Pte. de la Asociación Emérita de Turismo y Hostelería de Andalucía (ASETHAN)

OPINIÓN. Sin comentarios. Por Luis Callejón
Pte.
de la Asociación Emérita de Turismo y Hostelería de Andalucía (ASETHAN)
24/03/11. Opinión. El calendario de huelgas
anunciado por los sindicatos para los próximos meses, convocatoria que coincidirá con “movimientos turísticos de importancia, es una
irresponsabilidad de grado 9, cuyos efectos secundarios en mayor o menor
intensidad se notarán sí o sí” es uno de los puntos que analiza el colaborador
de EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com Luis Callejón en este artículo. El
presidente de la Asociación Emérita de Turismo y Hostelería de Andalucía
(ASETHAN) detalla también por qué mantiene una actitud crítica, que no
pesimista, con la realidad que vive el sector del turismo en la comunidad
andaluza.
El pesimismo, la crítica y la realidad
EN el primer artículo que he publicado como presidente de Asethan titulado El turismo, la energía y las mentiras (consultar noticias relacionadas), un amigo me dijo que le gustó pero que “con la que está cayendo” no debería ser tan pesimista.
AUNQUE personalmente ya le aclaré cuál era la intención de mis artículos, hoy basándome en el título de éste, voy a intentar trasmitir a los lectores, por si acaso alguno pudiera pensar como mi amigo, la intencionalidad de mis escritos.
DESDE que se inauguró el Hotel Pez Espada, hace ya algo más de medio siglo, siempre he pensado que la Costa del Sol tenía un futuro económico espectacular gracias al turismo. Razón por la que a pesar de haber llegado al sector turístico por casualidad, decidí permanecer en esta industria rompiendo todas las expectativas que tenía marcadas con anterioridad.
AQUELLA decisión ya por sí demostraba que yo no era pesimista ante una actividad que entonces no solo no era industria, ni siquiera sector, sino una actividad digna de ser observada.
DESDE entonces hasta nuestros días, La Costa del Sol ha vivido
cuatro grandes crisis y dos medianas. Unas impuestas desde el exterior, otras
prefabricadas por nosotros mismos y alguna “café con leche”.
DE todas se ha salido y el turismo ha seguido creciendo a pesar de que en cada una de ellas siempre han aparecido voces verdaderamente pesimistas sobre el futuro del turismo en la Costa del Sol.
DESDE 1959 hasta hoy han fracasado el 90 por ciento de los intentos de implantar en la provincia de Málaga otro tipo de industrias promovidas por aquellos agoreros que machaconamente decían que Málaga no podía tener todos los huevos en la misma cesta (turismo).
LOS viejos del lugar y los menos viejos, hemos asistido a los fracasos sonados de aquellos intentos: Citesa, Intelhorce por dos veces, Tabacalera, Azucarera, Colema, o las huidas de Bacardí y Larios, etc., etc…
LA confianza y el optimismo que siempre he mantenido con respecto al futuro de la Costa del Sol, es la razón principal por la que decidí que mis raíces se mantuvieran en la provincia de Málaga, a pesar de conocer prácticamente el 80 por ciento de la competencia internacional y haber rechazado tentaciones verdaderamente atractivas para trasladar mi residencia.
A esto yo no le llamaría pesimismo sino confianza en nuestro destino turístico.
HOY sigo siendo el mismo optimista, pero crítico.
PIENSO que la Costa del Sol es un gran corcho que difícilmente se le puede hundir, lo único que tenemos que hacer entre todos es eliminar a los ácaros y pequeños roedores que se instalan en la superficie y dan una imagen negativa.
DECIR que el consejero se equivoca cuando afirma que el turismo europeo que escogía Túnez se ha desviado a Canarias por ser un destino más barato que la Costa del Sol, no es ser pesimista, significa que en situaciones delicadas no se deben de hacer este tipo de declaraciones y menos por un responsable de la categoría del consejero de Turismo de la Junta de Andalucía.
COMO tampoco significa ser complaciente el aplaudir la decisión de hacer una presentación especial dentro de nuestro Instituto Cervantes.
TAMBIÉN es ser realista, observar cómo se aprovecha la World Travel Market (WTM) y la propia ITB de Berlín para visitar otras ciudades después de las ferias. Estas acciones profesionalmente las considero reacciones ágiles por aplicar la teoría de la onda expansiva promocional, fortaleciendo la presencia de Andalucía sin grandes competencias y sobre todo sin los “sí-guanistas de turno”, lo que me satisface, al comprobar que se van dando pasos en la buena dirección.
EN la ITB, nos estamos dando cuenta cada año, al igual que en la WTM, que son las ferias de los países más inquietos y con más posibilidades para viajar en épocas de vacaciones, pero además, en este último año, como dirían las empresas especialistas en encuestas, la queja sobre la tradicional hospitalidad andaluza está debilitándose fuertemente, superando incluso en el ranking al estado del saneamiento integral.
ME preocupa que nuestros responsables políticos puedan caer en la
tentación de intentar justificar con argumentos estériles una verdad
contrastada desde el punto de vista del turista aunque no detectada
suficientemente por nosotros.
YA en el año 2004, los ingleses avisaron de un par de problemas que estaban frenando el aumento del turismo hacia nuestra autonomía, pero algunos componentes del Patronato de Turismo en vez de profundizar en los problemas, tradujeron aquellas declaraciones como una presión para conseguir precios más baratos, esta crítica tampoco es por ser pesimista, sino crítico con algunas acciones de quien políticamente tienen la responsabilidad de la promoción general.
EL criticar como hago ahora a las centrales sindicales que han hecho tanto daño conscientemente al turismo, anunciando, como nunca lo han hecho antes, un plan de huelgas en fechas concretas durante cinco meses, que además coincidan con movimientos turísticos de importancia, es una irresponsabilidad de grado 9, cuyos efectos secundarios en mayor o menor intensidad se notarán sí o sí.
… ESO no es ser pesimista, sino denuncia crítica, porque presumo que es un ‘tinglao’ montado entre los sindicatos y el Ministerio correspondiente que dio un golpe sobre la mesa militarizando durante un mes a los controladores aéreos, y ahora tocaba demostrar una postura dialogante para un mes antes de la Semana Santa firmar la desconvocatoria de dichas movilizaciones, de esta forma mostraban el “talante dialogador del mismo personaje”.
NO importándoles ni a unos ni a otros el haber estado perjudicando a nuestro destino turístico español ante los países emisores de turismo, que ya conocen como nos las gastamos a la hora de ejecutar “huelgas carpetobetónicas”.
TAMPOCO se es pesimista por recordar que en junio de 2008 el consejero de Turismo de la Junta de Andalucía afirmaba que su apuesta de futuro era por mejorar la calidad de los hoteles y no por convertirlos en propiedad horizontal.
PERO resulta, que dos años y medio después se inicia un borrador de una nueva ley de Turismo para Andalucía que da la impresión estar hecha para justificar todo lo contrario y aprovechando de que “el Guadalquivir no pasa por Mallorca” aumentar el importe de las multas establecido en la ley actual.
POR último, entiendo que en dicho anteproyecto de ley, la Administración Turística quiera estar presente en las decisiones urbanísticas, pero como no sé la influencia que en estos momentos pueda tener el señor Zarrías en la Junta de Andalucía, no sé si la afirmación que hizo antes de irse a Madrid de que “nunca el turismo tendría competencias en urbanismo”, se mantendrá por encima de los deseos del consejero de Turismo.
ESTO tampoco es ser pesimista… sino recordar las declaraciones de los responsables políticos de la Administración de nuestra Comunidad Autónoma.
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