El miserable argumento “prefiero no tener Canal Sur y tener endoscopios en los hospitales de Almería” presenta dos derechos humanos como si fueran excluyentes entre si, cuando quienes gobiernan deben garantizar ambos. Detrás de esa demagogia se esconde la defensa de la primacía de las empresas que hacen comercio de la información
OPINIÓN. ¿Me quieren oír? Por Dardo Gómez
Periodista
09/01/19. Opinión. El conocido periodista Dardo Gómez reflexiona en su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre la necesaria existencia de los medios de comunicación públicos, imprescindibles para que los pueblos europeos dispongan de una “reserva” protectora del derecho a la información y de sus culturas. Y lo hace ahora que PP y Vox, la derecha extrema, llegan al...
...gobierno de la Junta de Andalucía con la intención de ‘controlar’ Canal Sur. Es el momento de recordar que esos medios se crearon para ser “una reserva donde la información, el entretenimiento y la cultura estuvieran preservadas de la voracidad de los medios comerciales que -como mandan las leyes del mercado- tienen como objetivo rector de sus actuaciones la ganancia económica pura y dura”, denuncia Gómez.
Es el derecho a la información, idiotas…
EL secretario general del PP, Teodoro García Egea, ha formulado que está dispuesto a escuchar la propuesta del ultraderechista Santiago Abascal, de terminar con la televisión autonómica andaluza y evaluar si eso es posible. De ser así, argumenta este señor que prefiere “no tener Canal Sur y tener endoscopios en los hospitales de Almería”; no tiene nada de original ya que repite el mismo argumento de su desaparecida correligionaria Esperanza Aguirre que utilizaba las camas hospitalarias para argumentar sobre el cierre de Telemadrid.
A la miserabilidad de este argumento que enfrenta dos derechos humanos (información y sanidad) como si fueran excluyentes entre si y no fueran ellos, los políticos que gobiernan, los responsables de garantizar ambos sin esconderse en la inmundicia de la demagogia.
ESTOS deslices mentales vienen a demostrar, una vez más, el pobre nivel de conocimiento sobre el derecho a la información que tienen muchos políticos españoles; entre ellos, el señor Teodoro García Egea.
TODOS ellos siguen ignorando que, desde hace decenios, las autoridades europeas vienen señalando que solo los medios públicos garantizan a la ciudadanía, por definición y esencia, recibir una información que no debe estar mediatizada por los intereses económicos ni partidarios.
ESTA es la función que cumplen en Europa, con excepción de España, los medios de comunicación de las distintas administraciones públicas. Para garantizar que sea así todos los estados europeos, salvo España, se han dotado de organismos reguladores independientes que han puesto límites, mediante leyes, que políticos como los españoles puedan poner esos medios de la ciudadanía al servicio de sus intereses partidistas.
PRECISAMENTE, el informe 2018 del Instituto Reuters sobre fiabilidad a los medios constata que en países como el Reino Unido, Alemania, Dinamarca, Italia o Japón, los medios públicos son percibidos como los más fiables y señala: “Este no es el caso de España, donde TVE es uno de los medios considerado menos fiable de los que preguntamos”.
A lo mejor, lo que sobran son políticos como el señor García Egea y sus nuevos compañeros de ruta...
La pregunta bastarda
CON la soberbia de la ignorancia ya son varios los políticos españolas que han apelado a la retórica bastarda de ¿para qué necesitamos medios públicos?, una pregunta que ya recibió respuesta, incluso antes de ser formulada, por las mentes democráticas europeas. Esas que se integran e organismos como el Consejo de Europa para velar por los intereses de la ciudadanía.
TODAS ellas, lejanas de las pobres tesis neoliberales, entendieron que los medios de comunicación públicos eran imprescindibles para que los pueblos europeos dispusieran de una “reserva” protectora del derecho a la información y de sus culturas.
UNA reserva donde la información, el entretenimiento y la cultura estuvieran preservadas de la voracidad de los medios comerciales que -como mandan las leyes del mercado- tienen como objetivo rector de sus actuaciones la ganancia económica pura y dura.
YA por entonces (esto no viene de ahora) los medios de comunicación privados comerciales habían crecido, expandido y concentrado de tal forma que se consideró que la suerte de los medios audiovisuales y de sus espectadores no podían quedar indefensos ante la voracidad de los intereses privados.
PORQUE, aunque algunos pretendan negarlo, la cultura y la información tanto como la salud o la educación no pueden dejarse al arbitrio de las leyes del mercado; aunque se esté haciendo.
ADEMÁS, documentos de la UNESCO señalan que los medios públicos “deben estar protegidos institucionalmente y deben tener garantizada su financiación para que puedan ejercer sus funciones centrales para la consolidación de las democracias”; y el ‘Informe sobre pluralismo y libertad de los medios de comunicación en la Unión Europea’ considera “que las autoridades públicas tienen el deber de proteger la independencia y la imparcialidad de los medios de comunicación públicos, en particular como agentes al servicio de las sociedades democráticas y no de satisfacer los intereses de los gobiernos en el poder”.
LE aseguro al señor García Egéa que diputados de su partido han firmado ese documento y no consta que hayan sido acusados de podemitas.
Además de buenos, son necesarios
LA Unión Europea de Radiodifusión (UER), principal asociación Medios de Comunicación de vocación de Servicio Público (MCSP) del mundo; demuestra con sus estudios periódicos el real valor de sus funciones. Algo que no puede exponer ningún medio privado.
POR ejemplo, una de esos resultados apunta que indicadores sociales como la libertad de prensa, la baja corrupción y la democracia son directamente proporcionales al buen desempeño de los MCSP de cada país. Asimismo, que son empresas creadores de empleo; en los 56 países miembros la UER son más de 250.000 las personas empleadas de manera directa por los MCSP.
TAMBIÉN son líderes en igualdad de género y liderazgo de la mujer; ya que mientras en las empresas privadas europeas solo el 3,4% de las mujeres ocupan puestos de gran responsabilidad, en las MCSP el 22% de esos puestos es ocupado por mujeres.
ASÍ mismo, los datos de la UER indican que sus medios asociados invierten hasta 2,6 veces más en contenidos que Amazon y Netflix juntas en todo el mundo; y que casi dos tercios de la programación emitida por las emisoras públicas está basada en contenidos originales que en su 87% están producidos en el país al que pertenece el medio público o en algunos de los países de la UE.
ALGO muy lejano de lo que ocurre en los medios privados comerciales -cada vez más concentrados en pocas manos-, que fomentan los contenidos mostrencos y uniformes de las productoras multinacionales que para nada tienen en cuenta las culturas locales.
EL año pasado el grupo chino Orient Hontai se ha convertido en socio mayoritario de Imagina Media Audiovisual. Este último, que lidera el sector audiovisual español es consecuencia de la integración de las productoras Globomedia y Media Pro, a través de la cual la última es accionista de Atresmedia.
EL resultado de este tipo de fusiones son los programas clónicos e indiferenciados, más los mensajes doctrinales de las grandes cadenas sobre los valores “universales” del sistema que las sustenta.
La UE también lo ve así
EL supuesto compromiso europeista de quienes abogan por cargarse los medios de comunicación de propiedad pública se muestra en toda su mentira cuando ignoran o simulan desconocer que en el seno de las organizaciones de la gobernanza europea están muy preocupados porque la industria audiovisual quede en manos de estos pulpos de la comunicación. Que es esto lo que, de verdad, está detrás de estos mensajes que abogan por el cierre de las empresas audiovisuales públicas.
NO olvidemos que ya la componenda PP/PSOE le regaló a estos medios todo el caudal publicitario que son capaces de generar las emisoras del Estado sin blindar, previamente y de manera sólida, su financiación.
A finales del año último, la creciente ampliación de las inversiones extranjeros en el mercado europeo ha motivado que la Comisión Europea muestre su preocupación por la incursión de esos dineros en los accionariados de las empresas de importancia estratégica para la economía y la sociedad europea.
LA que ha causado cierta sorpresa dentro de esta propuesta es que entre estas empresas de “necesidad social” la CE ha decidido incluir a las empresas de medios de comunicación, las de almacenamiento y procesamiento de datos, y las de tecnologías para procesos electorales.
LA Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP) ha señalado que “la inclusión de los medios de comunicación coincide con la posición que viene manteniendo desde hace años la FeSP que viene exigiendo, por la misma razón su regulación para garantiza el derecho a la información de la ciudadanía.”
LA medida propuesta por la Comisión Europea es una clara respuesta a los políticos, que niegan los riesgos de la dominación cultural, y gran parte de la profesión periodística que pone todas las exigencias de calidad informativa sobre los medios de titularidad pública y entiende que los que son de capital privado quedan exentos de cumplir con el compromiso social de respetar un derecho humano.
LA CE les ha dicho: Es el derecho a la información, idiotas…
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