La violencia no es algo que se ciñe exclusivamente al golpe que ensangrienta hasta matar. Existe la violencia que nadie quiere ver”

OPINIÓN. Enredada con Iniciativa. Por María José Torres
Coportavoz de Iniciativa del Pueblo Andaluz (IdPA). Psicóloga sanitaria


25/11/22. Opinión. María José Torres, técnica de inserción laboral y coportavoz de Iniciativa del Pueblo Andaluz (IdPA), en este 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres, escribe en su colaboración para este especial de EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre la Violencia de Género: “Como dice la ONU, la violencia contra mujeres y niñas es una de las violaciones de los derechos...

...humanos más extendidas, persistentes y devastadoras del mundo actual sobre las que apenas se informa debido a la impunidad de la cual disfrutan los perpetradores, y el silencio, la estigmatización y la vergüenza que sufren las víctimas”.

Usar “o” tirar. Una preposición que incomoda y que mata

Hoy es 25 de noviembre, donde denunciamos la violencia que se ejerce sobre las mujeres en todo el mundo, reclamando políticas que la erradiquen: hablo del Día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer. Se que es cuasi imposible pero mi deseo es que este día no tenga ninguna referencia a lo expuesto. La violencia contra lo más débil no es del agrado de nadie y mucho menos la ejercida contra la mujer. Quiero creer que los hombres entienden que somos madres, hermanas… y no algo de usar “o” tirar.

La convocatoria fue iniciada por el movimiento feminista latinoamericano en 1981, en conmemoración de la fecha en la que fueron asesinadas, en 1960, las tres hermanas Mirabal en la Republica Dominicana.

La violencia no es algo que se ciñe exclusivamente al golpe que ensangrienta hasta matar. Existe la violencia que nadie quiere ver. Muchos hombres no la quieren ver cuando hacemos usos del “o”. Pero hoy en muchas casas hay mujeres de usar o, peor aún, de tirar. Dedicadas en cuerpo y alma a los cuidados de la parte familiar masculina como serviles esclavas, mujeres que son tratadas como objetos. Verbalizo también de la prostitución y de la trata de mujeres, meras mercancías, hablo de niñas obligadas a contraer matrimonio, la mutilación genital en base a no se sabe bien que pureza, etc. Como vemos la violencia contra la mujer no es cuestión de una cultura u otra, de un país u otro, es algo estructural del sistema patriarcal en el que vivimos.

Este patriarcado es tan cínico que solamente hay que ver la reacción de la judicatura y de los poderes más arcaicos y rancios de nuestra sociedad, contra la “ley del sí solo es si”. La Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual.


La celeridad que se han dado determinados jueces en modificar y reducir las penas de violadores y maltratadores sin consultar a la fiscalía por poner un estamento judicial que dice que se está actuando mal en el entendimiento de dicha legislación. Es cómica la rapidez que algunos jueces están ejercitando cuando de todas sabemos que la judicatura española es conocida por su lentitud y tardanza ante determinados temas.  Es triste ver como algunos medios de comunicación y sus voceros están poniendo el grito en el cielo por la reducción de penas y señalando con el dedo, como no, a una mujer a la que están acusando y culpabilizándola de todo, incluso de la desidia judicial. Eso sí, no hablan que son unos pocos jueces los que están reduciendo las penas a un reducido número de energúmenos. Repito, son unos pocos jueces que pasan de soslayo los agravantes que impedirían la reducción de las condenas y el señor Bendodo mintiendo y diciendo barbaridades, intentando generar una crisis de gobierno. Lo entienden: intentando generar una crisis en un gobierno progresista que ha trabajado por hacer una sociedad más justa y segura: están usando los intereses políticos, de partidos, en una cuestión que debería ser un asunto de todas y todos. Generando una alarma social inexistente con afirmaciones tan arriesgadas como el decir que se están excarcelando a cientos de abusadores, además de decir que se está produciendo un efecto llamada a otros tantos de cientos de violadores al insinuar que ciertas aptitudes contra las personas más débiles están dejando de ser perseguidas por las leyes que nos imponemos. La realidad es que han pedido la revisión de sus penas diecisiete personas y que las mismas están a la espera del estudio de sus expedientes y agravantes.

Hoy por hoy el tejido asociativo que gira alrededor de la lucha contra la violencia de las mujeres no está movilizándose. Es más, aquí los que protestan o gritan al aire son ciertos hombres como se ha comentado.

Como dice la ONU, la violencia contra mujeres y niñas es una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas, persistentes y devastadoras del mundo actual sobre las que apenas se informa debido a la impunidad de la cual disfrutan los perpetradores, y el silencio, la estigmatización y la vergüenza que sufren las víctimas.

En forma general, la violencia se manifiesta de forma física, sexual y psicológica e incluye:

  • violencia por un compañero sentimental (violencia física, maltrato psicológico, violación conyugal, femicidio);
  • violencia sexual y acoso (violación, actos sexuales forzados, insinuaciones sexuales no deseadas, abuso sexual infantil, matrimonio forzado, acecho, acoso callejero, acoso cibernético);
  • trata de seres humanos (esclavitud, explotación sexual);
  • mutilación genital, y
  • matrimonio infantil.

Como vemos es una violencia estructural que se da universalmente. Muchas veces conductas simples, que sustentan está estructura, pasan desapercibidas y no se les da importancia, siempre se ha justificado y se ha responsabilidad a las mujeres de ella.

En los últimos años estamos viviendo un repunte de conductas violentas contra las mujeres, y es llamativo que, entre los menores y adolescentes, según la Delegación de Gobierno contra la Violencia de Género, más del 10% de mujeres menores, hayan sido víctimas de insultos, alejadas de sus familias y amistades, presionadas para realizar actividades sexuales que no deseaban, control de las redes sociales y del móvil por parte de sus parejas, etc. Luego nos escandalizamos cuando vemos en las noticias barbaridades sobre mujeres que han sido violadas en grupo, asesinadas, acosadas, etc.


Pero continuamente la sociedad está justificando el comportamiento machista, patriarcal que impera en nuestra sociedad. Y determinados medios de comunicación o personas relevantes contraponen el concepto de feminismo contra machismo, cuando no tienen nada que ver; uno pide igualdad de derechos de las mujeres (con respecto al resto de la sociedad, lo que se resume en la igualdad de todas y todos) y el otro quiere seguir manteniendo la supremacía del hombre sobre la mujer.

Estamos hablando de tantas conductas que están incrustadas en nuestra sociedad que hacen posible que se siga justificando la violencia contras las mujeres, y se pueda erradicar esta lacra social que cada año genera miles de víctimas en todo el mundo. Hay muchos ejemplos, las películas de Disney donde todo se encuentra estereotipado y desde pequeñas nos enseñan a pensar en masculino. Frases como: “…mujer y como todas, es veneno…” …”si eres lo suficientemente guapa…”  “…debes estar calladita…”. Son frases de películas como Blancanieves, la Sirenita, La Cenicienta, etc. Son los hombres a quienes se les da el protagonismo, asumiendo el 60% de los diálogos. Donde se vende el amor romántico y la aceptación de la supremacía del hombre sobre la mujer.

Hay un texto de L’Arrabbiata de Paul Heyse, donde se ve esto de forma muy clara:

“Usted no le ha conocido, padre, y no sabe que sólo él es el culpable de la enfermedad de mi madre.
- ¿Cómo puede ser eso?
-Porque él la maltrato; le pegaba y la pisoteaba. Aún me parece estar viendo las noches en que regresaba a casa enfurecido. Ella no le replicaba ni una palabra y hacía todo lo que él le mandaba; pero él le pegaba de tal modo, que el corazón quería saltarme en pedazos. Yo me cubría la cabeza con la sábana y fingía dormir, pero me pasaba la noche llorando. Y él, cuando la veía tirada en el suelo, se transformaba súbitamente, la levantaba en brazos y la besaba de tal modo, que ella gritaba que la iba a ahogar. Mi madre me prohibió decir una palabra a nadie; pero todo esto la ha consumido y debilitado tanto que nunca más ha vuelto a tener salud, desde que murió él, hace ya muchos años. Y mi madre se muere antes de tiempo, yo sé bien quién es el que la tronchado.
El curita meneo la cabeza y parecía incluso indeciso sobre el problema de hasta qué punto debía dar la razón a su joven penitente.
Finalmente dijo:
-Perdónale, como tu madre le ha perdonado. No fijes más tus pensamientos en aquellas tristes escena, Laurella. Ya vendrán mejores tiempos para ti, tiempos que te harán olvidar todo lo anterior”.

En la actualidad determinados estamentos sociales siguen tapando, escondiendo, cuando no justificando este tipo conductas violentas contra las mujeres en todos sus ámbitos.

Por eso creo que es tan importante la educación en igualdad, desterrar determinados mitos como por ejemplo el amor romántico, y dejar de enfocar todo lo malo, con el lado femenino y todo lo bueno en el masculino, abandonar los estereotipos. Las mujeres queremos los mismos derechos y las mismas oportunidades que los hombres, y no somos feminazis ni estamos en contra de los hombres, son la otra mitad de nuestra sociedad y son compañeros, padres, amigos, hermanos, etc. Yo al menos pido un espacio de iguales sin mirar lo que tengamos entre las piernas: todas y todos somos personas.

Necesitamos políticas serias basadas en el destierro del patriarcado. Las mujeres estamos cansadas de minutos de silencio u otros actos en las puertas de las instituciones públicas. Creo que va siendo hora de que no seamos parte de un calendario que celebra días reivindicativos sin más con cientos de manifiestos.

Puede leer aquí anteriores artículos de María José Torres.