“En la actualidad estamos asistiendo con cierto temor a una crisis muy fuerte que amenaza con empañar los logros obtenidos del gobierno de coalición

OPINIÓN. Compromiso con Andalucía. Por José Antonio Jiménez Ramos
C
oportavoz de Iniciativa del Pueblo Andaluz


13/03/23. Opinión. José Antonio Jiménez, docente jubilado y coportavoz de Iniciativa del Pueblo Andaluz (IdPA), escribe en su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre la crisis del gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos: “Creo que ambos grupos han traspasado algunas líneas que no deberían haberlo hecho, porque han impedido que el gobierno tuviera un final de legislatura más cómodo y...

...más entregado a hacer una buena labor comunicativa que permitiera, de manera más nítida, asegurar una continuidad del actual espacio de gobierno. Nos va ello un cambio en profundidad del estado, frente al tremendismo de las derechas extremas y vociferantes”.

Cuando las crisis son una oportunidad

Desde hace varias semanas permanece en la agenda política la reforma de la “Ley solo sí es sí”. No voy a entrar en las razones de este estancamiento de la actividad del gobierno central. Solo poner de manifiesto algo que creo que es bastante habitual en este asunto, la perplejidad ante lo que ocurre.


Unas dicen que la responsabilidad es del Psoe y otras dicen que es de Unidas Podemos; pero creo que en este asunto la única cuestión que concita acuerdo es que las derechas están encantadas del espectáculo que están dando, a escasas semanas de las elecciones municipales y a pocos meses de la generales, las socias de gobierno. Por tanto, como primer elemento de crisis, el gobierno aparece ante la opinión pública, dividido.

Pero hay más elementos de crisis gubernamental, los hay y no voy a perder el tiempo en describirlos de manera pormenorizada, porque algunos son ya muy conocidos y asumidos (participación de España en la guerra, no derogación de la Ley mordaza, actuación de la fuerzas del orden en Melilla, etc). Estas crisis se pueden entender en el diálogo de dos fuerzas políticas que no defienden un mismo programa desde el punto de vista de cada uno de los grupos.

Es un asunto lógico, no es lo mismo PSOE y Unidas Podemos. Pero la lógica se pierde en tanto en cuanto hay un acuerdo programático que podemos asumirlo desde la perspectiva de un mínimo común que pone a este gobierno a una altura impensable hace solo 5 años. Los logros del gobierno superan con creces las actuaciones de los gobiernos en solitario del PSOE y, por supuesto, desde una perspectiva progresista, muy por encima de cualquiera de los gobiernos de la derecha española. Esto lo creo firmemente y, por ello, defiendo a este gobierno tras casi cuatro años de labor diaria y de avances sociales. Tampoco voy a enumerar los logros, basta ver cómo estábamos entre 2011 y 2018 y comparar el volumen de acuerdos y de leyes progresistas actuales para valorar lo que digo.


Pero no cabe la menor duda que en la actualidad estamos asistiendo con cierto temor a una crisis muy fuerte que amenaza con empañar los logros obtenidos del gobierno de coalición. Creo que ambos grupos han traspasado algunas líneas que no deberían haberlo hecho, porque han impedido que el gobierno tuviera un final de legislatura más cómodo y más entregado a hacer una buena labor comunicativa que permitiera, de manera más nítida, asegurar una continuidad del actual espacio de gobierno. Nos va ello un cambio en profundidad del estado, frente al tremendismo de las derechas extremas y vociferantes que pretenden por cielo, mar, tierra e internet acabar con este período progresista.

Por ello, hay señales que permiten ser optimistas. La primera de ellas, ha sido el 8 de marzo, dentro del enfrentamiento visible al que me refería al principio, ha sucedido de manera directa e indirecta una bajada de la presión sobre ese asunto y a continuación ha aparecido el acuerdo sobre las pensiones, muy necesario a todas luces y que como corresponde ha hecho saltar a los menos solidarios, en contra de ese acuerdo.

Otra señal muy importante, las relaciones entre Sumar y los dirigentes de Podemos están apaciguadas, o mejor dicho, Yolanda Díaz ya ha conseguido serenar la tormenta morada que ha estado durante demasiadas semanas poniendo obstáculos innecesarios. Todo apunta que habrá un acuerdo y no será muy tarde. Otro efecto positivo de la crisis. Y finalmente, otra señal importante Pedro Sánchez ha pedido a su gente que se pongan a resolver asuntos de calado, del gobierno como es la aprobación de la Ley de vivienda, uno de los obstáculos que ha tensado en exceso las relaciones entre los socios. Esta ley de cara a las elecciones municipales, va a resultar fundamental en el relato progresista. Era un clamor de los ayuntamientos dentro de la FEMP, que ese instrumento, que prácticamente estaba terminado en su desarrollo, se aprobara antes del final de esta legislatura.

Pues nada, después de la tormenta (crisis) llega la calma (aprobación de avances sociales). Esa oportunidad no se puede perder, dentro de la lógica de la diversidad el acuerdo es posible y los dirigentes de ambos sectores deben abandonar las posiciones numantinas, porque es necesario dar el mensaje completo del gobierno de coalición. Esta es la primera parte de ese gobierno, a partir de diciembre próximo es necesario hacer posible una segunda parte fundamental para el cambio social y cultural que necesitamos. Estamos en ello.

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