“Sinceramente creo que no sería necesaria ninguna legislación si de verdad se invirtiese en políticas de igualdad y en educación para una igualdad real entre hombres y mujeres. Si de verdad la norma fuera buscar lo mejor para todas y todos"
OPINIÓN. Enredada con Iniciativa. Por María José Torres Gómez
Coportavoz de Iniciativa del Pueblo Andaluz (IdPA). Psicóloga sanitaria
08/03/23. Opinión. María José Torres Gómez, técnica de inserción laboral y coportavoz de Iniciativa del Pueblo Andaluz (IdPA), escribe en su colaboración en el especial por el 8M Día Internacional de la Mujer de EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre la situación actual de las mujeres: “En pleno siglo XXI, aún tenemos que seguir luchando por la brecha salarial, por el cese de la violencia machista contra...
....las mujeres, en lo que va de año ya han sido asesinadas 7 mujeres y eso que acabamos de empezar 2023, por el acoso sexual y callejero, por el ciberacoso, por un reparto equitativo de las tareas domésticas, por el techo de cristal, etcétera”.
Día 8M: reivindicando la celebración
Este 8 de marzo volveremos a tomar las calles para reivindicar una igualdad real entre mujeres y hombres y el fin de las discriminaciones y las violencias contra las mujeres.
En pleno siglo XXI, aún tenemos que seguir luchando por la brecha salarial, por el cese de la violencia machista contra las mujeres, en lo que va de año ya han sido asesinadas 7 mujeres y eso que acabamos de empezar 2023, por el acoso sexual y callejero, por el ciberacoso, por un reparto equitativo de las tareas domésticas, por el techo de cristal, etcétera.
Como vemos no faltan razones para seguir en la lucha, deseando que un día 8 de marzo no haya nada que reivindicar de manera institucional, y solo forme parte de la historia de la lucha de las mujeres y hombres.
Pero está manifestación no es igual en todos los países, de hecho, en algunos está prohibida, como Afganistán, Arabia Saudí, Corea del Norte o Sudán del Sur. Aquí nos obligamos como mujeres, como personas, a reivindicar la pérdida de derechos de nuestras hermanas, ante la imposibilidad que tienen ellas. Hay que exigir a nuestros gobiernos que adopten un compromiso firme sobre la situación de los derechos que las mujeres tienen en estos países. Las democracias cuyos políticos salen a la calle a decir que este 8 de marzo también es suyo deben plantear políticas que apaguen las políticas patriarcales de ciertos países que incluso asesinan de manera institucional. Otras problemáticas que se sufren en estos países, además de lo mencionado, están las que ejerce la propia sociedad machista sabiendo que las leyes la protegen: la ablación, la esclavización doméstica, etcétera. Y me he callado el tema de ciertos países que sufren guerras donde las mujeres ya somos consideradas como simples mercancías o botines; además de ser receptoras del terror como bien clamaba un tal Queipo de Llano en Sevilla.
Centrándonos en nuestro país, el presidente del gobierno ha anunciado una medida estrella de cara a las elecciones y al 8M: garantizar la paridad por ley en las empresas y en la política, esto está muy bien. Una más en una formulación que es hasta cuasi imposible de realizar a no ser que este hablando del sector público y del apartado político. Es casi imposible porqué, por poner ejemplos, solamente tenemos que ver las listas electorales de las próximas municipales; la mayoría están encabezadas por hombres a pesar de que no dispongan de la debida cualificación para ponerse por delante de cualquier mujer cualificada. Y esto, tristemente, sucede desde opciones progresistas coaligadas con el señor Pedro Sánchez donde al parecer lo importante es hacer listas cremallera en vez de plantear lo mejor para la sociedad de todas y todos. Es de pena que se tengan que plantear leyes como la anunciada para este 8 de marzo donde las capacidades de miles de mujeres sean tenidas en cuenta.
Sinceramente creo que no sería necesaria ninguna legislación si de verdad se invirtiese en políticas de igualdad y en educación para una igualdad real entre hombres y mujeres. Si de verdad la norma fuera buscar lo mejor para todas y todos.
Hoy por hoy cansa tanta pantomima pintada de feminista donde hablamos de modas y a la vez se peca de extremismo a partes iguales. Hoy ya no hablamos de igualdad. Recuerdo el discurso dado hace un tiempo en Málaga donde se decía que las mujeres transexuales no eran aptas para ser iguales al resto de las personas por poner un solo ejemplo.
Como persona y mujer al ver ciertas posturas y comportamientos tengo que aludir a palabras tan hirientes como cohibida, objetivizada, sexualizada, amordazada, inútil siempre que no sea con un hombre al lado… en definitiva: cuanto menos, libre.
El feminismo es otro modelo distinto de país, donde hombres y mujeres cambiemos la forma de relacionarnos y esto exige de una transformación profunda de nuestra sociedad en una más igualitaria y con menos intereses creados en lo personal. En política de partidos os digo que sí, se hace indispensable.
Hace años, unas mujeres y algunos hombres lucharon para darnos lo que hoy tenemos en Andalucía. No sé si usaron armas, gritos o arte. Quizás un poco de todo. Pero gracias a ellas hoy el 8 de marzo es, en algún lugar del mundo, un día de celebración. En otros lugares, sin embargo, la fiesta se va a tener que posponer. Un día más será un día menos, así que... ¡qué comience ya mismo la lucha! Nos lo debemos a nosotras mismas y sobre toda para una sociedad de personas, mujeres y hombres, que vendrán.
Como mujer ahora siento que llegó el momento, me toca luchar a mí si el patriarcado me lo permite.
Si consigo que una sola persona lectora de El Observador se plantee un cambio, yo, ya habré ganado. Ya no me tengo que sentir una rebelde sin causa tratando de salir de una jaula en la que hay otras miles que, al contrario que yo, viven a gusto aceptando unas rejas que las protegen de la cruda realidad.
¡Pan y rosas!