Ángel Cárcoba, fundador de Salud Laboral en CCOO.
Francisco Báez, ex miembro de la Comisión Nacional del amianto.
Paco Puche, ecologista y economista.
14/09/11. Opinión. “El juicio de Turín es noticia porque después de siete años llega a su fin en esta primera instancia, y por ello el fiscal ha leído sus peticiones finales. A las peticiones iniciales ha añadido otras agravando las penas propuestas a los encartados. De los 12 años de prisión...
OPINIÓN. Lecturas impertinentes.
Ángel
Cárcoba, fundador de Salud Laboral
en CCOO.
Francisco Báez, ex miembro de la
Comisión Nacional del amianto.
Paco Puche, ecologista y economista.
14/09/11. Opinión. “El
juicio de Turín es noticia porque después de siete años llega a su fin en esta
primera instancia, y por ello el fiscal ha leído sus peticiones finales. A las
peticiones iniciales ha añadido otras agravando las penas propuestas a los
encartados. De los 12 años de prisión que solicitaba al principio ha pasado a
pedir definitivamente 20 años para cada uno de los encausados, además ha solicitado
la descalificación permanente para cargo público, la prohibición de cualquier
tipo de contrato con la administración pública y la descalificación para
cualquier función directiva dentro de la empresa, en 10 años. Y las
indemnizaciones”. Paco Puche comenta en este artículo para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com, la nueva fase en la
que acaba de entrar el problema del asbesto en su dimensión jurídica.
El amianto en España: estado de la cuestión
Y el incorruptible amianto favorece,
paradójicamente, la más elaborada corrupción.
“El amianto mata”, 1978.
EL amianto, asbesto, o uralita en España, es un gran desconocido. Se
puede afirmar sin miedo a equivocarse que sobre este mineral, omnipresente en
nuestras vidas, se ha urdido una eficaz conspiración de silencio a escala
mundial.
ES eterno: dura más que cualquier sustancia atómica en desintegración.
Es letal: lo mismo que muchos elementos radioactivos. Es invisible, incoloro,
inodoro, e insípido: igual que las radiaciones alfa. Es ubicuo y por su tamaño
y liviandad puede quedar suspendida en el aire o en el agua y trasladarse
aleatoriamente de acá para allá. Iba para mineral milagroso como la energía
nuclear, y ha acabado en un enemigo “número uno” de la especie humana. A pesar
de todo, es un gran desconocido.
EN el caso de España lo es más aún que en muchos otros países europeos.
Por ejemplo, en un trabajo de próxima publicación2, se comparan las
veces que el tema amianto (o asbesto) ha aparecido en la BBC inglesa y en la RTVE (radiotelevisión pública
española) de manera explícita. Los resultados no dejan lugar a dudas: en la BBC, entre agosto de 1998 y el
mismo mes de 2009, han aparecido 234 noticias referidas a sus efectos nocivos y
consecuencias; en la RTVE,
desde 1984 a
2009 ha
aparecido unas seis o siete veces, y en esos 25 años transcurridos, en 18 de
ellos ha habido una total ausencia del tema en nuestra televisión pública.
¿CUÁNTO es de nocivo? No nos cansaremos de repetirlo, la OMS (Organización Mundial de la Salud) advierte que el
mineral actualmente procesado e instalado va a causar la muerte de entre unas 110.000 a 150.000
personas al año en el mundo, y que así ocurrirá en los próximos decenios por
efectos de la actividad pasada, aunque hoy mismo se detuviese totalmente la
extracción y producción. Como la misma sigue permitida en más de cien países, el número de víctimas
ira engrosándose y dilatándose en el tiempo.
PERO si la actividad con amianto (extraer, transportar, manipular, usar,
retirar y almacenar) es directamente perniciosa, la contaminación familiar y
ambiental es igualmente peligrosa, aunque en menor cuantía, por lo que en los
países en los que su uso ya está prohibido y las industrias correspondientes,
el amianto sigue dañando la salud.
AL haberse utilizado en más de tres mil productos, muchos profesionales
se siguen encontrando amianto en sus tareas cotidianas: fontaneros, albañiles,
personal de derribo y mantenimiento de edificios, técnicos de automóviles,
mantenimiento de buques y trenes, etc. Si no toman las estrictas medidas que
exige la ley se verán expuestos al polvo del mineral. Pero también se encuentra
en vertederos genéricos, por lo que queda fuera de control, y en muchos casos
está en carreteras, caminos y calles conviviendo con la gente. Por ejemplo, el
pueblo catalán de “Cerdanyola está contaminado. Pero nadie sabe cuánto. Uralita
se desarrolló desde 1907(…) y el pueblo creció con ella y se construyeron
barrios enteros justo encima de los residuos de Uralita2”.
UNA gran cantidad del mineral sigue instalado en depósitos de agua,
conducciones, edificios, objetos domésticos, tejados, hornos, autos, etc. por
lo que todos los meteoros les afectan y van pulverizando las instalaciones,
cuando no directamente resultan dañadas
como en los casos de terremotos, tsunamis, tornados, incendios, granizo y atentados. Las Torres Gemelas, las
Torres Windsor, el tsunami de Japón y el terremoto de Lorca resultan
ilustrativos.
El
amianto
EN sus distintas presentaciones, una vez extraído de sus rocas naturales
tiene la propiedad de deshacerse en pequeñísimas fibras, que tienen una
longitud del orden de micras (la micra es la millonésima parte de un metro).
Por ejemplo, una pulgada de mineral (unos 25 mm) puede dar lugar a un millón cuatrocientas
mil fibrillas invisibles. Al ser inhaladas (o ingeridas) pueden terminar
clavándose en los alveolos pulmonares o en otras vísceras, dando lugar a graves
dolencias futuras, incluido el cáncer. “Aunque hoy en día la exposición (al
amianto) puede considerarse universal, -un estudio en Nueva York demuestra que
afecta al 60% de la población- todavía se ignora la importancia de todo esto3”
AL ser un cancerígeno no se conoce dosis segura, por lo que todos los organismos
internacionales de la salud (OMS, Agencia Internacional de la investigación del
cáncer- IARC, etc.) recomiendan la dosis cero, es decir la prohibición
universal de su extracción, manipulación y uso. “Un solo gramo retenido en los
pulmones basta para desencadenar una asbestosis4”.
AL no ser degradable, es acumulativo. Al no ser visible, resulta muy
peligroso. Al tener un alto periodo de latencia (entre la contaminación y la
aparición de la enfermedad pasan entre quince y cuarenta años) hace difícil
establecer los nexos de causalidad.
FRUTO de estas características, unida a la voluntad decidida de los
magnates del amianto de ocultar su letalidad (para lo que desde 1929 han
mantenido poderosos lobbies que han
logrado ir retrasando su prohibición en distintos países), tenemos el siguiente
panorama: más de cien países en donde está permitida su manipulación y uso, y
cerca de 300 millones de toneladas de amianto esparcido por todo los rincones
del planeta, fuera de su medio natural originario, que es donde resulta inocuo,
y susceptibles de generar un envenenamiento universal.
¿Se
sabía?
EN muchos juicios laborales o civiles que actualmente tienen lugar en
nuestro país, es corriente oír defenderse a las empresas diciendo que
“aplicaron la legalidad vigente”. Algunas sentencias5 contestan de
dos maneras a este argumento: una, que desde la Orden de 31 de enero de 1940
existían medidas legales preventivas a aplicar por parte de la empresas, tanto
genéricas como específicas, para trabajos peligrosos, por lo que la deuda de
seguridad que tenía contraída la empresa con sus trabajadores no estaba falta
de regulación; y otra, que la relación entre el amianto y la asbestosis ya era
conocida desde el año 1925 e, igualmente, la relación entre éste y el cáncer de
pulmón lo era desde 1955.
EFECTIVAMENTE, en el orden del saber existe una bibliografía aceptada en el
consenso científico, en la que destacan los siguientes hitos:
1889:
La señorita Lucy Dean, inspectora de fábrica en el Reino Unido informó que de
un examen microcópico de los polvos
del mineral se deducía que, en cualquier cantidad, eran perjudiciales para la
salud (hasta 1998, cien años después, no se prohibió el amianto en ese país)
1899: El Annual Report of the Chief
Inspector of Factories and Workshops inglés, advierte de nuevo de los efectos
nocivos de la fibra.
1930: El inspector médico del trabajo británico E. Merewether estableció la
relación causal entre la exposición al amianto y la asbestosis6, lo
que llevó al reconocimiento de la misma, en Gran Bretaña, como enfermedad
profesional.
1955: Los trabajos de Richard Doll establecen la relación entre la exposición
al amianto y el desarrollo del cáncer de pulmón8.
1960: Los trabajos de Wagner y su equipo9 establecen la relación
entre amianto y mesotelioma y descubren la contaminación ambiental del amianto.
1964 y 1965: los trabajos de Selikoff y su equipo confirman la estrecha
relación entre exposición al amianto y el mesotelioma.
1973: El Centro Internacional de Investigación del Cáncer de la OMS clasifica todas las
categorías de amianto como cancerígenas10, con lo que oficialmente
se produce el reconocimiento científico internacional de la carcinogenicidad
del amianto.
1980: El informe federal Work Place Exposure to Asbestos11,
publicado por el NIOSH (Instituto de Investigación de Salud y Seguridad
Laboral) de EEUU, demuestra que bastan exposiciones muy breves (de un día a
tres meses) para que las enfermedades derivadas del amianto aparezcan.
1999: Los trabajos de Peto y su equipo12 predicen que la mortalidad
en varios países europeos (Inglaterra, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos
y Suiza) se situará en torno a 500.000 muertes, desde 1995 a 2029, a causa de la
exposición al amianto sufrida con anterioridad.
2009: Tarrés y su equipo13 estudiaron las enfermedades relacionadas
con el amianto de la localidad de Cendanyola y demostraron que el 29% de los
pacientes lo era por exposición familiar o ambiental.
EN la primera mitad del siglo pasado ya había quedado bien establecida
la malignidad de este mineral, por lo que resulta poco creíble en los medios
empresariales el alegar ignorancia.
“COMO recuerda el profesor Menéndez Navarro, el debate historiográfico en
torno a los riesgos del amianto «se ha polarizado en la última década». Lo
atribuye a que un grupo de autores, que han contado «con financiación de las
empresas del sector» para llevar a cabo las investigaciones, defiende que las
medidas llevadas a cabo por las empresas y los gobiernos «estuvieron acordes
con el estado de los conocimientos científicos» y éstos «acusan de presentismo
a los autores que se han abonado a la presentación del problema como un
escándalo de la sociedad industrial», afirma el profesor14”.
La
empresa Uralita
LA industria del amianto o asbesto en España está caracterizada por la
preponderancia de una sola empresa:
Uralita SA. Tanta importancia ha tenido en el sector del amianto, que el nombre
con que se conoce a este mineral en nuestro país se confunde con el de la
propia empresa.
EL siguiente cuadro nos permite ver todo el mineral importado en España
en el siglo XX (la producción interior ha sido muy escasa)
Fuente: Informe de la Fundación para la
prevención de riesgos laborales, CCOO, Dic. 2001
LOS años 1965 a
1995 han sido los de mayor actividad con el amianto, justamente cuando ya todos
los trabajos científicos importantes habían sido publicados. Si tomamos el
periodo 1947-1985, los datos que tenemos15 nos dicen que el 77% de la importación se ha dedicado
al sector del fibrocemento, y que en el mismo periodo más del 50% de la
actividad de este sector la ha dominado Uralita. La cuenta redonda nos daría
que, en torno al 40% de toda la actividad con amianto, en los años de más
producción, ha sido manejada por una sola empresa.
EL cuadro de arriba nos permite cuantificar el total histórico del
amianto introducido en nuestro país, que viene a ser de más de 2,6 millones de
toneladas en cien años (desde 2002 está prohibido). Ese mineral, repartido en 3.000
productos, principalmente derivados de fibrocemento (tubos, depósitos, tejados,
etc.) está, o bien instalado, o bien en vertederos generalmente incontrolados.
De ahí que a pesar de la prohibición su peligrosidad sigue intacta.
EN 1907 se creó una empresa, denominada Roviralta, en la ciudad catalana
de Cerdanyola, que en 1920 se convirtió en Uralita SA. Desde esa fecha se
introduce en España el fibrocemento. En la década de los 50 entra en el
accionariado la multinacional Eternit, controlada por las familias suizas y
belgas, que dominan el negocio en el mundo. En los años 70 la familia March,
con su banca correspondiente, pasa a ser la principal accionista de Uralita. El
jefe del clan Juan March, a su muerte en 1962, estaba considerado como la
séptima fortuna del mundo. En esa época la producción alcanza sus mayores
cotas, llegando a tener más de 5.000 trabajadores todo el grupo. En 1992 el
grupo March vende su parte y desde 2002 el grupo Nefinsa SA de la familia
Serratosa adquiere el 41% de Uralita. En la actualidad controla el 79%. A
partir del 2002 el amianto se prohíbe en España y eso hace que en los informes
de Uralita, que se pueden consultar en su web, la palabra y la negra historia
del amianto haya desaparecido.
EL negocio del amianto, en la medida en que se ha conformado como un
oligopolio, ha establecido tradicionalmente muy buenas relaciones con todas las
dictaduras. Es el caso del grupo suizo Schmidheiny, que colaboró activamente
con el nazismo, el apartheid sudafricano y con la dictadura de Somoza en
Nicaragua, dictador del que era socio al 60/40 %, en la empresa Nicalit. Y es
el caso de Uralita, en que la parte más floreciente de su trayectoria la ha
dominado la familia March, de cuyo patriarca Juan March ha dicho J. Fortuny en
el periódico Avui, en 2001, que ésta y otras empresas las obtuvo del franquismo
como “parte de un botín de guerra16”, y también se ha dicho que su
banca “financió el golpe militar fascista de 193617”.
A lo largo del siglo XX, cuatro grupos empresariales (uno
norteamericano, dos británicos y uno centroeuropeo) han dominado el negocio de
este mineral. Desde 1929 están constituidos en cártel y han controlado precios
y competencia, así como las legislaciones e
informaciones públicas, por lo que ha sido un sector enormemente
lucrativo. Por ello, el beneficio de las industrias de manipulación de amianto
ha sido superior a la media de la de la industria de cada país. Por ejemplo, en
EEUU en el periodo 1967-71, la diferencia era entre el 9% de media al 15% en el
sector del amianto; en Inglaterra, en 1969, la media del sector amianto era del
12%, etc18.
AL respecto, en el caso de España Ángel Cárcoba relata que “el grupo
Uralita logró unos resultados netos de 5.612 millones de pesetas durante 1999,
un 32,6% más que el año anterior. En este mismo periodo, varios trabajadores de
las factorías de Uralita de Sevilla, Getafe, Alicante y Cerdanyola han muerto
sin que se les reconozca que dicha muerte guarda relación con el amianto19”.
EN los años de menor actividad con amianto, hemos recopilado los
siguientes datos sobre beneficios:
La geografía del amianto en España20
HEMOS contemplado solo tres tipos de industrias, que comprenden la mayor parte del amianto importado, pero en total el número de empresas que han trabajado con amianto se cifran en más de 1.100, y el número de los trabajadores afectados en más de 235.00021.
COMO se puede ver la industria del mineral letal ha estado
enormemente bien distribuida por toda la geografía nacional. Y aunque solo hemos ubicado las tres
industrias reseñadas, no hay que olvidar la importancia que el uso del amianto
tuvo en la industria siderometalúrgica del País Vasco y Navarra, corroborado
por el elevado número de víctimas que están aflorando.
LAS principales fábricas de fibrocemento (el renglón más importante) han
sido las siguientes. La ubicada en Cerdanyola-Ripollet, creada en 1907 y
cerrada en 1997; la de Getafe, que ha estado funcionando desde los años 60 a 2001; la San Vicente, en
Alicante, desde los años 60 a
2005, que vendió los terrenos con unas plusvalías de 8 millones de euros; la de
Valladolid, desde los 60 a
2008, y que vendió los terrenos en 2010;la de Sevilla, desde los años 60 a 1999: por ella pasaron
2000 empleados, de los cuales la mitad han sido afectados de enfermedades del
amianto; vendieron las instalaciones con unas plusvalías de 2.700 millones de pesetas;
y la de Quart de Poblet (Valencia), que fue comprada por Uralita en 1975 y cerrada
en 1984. Pasaron por ella 500 trabajadores que trabajaron con el amianto azul,
el más peligroso de todos, sin apenas protección, según cuentan dos antiguos
trabajadores.
ASIMISMO, el testimonio de un trabajador de Uralita de Sevilla es aún más
contundente, dice así: “El amianto ha envenenado a trabajadores, familiares y
vecinos de las fábricas. En Sevilla, el polvo del amianto salía de Uralita por
los extractores y contaminaba los alrededores. Los residuos se transportaban en
camiones sin tapar hasta un vertedero a cielo abierto junto al barrio Fuente
del rey, donde la gente, ignorante del peligro, se llevaba los restos para
reparar los baches de las calles22”.
Las
víctimas del amianto en España23/24
“EL amianto mata”, este es el eslogan que repiten las víctimas y que nos
recuerdan insistentemente.
EN 1966 el Dr. López Areal afirmaba que “desde el año 1953 nuestro grupo
de trabajo de los sanatorios antituberculosos de Bilbao ha diagnosticado las
tres cuartas partes de todas las enfermedades asociadas al amianto que se
conocen en España. A saber: 35 casos de asbestosis, siete cánceres broncógenos
y un mesotelioma pleural25”. Teniendo en cuenta que los periodos de
latencia entre la exposición al amianto y el contraer alguna de las
enfermedades relacionadas con el mismo (ERA) son por término medio entre 15 y
40 años, estos primeros datos de víctimas corresponden a las industrias de los
años 30 y 40 del pasado siglo. Hay que tener presente siempre que los datos de
enfermos han estado siempre (y lo siguen estando) infrarregistrados26.
En eso ha consistido la conspiración del silencio: en mantener en la ignorancia
a los trabajadores y a los ciudadanos; para ello las autoridades sanitarias
(INSS) y las Mutuas Patronales de de Accidentes han tratado de quitar el
carácter profesional a este tipo de enfermedades y las empresas, igualmente,
han estado muy interesadas en ocultar esta causalidad por razones de costes
(indemnizaciones, medidas de seguridad, controles y , en última instancia,
reducción del uso del mineral hasta llegar a la prohibición total, cosa que ha
terminado ocurriendo).
Como los años de mayor importación y actividad industrial han sido, justamente,
a partir de los 60 del pasado siglo y hasta 2002, fecha de la prohibición, se
espera el mayor número de víctimas a partir del pasado 2000 hasta el 2030, fecha en que empezarán a
disminuir en nuestro país, no en aquellos países que aún que sigue permitido.
El siguiente cuadro nos da una previsión aproximada.
Fuente: AVIDA : Asociación de Víctimas del Amianto, web, 2011, y elaboración propia.
UN total de unas 80.000 víctimas españolas en toda su historia, de las
cuales más de la mitad están por llegar.
EN un estudio editado por las federaciones sindicales de CCOO, UGT y los
servicios de prevención de Mapfre27, en 2008, se pronosticaban en
más de 30.000 trabajadores los que morirán hasta 2030 de cáncer, debido al
contacto con el amianto. Cifras parecidas a las arriba calculadas.
ADEMÁS de las muertes, muchos de los expuestos sufren penosas enfermedades y
humillantes situaciones luchando con los organismos de la Seguridad Social,
con las Mutuas de Accidentes y en los juzgados reclamando sus derechos. En
muchos casos no llegan a tiempo y son las viudas e hijos las que terminan
obteniendo parte del resarcimiento que se les debe. Pero como dicen los
familiares de los afectados “no hay dinero que pueda pagar este sufrimiento”.
LAS víctimas, desde hace unos diez años, se están agrupando en
asociaciones, para dar información, apoyarse mutuamente y exigir justicia, y hoy día las hay en toda la
geografía nacional. Como culminación de este proceso organizativo, el pasado
mes de Mayo, en Getafe, se constituyó la Federación estatal de asociaciones de víctimas y
afectados del amianto. Junto a estas asociaciones trabajan también los
sindicatos, especialmente CCOO, despachos de abogados entre los que destaca El
Colec-tiu Ronda que viene defendiendo desde hace décadas a los afectados de
Cerdanyola y Ripollet, el bufete Irwing Mirchel, médicos, investigadores,
cineastas y ecologistas, entre otros. Y los propios enfermos dan un gran
ejemplo de dignidad, manteniendo las organizaciones y siendo los más
destacados, a veces con pocas fuerzas, en la lucha por la justicia que, sobre
todo, reclaman.
HARÁ falta un gran esfuerzo de todos los colectivos concernidos estos
próximos años, según podemos ver ante el panorama que se nos presenta.
La
situación legal y las reclamaciones judiciales
SOBRE la cobertura legal específica del amianto, hay que destacar lo
siguiente.
DESDE la Orden
arriba mencionada, de 1940, esta actividad industrial ya era objeto de especial
regulación; que en sucesivas disposiciones las enfermedades que se derivan de
la exposición al mineral están calificadas como profesionales e incluidas en el
cuadro correspondiente; que por la
Orden de 7 de diciembre de 2001 se prohibía la
comercialización y utilización de todo los tipos de amianto; que los trabajos
con riesgo de amianto están perfectamente regulados por el decreto 396/2006, en
donde se establecían las disposiciones mínimas de seguridad y salud aplicables
a los trabajos con el mineral. Además, dichas normas han sido completadas y vueltas
más exigentes con la
Directiva 2009/148/CEE, relativa a la protección de los
trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición al amianto
durante el trabajo. Para no dejar excusas a las empresas sobre falta de
regulación, una reciente sentencia del Tribunal
Supremo, sala de los social, de 18 de junio de 2011, describía hasta 18
disposiciones que se referían a “trabajos con amianto”, abarcando el periodo de
1940 a
1987. Además se cuenta con las
disposiciones ad hoc de la ley general de la Seguridad Social,
los artículos del Código Civil relativos a resarcimientos y los del Código
Penal relativos a penas por daños.
LA regulación de la concentración de amianto en el aire, en los lugares
de trabajo, ha experimentado unos cambios enormes. En 1961, el Decreto que
aprueba el reglamento de actividades molestas, insalubres y
peligrosas, estableció como valor máximo el de 175 fibras por cm 3. La Directiva 2009/148/CE
del Parlamento Europeo y del Consejo
reconoce que “si bien no se ha podido determinar el nivel por debajo del
cual la exposición al amianto no entraña riesgo de cáncer, es oportuno reducir
al mínimo la exposición de los trabajadores al amianto” (considerando 11), y
por ello fijan como valor máximo de exposición, para un periodo de 8 horas, 0,1
fibras por cm3 como una media ponderada en ese tiempo. Los valores
máximos “permitidos” han disminuido en 1.750 veces!
EN este panorama legalmente completado, hay que señalar algunos
problemas.
UNO, es la propia Orden de diciembre de 2001 por la que se prohíbe el
amianto en España. Ha dejado en el limbo el amianto instalado sine die. Se dice
en la Orden
“hasta su eliminación o el fin de su vida útil”. Al ser eterno, se necesitará
una política activa de desamiantado, o seguirá cobrándose nuevas víctimas.
EL otro problema es la falta de aplicación de muchas de las normas en
vigor, especialmente las relativas a
trabajos de desamiantado y la que obliga a las empresas a inscribirse en el
RERA (Registro de Empresas con Riesgo de Amianto), desde 1984. En el primer
caso, se sigue exponiendo a trabajadores y a la población a los riesgos del
amianto y en el segundo se dificulta la defensa jurídica de los trabajadores o
el necesario seguimiento médico de los mismos,
si las empresas no figuran en el
RERA.
EL panorama judicial hay que encuadrarlo en la situación de los
querellantes que, o son enfermos por el
amianto, o familiares con todo el peso del dolor por la enfermedad y muerte de
sus allegados. Dicen las víctimas que los asuntos judiciales andan por los
juzgados entre cuatro o cinco años, lo que convierte en un nuevo suplicio a
añadir al que ya traen en sus carnes. Para evitar este calvario, las
asociaciones reclaman un fondo nacional indemnizatorio, como ya existe en otros
países como Francia y EEUU, que pueda evitar en parte las penalidades actuales.
Este fondo no implicaría la renuncia a formular demandas judiciales con otras
reclamaciones, ni que la
Administración, por vías legales, pudiese resarcirse del
desembolso efectuado, pero ya sería el Estado el que pleiteara y no las
victimas, como es el caso de Italia.
Y también nos movemos en un contexto político en el que ninguno de los
responsables últimos (propietarios y accionistas de las empresas: Eternit,
Uralita, etc.) han pagado penalmente, siendo así que hablamos en España de
80.000 muertos y todos sus sufrimientos, y en el mundo de más de 10 millones… Y
las cifras continúan. Como dice Vicent Navarro “nunca, ningún empresario de
Uralita ha ido a la cárcel. Mientras los trabajadores todavía están intentando
que los tribunales fuercen a Uralita a pagar indemnizaciones a los afectados
por asbestosis y cuando las consiguieron las cantidades eran claramente
insuficientes”.
LOS asuntos que se discuten en los distintos juzgados (social, civil,
penal, contencioso), y en las distintas instancias, tienen que ver con tres
reclamaciones principalmente: la declaración de la enfermedad como profesional,
el recargo de las prestaciones, y las indemnizaciones por los daños y
perjuicios, tanto físicos como morales. En contadas ocasiones se formulan
querellas criminales. Un caso en que sí se ha llevado a cabo es el realizado
contra la Unión Naval
de Valencia SA, en una querella presentada por los representantes de 20
fallecidos y 51 lesionados por el amianto. La Audiencia Provincial,
en septiembre de 2009, dictó una sentencia condenatoria contra el representante
legal de la empresa y tres jefes de seguridad laboral. Las peticiones iniciales
del fiscal de 34 y 54 años de prisión; por acuerdo, se redujeron a menos de 2
años, para evitar el ingreso en prisión y a una indemnización global de 11
millones de euros para todos los demandantes. Como después de esta sentencia
han fallecido 19 personas más, de nuevo se ha presentado una querella que ha
sido archivada por considerar la jueza de turno que los hechos ya habían sido
juzgados. La Asociación
para la Defensa
de las Victimas del amianto de la región ha iniciado una serie de
concentraciones en los juzgados, desde el pasado mes de mayo, para pedir que estas muertes “no queden impunes”.
LA Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi (ASVIAMIE), por
ejemplo, de 83 demandas presentadas ha conseguido en 58 de ellas el
reconocimiento como enfermedad profesional, en 11 que se dicte un recargo sobre
las prestaciones, y en 17 indemnizaciones por daños y perjuicios. Han
comprobado que gran parte de las empresas con afectados por el amianto no
estaban inscritas en el RERA, de obligado cumplimiento, por lo que ocultan a
las autoridades sanitarias que sus trabajadores/as estaban expuestos a este
mineral. Como dijimos eso los perjudica
porque no se les está haciendo un seguimiento adecuado de acuerdo con el
Programa de Vigilancia de la
Salud establecido.
LAS indemnizaciones suelen ser insuficientes. Oscilan entre 40.000 y
200.000 € por fallecimiento, siendo la media en torno a 100.000€28.
En EEUU e Italia, por ejemplo, las indemnizaciones que se discuten en los
juzgados por los mismos daños giran en torno al millón de euros.
HAY que destacar cómo le va a Uralita en los litigios con sus antiguos
empleados, habida cuenta de que como hemos visto era la empresa oligopolística
en los años más florecientes. Pues bien, en un resumen de sentencias analizadas29
que corresponden al intervalo de 1996 a 2004, se observa que
de las 63 demandas estudiadas, 32 corresponden a solo dos empresas (21 a Uralita y 11 a CAF). Los resultados son
claramente diferentes: en Uralita solo dos decisiones judiciales han sido
favorables a los demandantes (6.25% del total) y en las relativas a CAF, al
contrario, solo una resolución ha sido a favor de la empresa demandada (10 a favor de los demandantes,
o sea el 31,2% del total). Del total de las 63 sentencias contempladas, el 50%
han sido estimadas. En otro trabajo de Azagra30 en el que se
estudian 115 Resoluciones judiciales, que abarcan el periodo que va desde enero
de 1996 a
julio de 2008, solo el 39% de las demandas presentadas han sido estimadas a
favor de los demandantes, en segundas
instancias. De modo que la situación en los juzgados, hasta ahora, ha sido muy
desfavorable para las víctimas. Hay que añadir, pues, al sufrimiento de la
enfermedad y la muerte, los años de juzgados y, en muchos casos como hemos
visto, la pérdida de sus derechos en esos juzgados.
PERO las cosas empiezan a cambiar. A título de ilustración mencionaremos
algunas sentencias recientes muy prometedoras para las víctimas. Una de ellas
es la ya mencionada del Tribunal Supremo del pasado 18 de junio, por la que las
empresas no pueden alegar falta de regulación en sus actuaciones pasadas, al
menos desde 1940.
ES muy significativa también la
sentencia del Tribunal Supremo, de julio de 2010, ratificando una del Juzgado
Social nº 1 de Zaragoza, de 28 de julio de 2008, contra la empresa CAF por el
fallecimiento de un obrero a causa del
amianto. En ella reconoce al trabajador
fallecido la incapacidad de “disfrutar de la vida”. Este matiz ha dado lugar a
una indemnización mucho mayor que en casos anteriores. Concretamente para esta
reclamación se han fijado 427.000 euros como reparación, la de máxima cuantía
de todas las habidas hasta ahora en España.
SE han abierto también las demandas contra empresas norteamericanas que
fabricaban productos aislantes, que posteriormente eran incorporaban a barcos
que se reparaban en España. Es el caso de la demanda interpuesta contra 22
compañías americanas por un trabajador de los astilleros Bazán, en Cartagena,
enfermo de cáncer a causa del amianto. La demanda interpuesta en New York en
2009 sigue su curso. Los abogados señalan que en procesos similares en aquel
país las indemnizaciones pueden llegar a los dos millones de dólares. Este tipo
de demandas no es incompatible con otras que pudiesen ponerse en territorio
español.
EL caso de Cerdanyola ha sido, quizá el más llamativo. Ha tenido lugar
con la sentencia del Juzgado de 1ª instancia nº 46 de Madrid, del pasado 5 de
julio de 2010. Se condena a Uralita SA a indemnizar a 45 vecinos de la ciudad
por daños procedentes de exposiciones domésticas o ambientales, y con una
indemnización importante: 3.918.594 €; en una demanda acumulada de 47 afectados
o sus familiares. Muchas de las enfermedades correspondían a afecciones
benignas. Está pendiente de instancias superiores, a las que Uralita ha
recurrido.
LO importante de la sentencia es la cantidad y la consideración del daño
moral. La sentencia sigue, en buena medida, la jurisprudencia civil del
Tribunal Supremo, que no exige la concurrencia de un daño personal para
indemnizar el daño moral. El sufrimiento o padecimiento psíquico es, pues,
suficiente para fundamentar una reclamación de indemnización. E igualmente, en
la sentencia se razona que no han de aplicarse mecánicamente los baremos
que venían haciendo los juzgados
relativos a las cantidades que se fijan que provienen de las responsabilidades
de los seguros de circulación de circulación de vehículos
ALGÚN tratadista31 ha cuestionado la pertinencia de esta sentencia,
porque considera que “abre las puertas de la litigación a centenares de nuevos
demandantes, incluidos algunos con pretensiones de mérito dudoso (…) Las
víctimas futuras de enfermedades graves como la asbestosis, el cáncer de pulmón
o el mesotelioma pueden ser las grandes perjudicadas”. Y puede ocurrir como en
EEUU en donde las litigaciones alcanzan las siguientes cifras hasta 2002:
730.000 demandas, 8.400 demandados, 70.000 millones de dólares en
indemnizaciones y 37 empresas declaradas en quiebra como consecuencia32.
En la actualidad estas cifras han aumentado.
ESO puede llegar a pasar, pero el daño moral y político que las
industrias del amianto han hecho en el mundo ha de reparase, y ha de hacerse
ejemplarmente para impedir otro genocidio como este al que estamos asistiendo.
En el caso de Uralita, ya hemos visto los suculentos beneficios que han
obtenido, por lo que podemos hablar, al igual que con las deudas de los pobres,
de “beneficios odiosos” e ilegítimos.
LA situación ha cambiado. Basta recordar lo que el despacho de abogados Col.lectiu
Ronda cuenta33; dicen que: “en 1980 ganaron la primera sentencia
contra Uralita. El desaparecido Tribunal Central del Trabajo revocó la
sentencia. No por eso cejaron en el empeño. Pero todas las sentencias fueron
desestimadas o revocadas por los Tribunales hasta llegar a la de S.M.en el año 2007”.
El
desamiantado
YA hemos visto cómo la orden de prohibición general el amianto de 2001
dejaba en el limbo la uralita instalada para la eternidad, si no es que se
ejerza una presión social suficiente para proceder a un desamiantado controlado
y prioritario, empezando por los cientos miles de kilómetros de tuberías de
aguas potables, muchas de ellas de crocidolita o amianto azul, el más nocivo de
todos los asbestos conocido. Recordemos que de los cancerígenos de tipo 1 (los
seguros) según la OMS
no se puede predicar dosis segura, y que las fibrillas que ingerimos o
inhalamos se acumulan si no son expulsadas del organismo, y que por tanto, los
más vulnerables son los niños a los que la enfermedad puede emerger más
temprano.
PERO el desamiantado es no solo una cuestión política sino económica. Vale
mucho dinero hacerlo en condiciones de seguridad y tener los restos en
vertederos controlados por siempre, como los residuos nucleares. Por ejemplo en
el caso de Suecia llevan 18 años en la tarea y necesitan diez más para terminar
la obra, y se trata de 300.000 toneladas, el 10% de lo existente en España.
HABRÁ que exigir, una vez más, a los responsables, que contribuyan a la
limpieza de los que han contaminado, según el principio de “el que contamina,
paga”. No tiene sentido que las multinacionales del amianto se dediquen a
montar fundaciones filantrópicas, con los ingentes beneficios obtenidos,
mientras millones de personas siguen expuestas al mineral. ¿Por qué van a pagar
los vecinos de Cerdanyola y Ripollet con sus impuestos la limpieza de su
ciudad, por amianto esparcido por sus calles durante decenas de años? Este
mismo verano ha de gastarse el pueblo unos 270.000 € para sellar el amianto
vertido en un patio escolar34, y es ya el cuarto que se desamianta.
UN Tribunal Penal Internacional no solo debería juzgar los presuntos
crímenes del amianto sino también exigir las reparaciones pertinentes.
EL genocidio del amianto no debe quedar impune en ninguna de sus
dimensiones, como ejemplarmente se está viendo en el macrojuicio de Turín.
El
filantrocapitalismo pulvígeno
ESTA propuesta de epígrafe que resulta extraña no lo es, una vez nos
adentremos en el asunto. Resulta que uno de los magnates del amianto más
importantes del mundo, Sthephan Schmidheiny de la multinacional Eternit, ha
puesto pies en “polvorosa” y huye, precisamente, del polvo del amianto.
LA huida no es solo a los paraísos fiscales sino hacia fundaciones
filantrópicas, con las que pretende varias cosas, pero una de ellas muy
relevante: hacerse pasar por un benefactor de la humanidad, él que tiene en sus
espaldas tantas presuntos crímenes. Para ello ha constituido una fundación
llamada AVINA, con la que financia socios-líderes, cooptados de los movimientos
sociales y ONG de España y Latinoamérica. Como paga, apoya, conecta y da
prestigio tiene cierta facilidad para seleccionar para sus filas líderes
presuntamente prestigiosos.
EN el caso de España ha tenido cierto éxito y ha cooptado a líderes de
organizaciones de prestigio del agua, las semillas, la universidad paralela,
las plataformas rurales, los movimientos ambientalistas, etc.
ESTA manera de interferir en los movimientos sociales genera divisiones
entre los activistas de base de los movimientos, que obviamente no ven con
buenos ojos esta connivencia (y colaboracionismo) con el polvo asesino y con el
gran capital.
COMO no tienen remedio, quieren seguir haciendo negocios, esta vez con los
pobres, de los que dicen que son cuatro mil millones de posibles clientes. Para
ello utilizan la estrategia de aliarse con otra fundación llamada Ashoka
(recientemente nominada premio Príncipe de Asturias) de clara pertenencia al
gran capital y a la gran banca americana (concretamente a la JP Morgan, la empresa
más grande del mundo). En acuerdo con ella realizan la estrategia de los
llamados negocios híbridos que consisten en juntar a los “emprendedores”
sociales (léase líderes de movimientos) con las multinacionales para hacer
negocio con los pobres. Es el caso de los negocios que traen con la Fundación Bill y
Melinda Gates que, vía Monsanto, pretende llevar las plantas transgénicas al
África (programa Agra). O con la multinacional Danone con la que pretender
llevar yogures casa por casa a los más pobres, ayudados por otros pobres, o el
de la banca Grameen de cuyos resultados con los microcréditos en Bangladesh dio
buena cuenta un programa reciente de la televisión pública (una verdadera
extorsión, disfrazada de beneficiencia, según el documental).
EL filantrocapitalismo pulvígeno es, pues, la búsqueda de legitimidad
por parte de los magnates del amianto, para que no prospere contra ellos un
juicio penal por presunto genocidio.
EN el caso de España, Uralita en su memoria del 2004, dicen tener
“obsesión por los resultados (y por tanto dicen que) debemos alinearnos con el
objetivo de maximación de valor para nuestros accionistas (ahora bien) sabemos
que el capital humano es la pieza angular para hacer de Uralita un grupo líder
(por ello) valoramos la contribución de las personas en función de su encaje
con nuestras creencias y la consecución
de objetivos (los de más arriba)”.
SUS buenas intenciones quedan claras con la siguiente noticia de Europa
Press, del 26 de enero de 2009: “Uralita enseña a niños (menores de seis años)
de 10 países europeos a “respetar la naturaleza” y “entender el cambio
climático”. A tal fin se han regalado unos kits con material educativo que se
ha distribuido por escuelas, jardines de infancia, residencias y hospitales. La
noticia no especifica si previamente estos centros para niños habían sido
desamiantados.
Algunos
asuntos pendientes
DE manera no exhaustiva, diríamos que los grandes temas pendientes en
nuestro país, relativos a esta trágica historia son los siguientes:
1)
La atención especial a los afectados y a las víctimas, al igual que se hace con
otros damnificados especiales como son los del terrorismo. Aquí hay que
apoyar un Fondo de Compensación, al
igual del que ya existe en otros países, para paliar los sufrimientos de las
víctimas por el paso por administraciones
y juzgados antes de que se les reconozcan sus derechos. Este Fondo no debería
hacer renunciar a los afectados sus derechos a litigar en las instancias que
consideren, para obtener justicia.
2) La mejora de los registros ya establecidos como el de empresas con riesgo de
amianto (RERA), que son incompletos y no tienen apenas registros históricos. La
relación completa de trabajadores expuestos para poder atenderlos desde el
Programa de Vigilancia de la
Salud establecido. El registro de edificios públicos y
privados con amianto, así como instalaciones de especial interés como guarderías,
colegios, hospitales instalaciones de agua, etc., para darles prioridad de
desamiantización. Un registro nacional de mesoteliomas35 para
trabajos epidemiológicos y de atención (que ya existe entre los profesionales
pero sin carácter oficial).
3) Un programa a corto y largo plazo de desamiantado del país, como se hace en
Suecia y en otros países.
4) La prohibición de exportar residuos con amianto a otros países, normalmente
empobrecidos, especialmente el desguace de barcos con destino a la India (tomamos prestado este
alegato de Ángel Cárcoba para denunciar la situación. Dice así : “Yo acuso a
los responsables de operaciones transfronterizas de transferir el riesgo a
países sin normas, expandiendo la epidemia de cáncer a continentes enteros. Unas
700 naves de guerra y 4.500 buques de la marina mercante repletos de amianto y
otros agentes tóxicos son desguazados en el sudeste asiático. Una de cada seis
personas que trabajan en Alang (India) padece asbestosis. El 36 % del tonelaje
naviero mundial es propiedad de compañías domiciliadas en la Unión Europea.
Francia y España juegan un papel importante en la transferencia de riesgos a
terceros países sin normas”).
5) La solidaridad con los países en los que aún el amianto no está prohibido el
amianto en todas sus formas, en el sentido de conseguir la prohibición
universal en todo el mundo. Que además evitaría a los que sí lo tienen
prohibido ser contaminados por vías de contaminación de cargas, ocultación,
etc.
6) La formación de un Tribunal Penal Laboral Internacional para juzgar el
presunto genocidio del amianto en el mundo, al menos con carácter moral.
7) A la vista de la tragedia del amianto, aplicar con rigor el principio de
precaución a otros materiales que vienen y que pueden tener características
parecidas al amianto, especialmente los derivados de las nanotecnología, o de
fibras cerámicas refractarias de determinadas dimensiones, de carácter
cancerígenas
Conclusión
UNA coalición de afectados, víctimas, familiares, vecinos, sindicatos,
profesionales de la salud, ecologistas, universitarios, artistas, periodistas,
etc. ha de afrontar las enormes tareas que quedan pendientes: hacer justicia a
las víctimas y no dejar impune este genocidio.
Notas
y referencias
1 Baez Baquet, F. y Cárcoba, A. (de próxima publicación), Amianto: un genocidio impune.
2 El País, 23.07.2010,
“Calles de Cerdanyola aún tienen restos de amianto sin tratar”
3 Atienza, S. (2008), La fibra asesina. El
amianto, Col-lectiu Ronda, p.68
4 Congregado Córdoba, J. (1985) “Informe pericial sobre el amianto”,
Sevilla
5 Sentencia del Juzgado de lo Social nº 8 de Sevilla, Procedimiento
381/2003.
6 Menéndez Navarro, A (2007), “Alice-A fight for life” (1982) y la
percepción pública de los riesgos laborales del amianto” Revista de Medicina y Cine, vol.3, nº2, abril
7 Doll, R. (1955), "Mortality from lung cancer in asbestos
workers," Brit. J. Ind. Med., 12:81-86
8 Wagner JC, Sleggs CA, Marchand P. (1960) “Diffuse pleural
mesothelioma and asbestos exposure in the nothwestern Cape Province”. Br J In Med ; 7: 260.
9 Selikoff,I., Churh, J. y Hammmond, E. (1964), “Asbestos exposure
and neoplasia”, (JAMA). Vol 188 nº1:142:146
10
En Sentencia del T.S.J. Asturias 46/2011, de 7 de enero, p.8
11 En Navarro, V. y otros (1983), “El silencio sobre el amianto, una
herencia letal”, El País, 30.11
12 Peto J, Decarli A, La Vechia C, Levi F, Negri
E, (1999) “The European mesothelioma epidemic” Br J Cancer, Feb 79 (3-4): 666:672
13
Tarrés, J. y otros (2009), “Enfermedad por amianto en una población próxima a
una fábrica de fibrocemento”, Archivos de
Bronconeumología,45(9):429-434, 6 de junio
14 Basterra, J. (2011), “Más de 190 sentencias del Supremo por casos
de amianto en 14 años”, en Gara, 31.07.11
15 Informe de la
Fundación para la prevención de riesgos laborales, CCOO, Dic.
2001
16
Atienza, S. (2008), o.c. p 30
17
Navarro, V. (2010),” Los grandes grupos empresariales y financieros durante la
dictadura, El Plural, 8 de junio.
18 CEDOS (1978), El amianto
mata. Salud y trabajo: el dossier Uralita, p.16
19 Cárcoba, A. (2000), El amianto en España, CCOO, ediciones
GPS, p.11
20 Cárcoba, A. (2000), o.c. p. 48
21 Cárcoba, A. (2008), “El amianto en España: diagnóstico y
alternativas”, Universidad de Cantabria, curso de verano sobre “Impacto del
amianto en la salud y el medio ambiente”, julio 2008
22 Jiménez Ortega, F (2011), “El rastro `negro´ del amianto en
Sevilla”, Diariodesevilla, 7 de
febrero
23 Un documental imprescindible es el titulado “La Plaza de la Música”, dirigido por
Juanmi Gutiérrez, de 2010 y que se puede bajar libre de licencia desde: www.vimeo.com/zazpiterdi/plazadelamusica
24 Unas de las historias más ilustrativas de los estragos de la
industria de amianto se puede leer en: Rossi, G. (2010), La lana de la salamandra, Ediciones GPS.
25 Cárcoba, A. (2000) o.c. p. 21
26 Según la
Comisión de salud y Seguridad dependiente del Ministerio de
Sanidad, hay una subestimación del 70% de las empresas que han utilizado
amianto durante los últimos 40 años
27 Mapfre (2008) “Análisis retrospectivo de la exposición de los
trabajadores del sector naval al amianto…”, en pdf
28 Alcaraz de la
Torre, B. (2010), “Amianto y acción de daños y perjuicios.
Reseña de doctrina judicial”, Gabinete de Estudios Jurídicos de CCOO, Mayo
29 En CCOO Andalucía (2007), Amianto:
impactos sobre la salud y el medio ambiente, Azagra, A, y Gili, M “Guia InDret de jurisprudencia sobre responsabilidad
civil por daños con amianto”pp 108-122
30 Azagra, A. (2008), “Compensación e las víctimas del amianto en
España”, en Gestión de Riesgos, Boletín nº 102, de la Fundación Mapfre
31 Azagra, A. (2010), Hacia una litigación sin horizontes:
agregación procesal, exposición no ocupacional al amianto y placas
pleurales. Comentario a la SJPI núm. 46 de Madrid, de 5
de julio de 2010, del Magistrado-Juez Javier Sánchez Beltrán.
32 Roselli, M. (2010), La mentira del amianto. Fortunas y delitos, Ediciones del Genal,
p.187
34 www.elmundo.es 4/08//2011
35 La Directiva 2009/148/CE del Parlamento Europeo y del Consejo actualmente lo prescribe ( art.21)
36 Cárcoba, A, (2008), “Yo acuso”, Departamento de salud laboral de CCOO