Muchos ayuntamientos consideran el árbol como un mueble, que si se coloca en un lugar determinado, luego se puede quitar de allí si se ve conveniente, independientemente de que sea un ser vivo y que el árbol sea ya un bien apreciado por sus vecinos y una seña de identidad del barrio”

“Una ciudad con una infraestructura verde bien planificada y bien administrada se vuelve más sostenible, mejora la calidad de vida, se adapta mejor al cambio climático, reduce el riesgo de desastres y conserva los ecosistemas”


OPINIÓN. El buen ciudadano. Por Rafael Yus
Coordinador del Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía GENA

17/02/22. Opinión. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. El coordinador del Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía (GENA), Rafael Yus, escribe sobre los beneficios de los árboles urbanos y las actuaciones que los matan como las podas abusivas: “A lo largo de su vida, los árboles pueden proporcionar un conjunto importante de beneficios que vale entre dos y tres veces más que...

...la inversión realizada para plantarlos y cuidarlos”.

Cuidados que matan al arbolado urbano. Sobre las podas abusivas

Todo el mundo, que vive en esas aglomeraciones humanas llamadas ciudades, agradece, consciente o inconscientemente, la existencia de áreas verdes, sean parques, jardines, o alineaciones de árboles en las calles. Está archidemostrado que el “verde de la ciudad” contribuye a la sensación de bienestar de unos seres vivos, humanos y no humanos, que viven necesariamente en este tipo de establecimientos donde disponen de un techo para vivir. Además de estos efectos emocionales, que se atribuyen a la natural “biofilia” que conserva atávicamente nuestra especie, la vegetación urbana desempeña, al menos, las siguientes funciones, que suelen ser denominadas como servicios ecosistémicos (Fig.1):

1. Biodiversidad: Los árboles desempeñan un papel importante en el aumento de la biodiversidad urbana, proporcionando plantas y animales (entre los cuales se encuentran insectos beneficiosos, aves sedentarias y migratorias, etc.) ofreciendo numerosos hábitats, alimentos y protección favorables, impidiendo con ello que la ciudad sea un desierto “habitable”.

2. Filtraje de gases. La vegetación, y en especial los árboles, contribuye a mejorar la calidad del aire en la ciudad, al filtrar partículas y gases contaminantes con sus hojas (ej. NOx, SO2, O3) Un árbol maduro puede absorber hasta 150 kg de gases contaminantes por año. Esto tiene claros efectos sobre nuestra salud, ya que de este modo los árboles pueden mejorar la calidad del aire, haciendo que las ciudades sean lugares más saludables para vivir. Se estima que un solo árbol absorbe diariamente la contaminación de 100 coches. Además, entre esos gases está el CO2, responsable del cambio climático, por lo que, adicionalmente, los árboles juegan un papel importante en la mitigación del cambio climático.


3.-Oxigenación. Todas las plantas, tras absorber CO2, producen oxígeno durante la fotosíntesis,  por lo que, además del oxígeno que hay en la atmósfera, los árboles constituyen una fuente importante adicional de oxígeno en las ciudades, estimándose que para suplir la demanda de oxígeno de una persona se necesitan hasta 22 árboles.

4. Retención de polvo. Los árboles grandes son excelentes filtros para partículas finas como el polvo, la suciedad o el humo del aire atrapándolos en las hojas y la corteza.

5. Regulación térmica. La ubicación estratégica de los árboles en las ciudades puede ayudar a enfriar el aire entre 2 y 8 grados centígrados (Fig.2). Por ejemplo, la ubicación correcta de los árboles alrededor de los edificios puede reducir la necesidad de aire acondicionado en un 30%, y reducir las facturas de calefacción de invierno en un 20-50%, y globalmente reduce el efecto de la “isla de calor” que genera toda ciudad.


6. Salud física y mental. Las investigaciones muestran que vivir cerca de espacios verdes urbanos y tener acceso a ellos puede mejorar la salud física y mental, por ejemplo, al disminuir la presión arterial alta y el estrés. Esto, a su vez, contribuye al bienestar de las comunidades urbanas.

7. Retención de agua. Los árboles maduros, que conserven su frondosidad, regulan el flujo de agua y desempeñan un papel clave en la prevención de inundaciones y la reducción del riesgo de desastres naturales. Un árbol de hoja perenne maduro, por ejemplo, puede interceptar más de 15.000 litros de agua por año.

8. Valor de la propiedad. La planificación de paisajes urbanos con árboles puede aumentar el valor de la propiedad hasta en un 20%, y atraer el turismo y los negocios.

9.-Bienestar social. Los árboles, al mejorar la calidad paisajística de la ciudad, favorecen los encuentros sociales bajo su sombra y son famosos los árboles centenarios que congregan bajo su copa actos y celebraciones arraigadas, convirtiéndose en señales de identidad.

10.-Atenuación del ruido. Las hileras de árboles a lo largo de las calles constituyen un eficaz sistema de amortiguación del impacto de la contaminación acústica provocada principalmente por el tráfico rodado.

Como consecuencia de todo ello, una ciudad con una infraestructura verde bien planificada y bien administrada se vuelve más sostenible, mejora la calidad de vida, se adapta mejor al cambio climático, reduce el riesgo de desastres y conserva los ecosistemas. A lo largo de su vida, los árboles pueden proporcionar un conjunto importante de beneficios que vale entre dos y tres veces más que la inversión realizada para plantarlos y cuidarlos.

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