“En esto de las ventas de armas pasa como en los embarazos, no se puede estar a medias tintas, o se vende o no se vende. Y resulta muy cínico estar a favor de la paz y seguir produciendo armamento y, sobre todo, creer que la gente no se va dar cuenta”
OPINIÓN. Compromiso con Andalucía. Por José Antonio Jiménez Ramos
Coportavoz de Iniciativa del Pueblo Andaluz
08/04/24. Opinión. José Antonio Jiménez, docente y coportavoz de Iniciativa del Pueblo Andaluz (IdPA), escribe en su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre el negocio de la guerra: “Asistimos a una especie de discurso perfecto que, por un lado, defiende la paz y la convivencia entre los países de nuestro entorno más cercano y, al mismo tiempo, entre esos países se lleva a cabo la...
...“buena práctica” de competir entre ellos para ver quiénes aportan (venden) más armas al conflicto bélico ruso-ucraniano”.
Basta de medias tintas, las armas provocan guerras
La paz no es compatible con la venta de armas, es un axioma, le guste a algunas o no. Si se venden armas la consecuencia es la falta de paz. Díganme ingenuo, lo acepto, pero creo que la ingenuidad en algunos casos es más que necesaria.
Esto viene al caso, porque asistimos a una especie de discurso perfecto que, por un lado, defiende la paz y la convivencia entre los países de nuestro entorno más cercano y, al mismo tiempo, entre esos países se lleva a cabo la “buena práctica” de competir entre ellos para ver quiénes aportan (venden) más armas al conflicto bélico ruso-ucraniano.
Nótese que he edulcorado/blanqueado una guerra entre dos estados soberanos al señalarla como conflicto bélico, que nos puede parecer que es una cuestión menor. No nos equivoquemos, es una guerra en toda su dimensión.
Pero no queda la cosa ahí, porque aún somos más perfectos, mientras el presidente del gobierno hace un “buen” trabajo exigiendo un acuerdo europeo, a fecha cerrada, sobre el reconocimiento de Palestina como estado soberano, su ministro de Exteriores se parte el alma intentando convencernos de que no vendemos armas a Israel, cuando está comprobado que España surte de diverso material bélico por valor de varios de cientos millones de euros en los últimos meses al estado israelita.
En esto de las ventas de armas pasa como en los embarazos, no se puede estar a medias tintas, o se vende o no se vende. Y resulta muy cínico estar a favor de la paz y seguir produciendo armamento y, sobre todo, creer que la gente no se va dar cuenta.
Además de este preámbulo necesario es insoportable la situación en Palestina. Basta ya de medias palabras, basta ya de justificar lo injustificable, es una situación tan horrible que no sabemos qué adjetivos utilizar para maldecir a Israel y su gobierno. Lo penúltimo es el ataque a una ONG que trataba de ayudar a la población palestina a superar la situación gravísima por la falta de alimentos. Dicen, los israelíes que ha sido un error. ¡Mentira!, y mil veces mentira.
Justamente el mismo día del ataque a los tres vehículos de la ONG mencionada, se ha conocido que Israel viene utilizando, desde hace siete meses, un programa basado en Inteligencia Artificial, que tiene identificado a más de 30000 personas en Gaza, que supuestamente son miembros de Hamás. Además tienen las coordenadas de las posiciones de todas estas personas con un error posible de unos pocos metros, de manera que viene eliminando sistemáticamente a todas ellas mediante el uso de bombas “tontas”, que es una forma barata de eliminar al “enemigo” ya que no necesita un destino exacto, sino aproximado.
De esta manera es como han destrozado viviendas, instalaciones civiles, escolares y hospitalarias porque, según la inteligencia israelí eran refugios de terroristas. ¿Quién va a creer a estas autoridades? Ellos saben a quienes dirigen sus armas que les venden los países que no son capaces de parar este exterminio sistemático de un estado como Palestina. Esta es la realidad de un mundo en guerra. Armas que producen grandes negocios y guerras que necesitan armas.
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