejerce de cohesión a costa de su propio perfil como persona, y de cómo se ha estructurado la sociedad para llevarla por un camino obligado a base de tradiciones y de hacerla sentir culpable si no está de acuerdo con el entorno que ha sido creado para ello.

Para todo esto Sudasassi cuenta con la inestimable ayuda interpretativa de Daniella Valenciano (Isa), que lleva al personaje a través de su propia tragedia íntima y de su deseo de cambio con ritmo suave y envolvente, de una manera casi poética en la tragedia que -a veces- implica ser mujer en un mundo patriarcalmente desaforado, que reside tanto más en sus silencios que en sus diálogos, y todo ello gracias a la envoltura de una sencilla y convincente puesta de escena.


De esta manera, Sudasassi va dibujando los propios roles de género que conjuga un «todo» ajeno, sin enemigos puntuales más que la propia tradición que delimita cualquier otra salida que no sea el propio hogar.

Con su sexualidad ordenada y una maternidad indiscutible que la protagonista de «El despertar de las hormigas» consigue paralizar con un gesto de locura transgresora y puramente ocasional.


Cabe destacar la complicidad que la dirección fotográfica de Andrés Campos consigue con la narración, sin gran parafernalia y sometida siempre a los espacios narrativos; así como la sugerente música de Sergio de la Puente, que permiten a Sudasassi conseguir una película tan cercana, tan creíble y tan humana. Tan descriptiva de dolor íntimo de la maternidad impuesta, de la aborrecible familiaridad con la que se suprime la humanidad femenina a base de imponerle un entorno, la mayoría de las veces, hostil o no deseado.

Cine para reflexionar desde una contenida narrativa que va dejando llevar a través de la butaca.

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