OPINIÓN. ¿Me quieren oír? Por Dardo Gómez
Periodista
17/07/15. Opinión. El periodista Dardo Gómez aporta su visión sobre el tratamiento mediático que ha seguido estas últimas semanas las tensiones entre el Gobierno griego y el Eurogrupo. Gómez califica la atención prestada por los “grandes medios de comunicación españoles” de “injuriante tratamiento”, con el que las “grandes corporaciones han demostrado los niveles de degradación a los que pueden llegar”. Una colaboración que...
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Cautivo y desarmado el pueblo griego, la prensa ha alcanzado sus objetivos
EL injuriante tratamiento de la llamada crisis griega que ha dado la prensa de las grandes corporaciones ha demostrado los niveles de degradación a lo que pueden llegar estos grupos mediáticos en defensa de los intereses de sus accionistas.
EL pasado 28 de junio Rafael Jiménez Claudín proclamaba desde su titular Vergüenza del periodismo español el penoso seguimiento que han hecho los “grandes” medios nacionales de los días previos al último referéndum griego.
SEÑALABA el director de periodistasenespañol.com que “hay días en los que avergüenza ser periodista español por el cúmulo de informaciones que no respetan la veracidad ni se sustentan en fuentes directas, y que se publican en los grandes medios de comunicación de prensa, radio y televisión”.
TRAS un breve y contundente análisis de la infame complicidad de esos medios con la prepotencia inhumana de la Troika, Jiménez Claudín concluye que la verdad demostrada sobre los hechos debería ser “sonrojante para editorialistas, presentadores estrella de informativos, corresponsales en Bruselas y grandes capitales de la economía europea, que no han sido capaces de recurrir a una fuente directa del Gobierno de Grecia y se han limitado a ser trasmisores de lo que decían personajes como De Guindos y similares”.
POR fin nos fustigaba con una verdad diáfana. “Los grandes medios están en manos de poderes empresariales, fondos buitre y demás entidades vinculadas a los intereses financieros, catarata informativa que se vierte de forma continua sobre una ciudadanía bastante preocupada por sus propios problemas con poco tiempo para poder discernir si lo que acaba de oír es la verdad o una afirmación interesada”.
SIN embargo, el sonrojo que reclamaba este veterano periodista no ha llegado. Más bien, parece que todas esas plumas se han sentido muy orgullosas de la pobre tarea realizada, dispuestos a superarse en su servicio a los accionistas de sus medios.
ASÍ, tras el referéndum que dijo “NO” a todas sus argucias y mentiras, esas mismas firmas de “prestigio” se han dedicado a jalear a los orcos de la Troika para que terminaran, de una vez por todas con la resistencia numantina del pueblo griego. Por lo menos de más del 60% de ellos, que no es poca cosa.
Sin cuartel para la decencia
EN la mañana del 13 de julio sufrí, durante varias horas, como esos amanuenses de confianza se felicitaban y euforizaban ante lo que aseguran que será el fin de las reivindicaciones griegas.
ASEGURABAN que el estoque de la Troika habría entrado en profundidad y que Tsipras estaría ya para el arrastre. Decían que los griegos tendrán que austerizarse hasta la miseria y que habrán de pagar con más penurias por haberse atrevido a denunciar que han sido expoliados por los agentes del Fondo Monetario Internacional.
TODO eso arrebata a los escribas. Nuestros tertulianos estimulan a Merkel, y a su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, para que persigan a Tsipras más allá de los chiqueros.
EN medio de esta barbaridad me ha aparecido la ilustración del dibujante Pawel Kuczynski, con la que he decidido ilustrar estas líneas; este polaco de 38 años dibuja auténticos editoriales que cuestionan la sociedad que nos han impuesto los poderes fácticos.
EN esta viñeta, que he hallado en su página de Facebook, veo la síntesis de la prensa irresponsable que campea por el sur de Europa y que hace noticia de la víctima sin querer ver que el próximo ajusticiado puede ser cualquiera de ellos; mientras tanto jalean al tirano y renuncian a su dignidad...
ASÍ cumplen con su función asumida de desinformar a su ciudadanía para hacerles creer que la víctima es la culpable de lo que le pasa. Sus argumentos falsos y retorcidos tratan de que creamos que el verdugo es generoso y que corta la carne a pesar suyo.
LO terrible es que están consiguiendo sus objetivos en gran parte de la población. Aunque cada día son más los europeos que ya no creen en sus mentiras, han sido muchos los decenios en que se nos fue inoculando la supuesta objetividad y decencia de los grandes medios. Así, esta prensa se ha convertido en cómplice necesario para el estado de corrupción al que los intereses financieros han llevado a Europa.
Cómplices necesarios de la infamia
EL sociólogo Manuel Castells, uno de los autores de referencia en todo el mundo sobre la sociedad de la información, acostumbra tener unos centímetros de oasis en el diario La Vanguardia.
ALLÍ publicó el pasado 11 de julio un artículo en el que explica que el conflicto agitado por varios gobiernos europeos poco tiene de económico, y que su objetivo único y final es terminar con la dignidad del pueblo griego.
TRANSCRIBO algunas partes de su análisis. Es de una contundencia demoledora:
“EUROPA sufre de un enorme déficit democrático porque se ha estado haciendo a espaldas de sus ciudadanos. Por eso la decisión de Tsipras de someter a votación directa medidas que afectan a la vida de la gente causó pánico en los corredores del poder. ¿Adónde iríamos a parar?”. “Ante esa rebelión ciudadana Merkel y sus aliados (incluido Rajoy) decidieron endurecer aún más las condiciones para prestar a Grecia lo suficiente para que se mantenga en el euro”. “Tienen que doblegar la resistencia o provocar una catástrofe social para dar una lección a los ciudadanos de otros países del sur, en particular España, en donde se resquebraja su poder”. “El conflicto con Grecia es fundamentalmente político: se trata de liquidar a Tsipras y lo que Syriza representa”.
El brazo armado de la Troika
MANUEL Castells identifica con claridad y sin dudas el papel de los medios en esta cruzada de indignidad.
“Y para ello se deforma sistemáticamente, en particular en los medios de comunicación, la realidad de la crisis financiera griega. No se está salvando a Grecia sino a la deuda de los bancos griegos, y de los bancos alemanes, franceses y demás que fueron los que les prestaron sin control y sin prudencia financiera”.
CONCLUYE:
“…SE trata de imponer disciplina a los díscolos sureuropeos y segar la hierba bajo los pies de los partidos contestatarios. Y de ofrecer a los xenófobos de Alemania y norte de Europa la cabeza de Tsipras”.
UN análisis en el que coinciden gran parte de las cabeza pensantes que no están a sueldo de los personeros de la Troika, pero esto no sirve para sembrar la menor duda entre los escribas de confianza ni en los fijos de las tertulias; ellos están a tanto por lenteja e igual hubieran babeado con idéntica obsecuencia ante el “cautivo y desarmado” de infame memoria.
ESTA historia aún no ha terminado y no será extraño si se salda con aún más padecimiento para los forzados valedores de un dinero que nunca llegó a sus manos y que sirvió para salvar a la banca griega y enriquecer a varias bancas del continente.La que en cambio parece no tener retorno es el fin de este periodismo carroñero que, más temprano que tarde, terminará de ser abandonado por la ciudadanía. Son la vergüenza del periodismo español y se merecen los patrones que tienen.
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