En la nota de prensa de la UMA figura que la institución crea la cátedra con FYM Heidelberg Cement. En ningún momento dicen que FYM quiere decir Financiera y Minera, la marca con la que se conoció durante años a la propietaria de la contaminante empresa de la Araña

El mediocre rector Narváez dice que el cambio climático es una realidad con la que hay que convivir (?). «No es momento de lamentaciones (?) o de resistencia (?); podemos convertir el cambio climático en una oportunidad [¿negocio?]”. Una propuesta asombrosa y patética. ¿Cuánto dinero le da la empresa contaminante a la UMA?

La UMA explica que a juicio del rector, es muy importante el trabajo de las cátedras en unos momentos como estos, "donde la pandemia de la covid se lleva todo por delante". Palabras incontestables y definitivas cargadas de ciencia y sabiduría

La cementera de la Araña se pasa la vida intentando lavar con dinero su imagen de contaminadora que contribuye como la mejor al cambio climático con sus asquerosas emisiones. Se lo gasta en cátedras y campañas medioambientales, en vez de invertir en dejar de contaminar. Pero es que así le sale mucho más barato. Ahora se compra una cátedra en la Universidad de Málaga

OPINIÓN. Por Fernando Rivas
Editor de
EL OBSERVADOR

05/11/20. 
Opinión. La Universidad de Málaga y la Cementera de la Araña, la empresa más contaminante de Málaga desde hace años, crean una cátedra sobre el cambio climático. Como es para lavar la imagen de la contaminadora, dicen en la nota de prensa de la UMA que lo han firmado con la cementera FYM Heidelberg Cement, que nadie sabe quién es. En ningún momento explican que...

...FYM quiere decir Financiera y Minera, la marca con la que se conoció durante años a la propietaria de la contaminante cementera de la Araña. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com.


La propietaria de la fábrica de cemento de la Araña, como se la ha conocido desde tiempo inmemorial, se pasa la vida intentando lavar con dinero su imagen de contaminadora, que contribuye como la mejor al cambio climático con sus asquerosas emisiones. Se lo gasta en cátedras y campañas medioambientales, en vez de invertir en dejar de contaminar. Pero es que así le sale mucho más barato. Ahora se compra una cátedra en la Universidad de Málaga.

Para leer noticas referidas a las cifras reales de contaminación; a su torre ilegal por excesivamente alta sin licencia y que contamina con emisiones y visualmente toda la bahía de Málaga; a cómo ha recibido decenas de premios de las asociaciones ecologistas por contaminar peligrosamente el medio ambiente; a como expresan sus quejas y manifestaciones los vecinos de La Araña y de El Palo que tienen que soportar su contaminación directa y su polvo gris que cubre sus casas; a cómo el Ayuntamiento para no molestar no pone medidores de aire en la zona este de la ciudad; etc, etc, etc,… puede leer la información publicada por EL OBSERVADOR, AQUÍ. (Un ejemplo: La cementera de La Araña hace que Málaga sea la capital andaluza más contaminante. Es la empresa que más emisiones tiene en la provincia, según un informe del Observatorio de la Sostenibilidad, organización estatal, y Blogsostenible).

Varios enmascarados en la presentación en el rectorado de la cátedra

El mediocre rector de la Universidad de Málaga, José Ángel Narváez, en el acto de presentación de la cátedra, dijo, aunque no se sabe por qué, que el cambio climático es una realidad con la que hay que convivir (?). No hay que intentar luchar contra él, claro. Si está ahí debe ser porque dios lo ha querido. «No es momento de lamentaciones (?) o de resistencia (?) podemos convertir el cambio climático en una oportunidad [¿negocio?]”, dice el máximo responsable de una institución universitaria. Es una propuesta asombrosa y patética hasta para este mediocre rector. Las frases anteriores podemos leerlas en la crónica del acto de presentación de la cátedra que viene en el diario Sur (AQUÍ). La UMA, en su opaca nota de prensa (AQUÍ), solo explica que a juicio del rector, es muy importante el trabajo de las cátedras en unos momentos como estos, "donde la pandemia de la covid se lleva todo por delante". Unas palabras incontestables y definitivas cargadas de ciencia y sabiduría, que para eso Narváez rectorea una universidad.

Desde la derecha, claro, Gutiérrez, García y Narváez

Nos gustaría saber cuánto dinero le da la empresa contaminante a la UMA y algunas cosas más de esta cátedra que parece que va a controlar Enrique Salvo. Pero al igual que todos los oscuros gabinetes de prensa de las instituciones reaccionarias, este de la UMA que controla el profesor Juan Francisco Gutiérrez, a las órdenes del vicerrector Juan Antonio García Galindo, a su vez a las órdenes del ínclito rector José Ángel Narváez, no contestan a las preguntas de EL OBSERVADOR desde hace años porque no le gustan. (Leer La Universidad de Málaga del rector José Ángel Narváez se gasta al año más de un millón de euros en publicidad solo para que hablen bien de ella. Juan Francisco Gutiérrez, que decide en qué medios locales se gasta el dinero, es columnista de Sur).

Al final, muy al final de la nota del patético gabinete de prensa de la UMA, podemos leer tres líneas aisladas que parecen puestas allí más por el destino que por la voluntad de alguien: “FYM HeidelbergCement es una sociedad perteneciente a la filial española de la multinacional HeidelbergCement (AQUÍ), que en Málaga es propietaria de la Fábrica de Cemento”, ya está.



Conseguir una cátedra, algo que suena muy rimbombante, puede costar poco más de 40.000 euros a la empresa o ente que quiera adjudicársela. Y así puede presumir de poseer una tapadera seudoacadémica, como ocurre con la fábrica de la Araña. En Málaga hay muchas cátedras y semicátedras de todo tipo y pelaje. Desde una curiosa Aula María Zambrano de Estudios Transatlánticos, que sirve para que se pueda viajar por el morro a países agradecidos, hasta esta última para estudiar el cambio climático pagada por una contaminadora que quiere limpiar su imagen.

Pero no se puede pedir mucho más a una mediocre universidad como la del mediocre rector Narváez, hecha a su imagen y semejanza. Que no es capaz de meter a la UMA en los rankings más importantes de clasificación académica de centros universitarios. La de Málaga no está entre las 1.000 mejores universidades, aunque sí lo están muchas españolas y andaluzas con menos presupuesto. Su rector no ha conseguido hacer nada destacable, pero todos los días se habla bien de ella en los periódicos locales que es lo importante, para lo cual se gasta la escalofriante cifra de 1.470.065 euros este año en Comunicación y en su gabinete de Prensa. (Leer La Universidad de Málaga (UMA) ni siquiera aparece en el ranking QS de las 500 mejores universidades del mundo por disciplinas. Sí lo hacen 11 instituciones españolas entre las 50 mejores de diferentes ámbito).

Ya, en el presupuesto de 2018, gastó casi un millón (920.065 euros) en la dirección general de Comunicación y más de medio millón (550.000 euros) en información, divulgación y publicidad insertada a dedo en los medios de Málaga. Pero nadie dentro de la Universidad quiere habar de ello. Nadie que sepa algo, claro. Ni catedráticos, ni profesores, ni PAS ni nadie de nadie. Y es que siempre viene bien si cae un viajecito con gastos pagados. (Leer Silencio. Ningún profesor de la UMA quiere opinar del 1.470.065 euros que la Universidad gasta en comunicación, de los que 550.000 van a información, divulgación y publicidad en medios, en los que sólo aparecen noticias buenas).

Artículos sobre la contaminadora Financiera y Minera Heidelberg Cement Group:

https://revistaelobservador.com/component/search/?searchword=cementera%20de%20la%20ara%C3%B1a&searchphrase=all&Itemid=101

Artículos sobre la Universidad de Málaga:
https://revistaelobservador.com/component/search/?searchword=universidad%20de%20M%C3%A1laga%20gabinete%20de%20prensa&searchphrase=all&Itemid=101