Experto en turismo

OPINIÓN. Sin comentarios. Por Luis Callejón
Experto
en turismo
17/11/10. Opinión. El colaborador de EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com Luis
Callejón analiza en este artículo la reciente visita del Papa a España
señalando un llamativo fallo cometido por los organizadores del evento: no
haber invitado a Barack Obama. “Si el Sr. Zapatero fue capaz de desplazarse a
Estados Unidos para arrodillarse y rezar con Obama, ¿qué no habría hecho por ir
de Madrid a Barcelona por hacerse una foto con el presidente de EE.UU. aunque
no saliera el Papa?”, asegura.
Cambio de ritmo
CUANDO había empezado un artículo para
analizar la presencia de Andalucía en la World Travel Market (WTM) de Londres
con la novedosa idea de ampliar la promoción a ciudades como Dublín o
Birmingham, y debido a que yo escribo con la radio encendida para estar al día
de las noticias, no podía concentrarme porque aunque cambiara de emisoras y de
ondas, las noticias eran machacantes sobre la visita del Papa con todo tipo de
matices dependiendo de la emisora que localizara, así que he decidido congelar
mi particular visión de la WTM
para incorporarme al ejército de comentaristas de todo tipo y color, haciéndolo
desde una memoria filosófica.
RECUERDO que Aristóteles, cuando se refería a la lógica, a la inteligencia y a la política, decía más o menos: “La inteligencia no sólo consiste en el conocimiento, sino en la destreza de aplicarlo con lógica en la práctica política”.
CON el fin de aplicar dicha filosofía, es necesario encontrar un hecho histórico cercano para poderlo comparar con la visita del representante religioso más importante del mundo occidental o el jefe de estado del Vaticano.
LA visita papal a España ha puesto en evidencia las distintas formas de ligar la lógica con la política, y sobre todo, con la inteligencia.
MI memoria histórica se remonta a finales del siglo pasado, concretamente a enero de 1998, cuando Juan Pablo II visitó Cuba, país que por su ideología tiene una posición clara en estos temas.
POR mi condición de profesional del turismo, tuve la fortuna de vivir aquel hito histórico personalmente, por lo que nadie me lo tuvo que contar.
FIDEL Castro como jefe de estado y de gobierno, además de ser el primer secretario del Partido Comunista de Cuba, no sólo ejerció de anfitrión, sino que en una de sus alocuciones televisivas, explicó las circunstancias de dicha visita comunicando que durante su estancia, el estado le había concedido la Plaza de la Revolución para decir misa como jefe de la iglesia católica, y a la vez, jefe de estado del Vaticano.
AL referirse a esta circunstancia añadió que el pueblo cubano tenía plena libertad para asistir o no asistir, y que el gobierno cubano no obligaría ni a una cosa ni a otra, solamente añadió que él sí asistiría a ese acto… la consecuencia de esta última afirmación fue la asistencia masiva del pueblo cubano.
PARA mí, aparte de simpatías o
antipatías ideológicas, fue la lección más importante a la que he asistido de
un estadista auténtico que aplica la filosofía de Aristóteles poniendo la
inteligencia al servicio de la lógica y la política.
DICHO esto, si los lectores hacen una pequeña comparación con nuestro presidente, que aplica la práctica de huida para no afrontar sus responsabilidades de gobierno ante la visita de un jefe de estado, llegarán a sabias conclusiones.
Y si además escuchan la radio y ven la televisión de los mítines que ha iniciado el Sr. Zapatero en Cataluña como presidente del Gobierno y Secretario General del Partido Socialista, al referirse a la visita del Papa, trasmite bien claro cuál es su postura personal, olvidándose de que representa a todos los españoles, sean o no católicos.
LOS comentarios de algunas emisoras e incluso contertulios televisivos afines a la actitud del presidente Zapatero criticando el coste, que los más exagerados valoran en 3 millones de euros, salidos de los bolsillos de los españoles.
ESTAS opiniones presumo que están hechas por profesionales de la información agnósticos.
DECÍA mi abuelo, que las comparaciones son odiosas, pero que los agravios
comparativos, no sólo son legales, sino necesarios. Basándome en esa
afirmación, me voy a permitir comparar esa valoración de los 3 millones de
euros que le ha costado a toda España con una subvención hecha por el gobierno
andaluz de 5 millones de euros para el circuito de los moteros de Jerez que
dura más o menos el tiempo de la visita del Papa, porque si los comentaristas
que han valorado negativamente la visita del jefe de estado del Vaticano lo han
hecho por ser agnósticos, yo tengo el mismo derecho a criticar esta subvención
porque sale de los bolsillos de los andaluces que somos menos, y además hay más
andaluces que no saben montar en moto, que españoles que no sean católicos.
REALMENTE estoy convencido de que los organizadores
de la visita del Papa han tenido un fallo estratégico, porque si con la visita
del Papa el presidente del Gobierno se va de viaje, seguramente hubiese sido
inteligente haber invitado al Sr. Obama para asistir al bautizo de la Sagrada Familia como basílica
católica. Porque si el Sr. Zapatero fue capaz de desplazarse a Estados Unidos
para arrodillarse y rezar con Obama, ¿qué no habría hecho por ir de Madrid a
Barcelona por hacerse una foto con el presidente de EE.UU. aunque no saliera el
Papa?
PUEDE consultar aquí anteriores artículos publicados por Luis Callejón:
- 20/10/10 Las grandes dudas turísticas
- 15/10/10 Sueños de una noche de verano
- 30/09/10 Con sabor agridulce
- 07/09/10 Sin comentarios II
- 23/07/10 Sin comentarios