“La contaminación por microplásticos procedente de campos de césped artificial representa más de un tercio del total de contaminación por microplásticos a escala global”

OPINIÓN. El buen ciudadano. Por Rafael Yus Ramos

19/07/24. Opinión. El coordinador del Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía (GENA), Rafael Yus, escribe en su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com su segundo articulo sobre el césped artificial: “Si bien los beneficios económicos del césped artificial son claros, su impacto ambiental genera preocupación. La producción y todo el ciclo de vida del césped artificial hasta que...

...termina en un vertedero, implica un consumo significativo de energía y productos químicos tóxicos,lo que contribuye a las emisiones de carbono y riesgos potenciales para la salud”.

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Adiós a la panacea del césped artificial. (2) Los impactos ambientales

El césped artificial se ha instalado en nuestras ciudades como una panacea a los problemas que plantea el mantenimiento de ciertos vegetales importantes en la vida de la ciudad, como son las zonas ajardinadas, campos de fútbol, parques infantiles, etc., que como seres vivos necesitan cuidados, un mantenimiento que exige mano de obra y consumo de recursos tan críticos en nuestra climatología, como es el agua. Ante esta situación, el césped artificial, también llamado “falso césped” o incluso “césped de plástico”, puesto que ésa es su composición, empieza a extenderse por todas nuestras ciudades. Sin embargo, una vez más, tenemos que advertir, tanto a las autoridades municipales, como a los residentes que adoptan este tipo de soluciones, que el césped de plástico plantea muchos problemas ambientales y sanitarios, hecho que debe hacernos recapacitar y desinstalar estas estructuras insalubres. En este capítulo nos centraremos en los problemas ambientales, y dejamos para otro próximo los problemas de carácter sanitario, utilizando como fuente algunas investigaciones e informes científicos, que ya se cuentan por decenas, realizados en los países del mundo más adictos a este tipo de materiales, advirtiendo sobre los problemas que plantea.

1.-Consumo de agua

Empezamos justamente por el aspecto que justifica la instalación de césped artificial, porque si bien es cierto que el césped artificial, al no ser un vegetal, no consume agua, eso no quiere decir que para su mantenimiento no se necesite agua. Es cierto que un campo de fútbol con césped natural necesita mucha agua (52.000 litros/día, lo que consumen unas 380 personas), y también lo es que, utilizando césped artificial se consigue un ahorro de agua del 70%. Pero esto no siempre es así, pues como han demostrado algunos estudios, en un día cálido y soleado el césped artificial puede alcanzar hasta 41,5ºC más que la temperatura del aire, debido a su composición y color. En un campo deportivo, una solución al calor que genera este césped artificial es regarlo de manera regular (ya sabemos que el agua enfría), pero para ello se necesita aplicar una gran cantidad de agua para lograr este efecto y, además, se ha comprobado que este efecto refrescante del riego dura sólo unos minutos antes de que las temperaturas repunten. Algunos estadios de fútbol han intentado resolver el problema instalando atomizadores que aplican agua al campo de césped. a lo largo de eventos deportivos. Otros encuentran que el riego del césped artificial mejora la tracción y el rendimiento deportivo, de ahí que los campos deportivos con césped artificial sean renuentes a las restricciones de episodios de sequía, y exijan exenciones.


Una preocupación adicional es el efecto del césped artificial en la recarga de aguas subterráneas. Ciudades con una climatología árida o semiárida que alentaron la sustitución del césped natural por césped artificial, se arrepintieron, ya que comprobaron que  el césped artificial, prácticamente impermeable, aumentaba la escorrentía de aguas pluviales, evitan do con ello la recarga de aguas subterráneas y dando como resultado menos disponibilidad de agua en los pozos. Por ejemplo, en la megaciuad de Los Ángeles se dieron cuenta de que el césped artificial reduce la cantidad de agua de lluvia que empapa el suelo después de una tormenta, y que más agua de tormenta es arrastrada  al mar a través del agua de tormenta En estas ciudades, los ayuntamientos han tenido que exigir un canon especial a los residentes que utilizaban césped artificial en sus jardines particulares, o bien han alentando el reemplazo del césped artificial por vegetación resistente a la sequía (xerojardinería).

2.-Impacto térmico

Ya hemos indicado que el césped artificial puede alcanzar temperaturas hasta 41,5ºC superiores a la temperatura del aire ambiente, debido a la composición y color, y con ello la capacidad de retención de calor de los materiales de relleno usados (gránulos de caucho sintético). Un estudio comprobó que mientras que fuera del campo de césped artificial era de 30ºC, en el centro del campo de césped alcanzaba 71,5ºC a la altura de la cintura. Otras mediciones han dado temperaturas de 93ºC en el césped, en un día de 37ºC de temperatura, un ambiente que desaconseja cualquier actividad, ya que esto trae como consecuencia un impacto sanitario, al convertir estas superficies en agentes que producen quemaduras (incluso a través de los zapatos deportivos) y estrés hídrico.

Esto se debe a que los materiales del AT, con bajo calor específico y humedad y escasa evapotranspiración, inducen un calentamiento y enfriamiento rápidos con poco retraso para sincronizarse con ritmo de insolación. En un día soleado, la superficie del césped AT, calentada a 72,4ºC en comparación con…

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