Librero y ecologista
10/11/10. Opinión. A los argumentos esgrimidos por colectivos vecinales, movimientos ecologistas y comunidad científica universitaria contra el proyecto de la autopista de peaje entre San Pedro de Alcántara (Marbella) y Ronda, a la que han calificado de “innecesaria, despilfarradora, insolidaria, especuladora...
OPINIÓN. Lecturas impertinentes. Por Paco
Puche
Librero
y ecologista
10/11/10.
Opinión. A los argumentos esgrimidos
por colectivos vecinales, movimientos ecologistas y comunidad científica
universitaria contra el proyecto de la autopista de peaje entre San Pedro de
Alcántara (Marbella) y Ronda, a la que han calificado de “innecesaria,
despilfarradora, insolidaria, especuladora y que contradice las políticas de
desarrollo de la UE”, el colaborador de EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com Paco Puche, añade un argumento más: su amenaza a la salud pública.
Existen inquietantes evidencias científicas, alerta Puche, que avisan de que la
obra conllevaría la exposición de la población circundante “a una
fuente de riesgo de amianto natural”. Los
dramáticos ejemplos de lo ocurrido en la población de Libby (Estados Unidos) y Tuzkoy (Turquía) bastan para tasar la peligrosidad y
mortandad que provocaría una infraestructura sobre la que pende una amenaza de
un masivo desprendimiento de fibras cancerígenas.
La autopista del cáncer
LA Junta de
Andalucía, en tiempos de crisis y de cita electoral, no sabe cómo mandar
mensajes de optimismo y de actividad. Resucita viejos fantasmas y los saca a
información pública para que la prensa recoja la noticia y su cotización
partidaria suba unas décimas en el ranking electoral potencial.
ACABA de anunciar que hará una de estas operaciones con la autopista de Benahavís a Ronda, por el valle del Guadalmina, que estaba en su Plan de Infraestructuras 2007-2013, denominado Pista.
EL impacto que suponían esos pocos kilómetros de autopista en la flora, la fauna, el paisaje y el agua superficial y subterránea, amén del coste disparatado por lo difícil del terreno, parecían haberle persuadido de que era más adecuado mejorar la carretera que ya existía antes que embarcarse en un proyecto a todas luces innecesario.
PERO las encuestas aprietan y los ciudadanos quieren empleo y movimiento y, como imagen, esta actuación les puede servir. Aunque parece que en el fondo tienen poca intención de llevar a cabo el citado proyecto porque lo han dejado sin presupuesto para el ejercicio 2011.
PERO por si acaso debemos recordarle aquello que ya deben saber pero que callan por no causar alarma social. Y todo menos intranquilizar aún más a sus potenciales votantes.
SE trata de la naturaleza de los terrenos por los que quieren que discurra la autopista. Son las famosas peridotitas. Ese macizo emergido, único en el planeta, que lo tenemos en Sierra Bermeja y Sierra de Alpujata, y que por su singularidad, su buen estado de conservación, los endemismos que favorece y el que no exista en el estado español nada parecido, ha hecho a grupos sociales diversos -vecinos, ecologistas, comunidad científica universitaria, etc.- tomar la iniciativa de largo recorrido de postularlo para Parque Nacional. Si terminara haciéndose la dichosa autopista este proyecto quedaría muy mermado y perderíamos la oportunidad del reconocimiento y de todos los beneficios que el mismo traería aparejados.
PERO esto no es causa de la alarma social a la que nos referimos, sino todo lo contrario. El asunto más peliagudo es que estas piedras tan especiales, las peridotitas (que se transforman en serpentinas debido a la meteorización por oxidación del hierro, y por el que adquieren la típica tonalidad rojiza característica de estas sierras), también contienen rocas con amianto.
NOMBRAR el amianto hoy día es referirnos a la sustancia que es causa del mayor desastre industrial de la historia de la humanidad, más por tanto que Chernobil o Bhopal, por poner sólo dos ejemplos. Es, además, la segunda causa de cáncer, después del tabaco. Va a tener una nómina de muertos por su exposición en todo el mundo en torno a los 10 millones, contando desde principios del siglo XX hasta dentro de algunas decenas de años. En concreto, de aquí en adelante morirán por su causa unas 140.000 personas al año según las cuentas de la Organización Internacional del Trabajo de Naciones Unidas (OIT).
HAY en estos momentos más de 125 millones de personas expuestas en sus ambientes laborales, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y muchos millones más de ciudadanos que conviven con tuberías, depósitos, tejados ondulados, etc. de amianto/cemento, instalados en millones de viviendas y kilómetros de tuberías que conducen el agua potable están también expuestos. Son más de trescientos millones de toneladas esparcidas en todo el mundo, de los cuales tres millones lo están por nuestro país. Todas estas personas tienen riesgos de contraer enfermedades relacionados con la respiración o ingestión de esta fibra mortal e invisible (sólo se ve al microscopio electrónico, pues tiene el diámetro de una diez millonésima de metro).
NO hay dosis inocua, cualquiera puede a la larga desarrollar cáncer, abestosis u otra enfermedad derivada de su inhalación. Hay casos que con un mes de exposición intensa es suficiente para desarrollar un mesoteliona, el cáncer específico del amianto. Eso sí, entre la exposición y el desarrollo de una enfermedad pueden pasar de diez a treinta años, pero llega. Y aunque de algo hay que morir no se necesita hacerlo tontamente de algo conocido y prevenible. Al fumador se le multiplica por varias veces su propensión al cáncer de pulmón si además inhala o ingiere fibras invisibles de amianto.
UN grupo de investigadores del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra y de la Universidad de Granada han iniciado un proyecto con el que abordarán la problemática derivada de la alteración de afloramientos de rocas que contienen minerales del amianto en la Serranía de Ronda, Sierra Nevada y Sierra de Filabres y su posible riesgo para la población.
PERO mientras
estos investigadores sacan sus conclusiones ya tenemos algunas evidencias
inquietantes, que coinciden con los avances que nos ha hecho este grupo
investigador. De momento han advertido que es necesario considerar la presencia
de amianto natural pues “su mineralogía las hace particularmente sensibles a la
acción de los agentes erosivos, provocando la excavación de la superficie
expuesta y la acumulación de material detrítico en las zonas circundantes”. En
este sentido, estas zonas entrañan un “fuente potencial de riesgo natural”
dependiente del grado de exposición y de la intensidad de la alteración que
sufren. Siguen diciendo que “hay más riesgo de dispersión de material fibroso
en aquellos afloramientos que han sufrido impacto antropogénico que ha
provocado una modificación importante con aumento de la zona expuesta”. Este
sería el caso de afloramientos atravesados por trincheras de vías públicas,
zonas con actividad agrícola o frentes de cantera en las que se ha extraído
amianto y no se les ha aplicado una restauración adecuada. Estos afloramientos
podrían ser “potencialmente una fuente de riesgo de amianto natural”, si están
ubicados cerca de núcleos de población o en zonas de interés paisajístico y
ambiental.
ES
premonitorio lo que ha ocurrido en Libby, Montana, una población estadounidense
de 6.000 habitantes en la que un tercio de ellos han muerto o lo van a hacer
prematuramente debido a un mesotelioma. La causa ha sido una mina de amianto
que durante años ha sometido a la población trabajadora o residente a la
inhalación de este polvo mortal.
ANTE este horror, la empresa que sabía
la letalidad del mineral no avisó, pero tampoco las autoridades
medioambientales. Por este motivo, los afectados hace tiempo que han perdido la
fe en la justicia. “Esto no es algo que simplemente pasó", dice un anciano
con amargura, "es algo que nos han hecho. Deberían colgarlos a todos, aquí
mismo. Porque la cosa es así: si te mueres con la soga, duele un poco y ya
está. Para nosotros, las víctimas del amianto, la cosa es mucho peor: cada día
tenemos dolores, año tras año, hasta que al final ya no podemos coger aire y
nos morimos.”
EN 2009, investigadores de la Universidad de Montana
detectaron polvo de amianto en la corteza de los árboles en el Bosque Nacional
Kootenai, cerca de la cerrada mina de vermiculita, en Libby, Montana. Dijeron
que personal del Servicio Forestal, al realizar tareas como la construcción de
líneas de cortafuego y la medición de los árboles, pueden ser expuestos al
asbesto en el aire, cuando se está trabajando en el bosque, cerca de la antigua
mina.
PERO
la experiencia de Turquía es aún más inquietante si cabe y más próxima a la de
nuestras serranías. Las cuevas, casas de piedra y fantásticas formaciones
también de piedra del turístico sitio conocido como Capadocia atraen a turistas
de todo el mundo. Sin embargo, las autoridades turcas están evaluando demoler
una villa cercana a este lugar llamada Tuzkoy debido a que la mitad de sus habitantes han muerto por un
extraño cáncer.
EN
efecto, las muertes en este pueblo empobrecido y en otros dos cercanos han sido
ocasionados por un, para ellos, raro cáncer conocido como mesotelioma, el cual habría sido causado por un mineral
abundante en la zona. La relación entre la exposición al amianto
y el mesotelioma quedó bien establecida por los trabajos del equipo de
investigación estadounidense, dirigido por Selikof, allá por los años sesenta
del pasado siglo. No es algo raro; sí lo es para el desinformado pueblo turco
en esta materia.
LAS
autoridades locales están tan alarmadas que la reubicación de todos los
residentes ya está en marcha. “El plan es demoler la antigua aldea, enterrarla un metro y medio bajo tierra”,
indicó el alcalde Umit Balac.
A la vista de estos hechos mejor
sería dedicar las inversiones a actividades de desamiantización de la
provincia, de mantenimiento de la actual carretera de San Pedro a Ronda a
efectos del desprendimiento de fibras cancerígenas, en lugar de crear otro foco
de emisión de microfibras que a la larga afectarían a muchas personas.
Y los turistas ingleses, alemanes, o nórdicos cuyos países han sido los primeros en legislar la prohibición del amianto, saben mejor que nadie del carácter patológico de este mineral, por lo que circular por una autopista cancerígena sería para ellos la peor de las noticias. Y a la larga disuasoria.
LA pregunta pertinente para los empresarios del sector y para los políticos sería: ¿Ayudaría esta carretera de la muerte a atraer más visitantes o, por el contrario generaría antes o después, una alarma turística muy perjudicial para esta industria?
DESDE luego el escándalo del amianto no ha hecho más que empezar, habida cuenta que sólo desde 2005 está prohibido en la civilizada Europa y sus efectos se van mostrando con retraso, pues ya hemos dicho que sus periodos de latencia oscilan entre diez y más de treinta años.
¿NOS gastaremos los pocos dineros públicos con que contamos en construir la que podríamos denominar la “autopista del cáncer”?
NO, gracias.
Por eso tenemos entre todos que impedirlo.
PUEDE consultar aquí
anteriores artículos sobre el proyecto de la autopista de Ronda:
- 22/09/09 El estudio
científico que desmonta las pretensiones de Heredia: ‘Informe sobre el proyecto
de autopista de peaje denominado nueva conexión viaria entre Serranía de Ronda
y Costa del Sol Occidental’
- 18/09/09 Un estudio científico alerta de que la autopista de peaje Marbella- Ronda
es “absurdamente desproporcionada” y que causará una “transformación
irreparable del paisaje y de hábitats” de la Serranía
- 23/11/07 Frontal
oposición ciudadana al proyecto de la autopista Ronda-Costa del Sol que hoy
presenta la consejera Gutiérrez por ser una actuación “innecesaria,
despilfarradora, insolidaria y especuladora”
- 02/11/09 El gobierno de los bienes comunes
- 19/10/10 Amianto, una fibra mortal e invisible
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PUEDE leer aquí las crónicas de Paco Puche sobre el macrojuicio del amianto en Turín:
- 19/03/10 Casale Monferrato, la capital mundial del amianto (Viaje en busca del lugar del crimen desde el que ha emergido la vida)
- 18/03/10 El fin de la impunidad
- 16/03/10 El pueblo contra Schmidheiny
PARA más información, puede consultar aquí el Informe Avina realizado por Paco Puche