Antonio César, presidente de la AAVV Málaga Centro: “Nuestra expulsión está planificada desde hace muchos años, no les importamos nada”

Los residentes afirman que la hostelería se está apropiando de la zona y lo que se temía se confirma: el Centro es ya un “parque temático”. Alertan de un descenso de la calidad del turismo que visita la ciudad, y de lo peligroso que es que se esté creando un movimiento de rechazo hacia los visitantes

15/06/17.
Opinión. Málaga está viviendo en los últimos años con obsesión su transformación para convertirse en un destino de vacaciones de referencia a nivel mundial. La proliferación de apartamentos turísticos, locales de hostelería, grandes marcas que sustituyen a las tiendas de ‘toda la vida’, grupos de visitantes cualquier día de la semana a cualquier hora, está teniendo una repercusión...

...en la vida de los vecinos, principalmente en los que viven en el barrio del corazón de la ciudad. Estos se sienten cada vez más abandonados por un Ayuntamiento que parece estar a la deriva en lo que a la toma de decisiones para controlar la turistificación se refiere. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com recoge las opiniones de varias asociaciones y habitantes del centro, que de forma unánime afirman que su expulsión “está planificada”.

“MÁLAGA se ha convertido en una taberna donde todo vale. Además, el antiguo botellón se ha extendido ahora a todo el Centro a casi todas horas”, con estas palabras expresa Antonio César, presidente de la Asociación de Vecinos Málaga Centro, su visión del rumbo que está tomando la ciudad. “Hay aceras que están ocupadas por los establecimientos, para pasar tienes que tirarte a la carretera, la gente sale a fumar y cantan y chillan. Los hosteleros son los verdaderos dueños de todo, es de vergüenza” declara César. Añade que esta permisividad del Consistorio de Málaga favorece que sean “los cuatro o cinco” grandes empresarios los que “monopolizan el negocio”. Estos problemas, a los que según él no se les está “poniendo límites”, a su juicio forman parte de una trama orquestada para echar a los habitantes de este distrito; “nuestra expulsión está planificada desde hace tiempo”. Los datos revelan que este barrio ha perdido en ocho años 10.000 residentes quedándose en 4.500 en la actualidad AQUÍ.

EN esta misma línea se manifiesta Mercedes Espinel, portavoz de la Asociación de Vecinos Centro Antiguo Málaga: “El sentimiento general es que está programado echarnos de aquí y convertir la zona en un parque temático”. Apunta a una serie de problemas que parece que son invisibles y que llevan denunciando desde hace tiempo, el más grave es el de los ruidos nocturnos. Además de los locales que cierran tarde, o que tienen terrazas, alerta de que el servicio de limpieza de Limasa que pasa a altas horas de la madrugada no tiene máquinas insonorizadas, y los operarios “hablan a gritos”. Al respecto de los sonidos molestos habla también de las carretillas de descarga, y de las persianas de los locales que tampoco están insonorizadas, provocando ruidos estridentes. “Los vecinos se sienten amenazados en sus derechos fundamentales al descanso y preocupados porque esto se convierta en un problema de salud”, sentencia.


SOBRE la excesiva ocupación hostelera Mercedes Espinel avisa de que los bares y restaurantes “deben tener un mapa expuesto con el espacio en el que tienen permiso para estar, y hasta qué hora pueden, pero ninguno lo hace, lo que dificulta que se les pueda denunciar, en ocasiones se llaman a la policía pero no sirve de nada”. Esto está recogido en la ordenanza municipal AQUÍ en el artículo 6, apartado nueve.

OTRO problema es el de la suciedad, la portavoz de la asociación dice que el centro se encuentra “sucio” y hay “malos olores”, cosa que le resta clientes a muchos locales. Espinel también es trabajadora del sector y alerta de la bajada en la calidad del turismo en Málaga. “Se alquilan apartamentos por un par de días, y en la mayoría de los casos los vecinos no conviven en paz con estos visitantes, se quejan de forma masiva de que todos los días de la semana los despiertan, o bien tocando en el portero o chillando, están desesperados”. De este modo retrata la convivencia entre residentes y turistas. “Da igual que seamos 4.000, merecemos respeto”.

“MÁLAGA aún está a tiempo de hacer algo, podemos aprender de lo que está pasando en Barcelona o Palma de Mallorca, tenemos que plantear qué tipo de ciudad queremos y qué podemos hacer por tenerla, no puede ser que todo esté permitido”. Esta es la nota de optimismo que Espinel aporta al debate de una situación que aún se figura como reversible.

MAITE Aguilar, vecina y propietaria de un local en calle Mártires, explica que el Consistorio “no usa la misma vara de medir para los locales pequeños que para los grandes”, sobre este conflicto informó esta revista en ‘El Pimpi’ y el ‘Café Central’ se libran de la retirada de terrazas de calles del centro. Así, el Ayuntamiento de Málaga evidencia la bronca interna en la asociación de hosteleros, MAHOS, y deja muy señalado a su edil de Urbanismo, Francisco Pomares. Aguilar está muy preocupada con la situación que se vive cada noche en su zona, habla de un “botellón constante” y asegura que “da susto” pasar por allí, donde advierte que cada vez “hay más delincuencia”. “El alcalde ha hecho un destrozo con el centro, que estaba bien, muchos de los visitantes que vienen no tienen respeto con la ciudad” concluye.

ESTAS posturas que se encuentran alejadas de la versión oficial en la que todo son números positivos del turismo en la ciudad, también se ven respaldadas por el grupo municipal IU-Málaga para la Gente. “Se está expulsando a los vecinos a base de hacer del centro un lugar inhabitable, con una hostelería sin límites” afirma el portavoz de la formación en el Ayuntamiento Eduardo Zorrilla. Para controlar este incremento de locales propone crear un límite de licencias, no dar más de estas para que los bares y restaurantes no saturen este barrio, esta idea es compartida con Antonio César, el presidente de la AAVV Málaga Centro. Expone que la subida de alquileres y el fin de la renta antigua “está acabando con el negocio tradicional y familiar, lo que va a acabar con la singularidad y la personalidad de Málaga a la larga, esto va incluso contra el propio turismo, que lo que le gusta ver es lo que no encuentra en otro sitio”. “Es necesario un plan de ayuda al pequeño comercio que está muy castigado, y no darle la espalda a las señas de identidad” propone Zorrilla, asegurando que es el momento de “actuar” ya que en Málaga “se están empezando a ver los problemas que ahora están desbordando a lugares como Barcelona o Madrid”.

PUEDE ver aquí anteriores artículos relacionados con esta publicación:
- 26/05/17 La situación en el Centro de Málaga empeora. Vecinos y dueños de negocios se quejan de que el ruido por la noche es insoportable. Antes ocurría sólo los fines de semana, pero desde hace casi dos meses las molestias se producen a diario
-15/05/17 Los grupos de izquierda del Ayuntamiento, Málaga para la Gente, Málaga Ahora y J. Espinosa (Podemos), contra el sector hostelero, que pretende convertir el Centro en otra Barcelona cara y colmatada
- 20/04/17  Ante las ilegalidades que comete ‘El Pimpi’ en relación a la Ordenanza Reguladora de la Ocupación de la Vía Pública, Málaga Ahora denuncia este incumplimiento de la normativa y la privatización del espacio público por parte del establecimiento
- 05/04/17  DOSSIER. Los ciudadanos, hartos del favoritismo del Ayuntamiento con los “grandes” negocios hosteleros del centro de Málaga. ‘El Pimpi’, el ‘Café Central’ o ‘La Plaza’ campan a sus anchas ignorando la Ordenanza Reguladora de la Ocupación de la Vía Pública
-04/04/17 La posible denuncia ciudadana al Ayuntamiento por prevaricación respecto a su consentimiento hacia el ‘El Pimpi’ toma consistencia, ya que el negocio continúa incumpliendo la Ordenanza Reguladora de la Ocupación de la Vía Pública
-22/03/17 ¿Prevaricación? El Ayuntamiento permite que ‘El Pimpi’ use la calle Zegrí de ‘almacén’ nocturno, incumpliendo la normativa que obliga a retirar el mobiliario de las terrazas cuando el establecimiento cierra