Los recientes políticos ‘reivindicativos’ junto con los cuestionables datos que los periodistas publican en los medios hacen irreconocible la verdad de lo que ocurrió el 4 de diciembre de 1977

Recientemente un periodista tituló un artículo así: “Quién mató a García Caparrós”. Al autor material de su muerte se le puede seguir la pista en el libro que EL OBSERVADOR publica este mes ‘Las Muertes de García Caparrós’, de Rosa Burgos. Al autor intelectual de la muerte no se le puede poner cara pero sí oficio: un homicida perteneciente a la clase política de la época

20/11/17. Opinión. ‘Caso García Caparrós’ (I). Mentiras, desinformación y posverdad sobre Manuel José García Caparrós en el 40 aniversario de su muerte. Con este reportaje se inicia una serie de informaciones en las que se tratarán las manipulaciones y errores que rodean la muerte del joven malagueño a la luz de la documentación que posee esta revista (actas de la Comisión de Investigación del Congreso y el Sumario...

...161/1997 integro abierto y cerrado en los juzgados malagueños). Un disparo alcanzó al militante de CC.OO y trabajador de Cervezas Victoria durante la manifestación por la autonomía andaluza el 4 de diciembre de 1977. Los políticos se abalanzan ahora sobre sus despojos buscando votos. Los recientes políticos ‘reivindicativos’ junto con los cuestionables datos que los periodistas publican en los medios hacen irreconocible la verdad de lo que ocurrió aquel fatídico día.

RECIENTEMENTE un periodista tituló un artículo así: “Quién mató a García Caparrós”. Al autor material se le puede seguir la pista en el libro que EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com publicará a finales de este mes de noviembre de la escritora Rosa Burgos Las muertes de García Caparrós. Al autor intelectual de la muerte no se le puede poner cara pero sí oficio: un homicida perteneciente a la clase política de la época. El volumen contendrá cerca de 300 originales inéditos con la documentación íntegra del sumario judicial 161/1977 que se abrió y cerró en los juzgados de instrucción de Málaga “Sobre el homicidio de Manuel José García Caparrós”. Así mismo se adjuntan en el volumen las actas de la Comisión de Investigación que el Congreso realizó entre 1977 y 1978 tras la muerte en Málaga, el 4 de diciembre de 1977, de Manuel José de un disparo de pistola como las que utilizó la Policía Armada, en el transcurso de una manifestación que pedía la autonomía para Andalucía.

ASÍ mismo, en la página web www.revistaelobservador.com/garcia­_caparrós se colgarán con acceso libre otros cerca de 250 documentos más. Lo que hace un total de unos 550 archivos originales inéditos sobre el ‘caso García Caparrós’. Estas actas están actualmente muy de moda porque el Congreso ha dejado que la diputada de IU Eva García Sempere les eche un solo ojo a algunas de las que previamente han borrado los nombres de los declarantes. Ya que están consideradas ‘secretas’. La revista EL OBSERVADOR ofrece estas actas en ‘abierto’ en este libro y en su web junto con el sumario judicial íntegro.

La posverdad y los errores que comenten los políticos

EL artículo que se menciona en el subtítulo hace referencia a uno publicado en el diario La Opinión de Málaga el pasado día 4 de noviembre firmado por José Antonio Sau: Quién mató a García Caparrós (AQUÍ). Un artículo al que dedicaremos el próximo reportaje. Al autor material de la muerte del joven malagueño se le puede seguir la pista en el libro que EL OBSERVADOR publica este mes. Al autor intelectual de su muerte no se le puede poner cara pero sí oficio: un homicida perteneciente a la clase política de la época. Cierta clase política que se perpetúa en el tiempo y que aún hoy en día se muestra visible en Andalucía a través de miembros de los partidos políticos más representativos: PSOE, PP, IU, Podemos, Ciudadanos y un puñado de colectivos más. Siempre en continuidad desde 1977, con diferentes perfiles y siglas, y solo con suficiente perseverancia de los tres primeros.

PERTENECIENTES a esos partidos son los políticos que han ‘pasado’ de la figura de García Caparrós durante los casi 40 años transcurridos desde su muerte en 1977. Por poner el ejemplo más flagrante, ahora, desde Unidos Podemos se lanza el runrún de por qué a la autora del libro La muerte de García Caparrós en la transición política (2007), Rosa Burgos, también autora del próximo libro anunciado Las muertes de García Caparrós, la dejaron acceder a las actas de la comisión de investigación del Congreso de los Diputados o al sumario judicial del homicidio. Porque todos estos documentos que la revista EL OBSERVADOR incluye en el nuevo libro, los consiguió Burgos de forma legal. Solicitándolos en el año 2005. ¿Saben ustedes, incluida Eva García Sempere, la diputada de IU que ahora busca la verdad sobre García Caparrós, por qué a lo mejor no les dieron las actas en aquella fecha? La respuesta es tan sencilla como alucinante: porque nadie las pidió.


TODOS estos políticos del PSOE, PP e IU que han dejado transcurrir tantos años ‘pasando’ de la historia de García Caparrós, ahora tienen que hacer méritos. ¿Por qué no se implicaron un poco en su memoria? Un dato significativo es que la persona (García Sempere) que lleva adelante la investigación tenía un año cuando murió el joven malagueño. No ha habido nadie que haya peleado por la memoria de García Caparrós de forma continuada y rigurosa durante todos estos años, que ha tenido que venir alguien que ronda los mismos 40 años transcurridos para ponerse a buscar. Y además ahora. Porque cuando la diputada era responsable de Medio Ambiente en la Diputación Provincial de Málaga, en el gobierno entre PSOE e IU, no se le conocían veleidades de investigación sobre Caparrós y entonces sí tenía ‘poder’ como para que le hubieran hecho caso. También se le ha olvidado a IU (ahora Unidos Podemos) que estuvo gobernando con el PSOE en Andalucía en gobiernos de coalición. ¿Pidieron algo entonces? Del PSOE y de los golpes de pecho reivindicativos que se dan ahora tanto Susana Díaz como el vicepresidente Jiménez Barrios, encargado de la Memoria Democrática, mejor no hablar. Simplemente recordar que llevan 40 años, casualmente, gobernando en Andalucía y otro montón han gobernado en Madrid y otro montón en el Ayuntamiento y la Diputación de Málaga… ¿no han tenido tiempo de reivindicarse ellos así mismos actas, sumarios, placas, calles, hitos, etc. como para tener que hacerlo ahora deprisa y corriendo solo porque los de Unidos Podemos les disputan en las urnas los posibles votos de la reivindicación histórica? Del PP que vamos a decir que no sea verdad. No merece ni la pena hablar de alguien cuyo máximo representante en Andalucía es Juanma. Hacen por esta tierra lo que han hecho durante los últimos 40 años: nada.

Y es que todo se mueve en este plano de la reivindicación política partidista. Y para poner un solo ejemplo baste referirse a esos documentos que dice García Sempere que ha visto en los que pone que expedientaron a 30 policías por efectuar disparos. Según la documentación que obra en poder de esta revista, no expedientaron a ninguno. Sólo uno de ellos se llevó un rapapolvo y fue por empujar al diputado Carlos Sanjuan (Ver noticia: Los datos que se están ofreciendo extraídos de las actas de la Comisión del Congreso sobre la muerte de García Caparrós en entredicho, según lo publicado en 2007 en el libro de Rosa Burgos editado por EL OBSERVADOR).


Y por supuesto que se manipularon pruebas y se enterraron las que no convenían. Si eran los mismos esbirros de la dictadura. Qué se podía esperar de ellos. Pues lo que hicieron. Lo suficiente para tapar las responsabilidades. Pero si cuando los partidos de izquierda, y llamemos así por costumbre a PSOE y a IU, tuvieron ‘poder’ hubieran investigado a lo mejor se hubiera podido salvar algo. Ahora 40 años después, políticamente está muy bien. Pero qué difícil está todo.


OTRA muestra de los errores cometidos en torno a García Caparrós es que La Dirección General de Memoria Democrática no comprueba si la esquina en la que resultó herido mortalmente Manuel José es realmente la que dice el Ayuntamiento de Málaga, la esquina entre Alameda de Colón y Puente de Tetuán (AQUÍ). Donde está la placa con su nombre equivocado desde el año 2002. Zona en la que confluyen Alameda de Colón y calle Comandante Benítez, como se recoge en el sumario judicial del caso. Lugar en el que García Caparrós estuvo desangrándose antes de subir al vehículo que lo trasladó al hospital Carlos Haya. Pero ahí no recibió el disparo. Fue a 120 metros, en la esquina de Alameda de Colón número 5 con calle Vendeja.


EN la esquina que indica el Ayuntamiento de Málaga, “entre Alameda de Colón y Puente de Tetuán”, figura desde 2002 una placa en la que erróneamente pone ‘José Manuel’, en lugar de Manuel José. El Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) publica el pasado miércoles 15 (AQUÍ) el ‘Acuerdo de 14 de noviembre de 2017, de la Consejería de la Presidencia, Administración Local y Memoria Democrática, de incoación del procedimiento para la inscripción en el Inventario de Lugares de Memoria Democrática de Andalucía de la esquina en que fue asesinado don Manuel José García Caparrós, en Málaga, el 4 de diciembre de 1977’.

ESTA revista contacta con la Dirección General de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía para preguntar cuál es la documentación que han empleado para conocer que en ese lugar, la esquina de Alameda de Colón con el Puente de Tetuán, o como aparece en el sumario, esquina de la calle Comandante Benítez con Alameda de Colón, fue donde el joven malagueño recibió el disparo. A lo que responden que “los técnicos indican que esa zona se trata de una petición que llega desde el pleno del Ayuntamiento de Málaga con la aprobación de todos los grupos políticos”. Los partidos (PP, PSOE, IU y más recientemente Ciudadanos y Podemos) sólo han tenido 40 años para averiguar y conseguir documentación en la que se recoja en qué lugar exacto recibió el disparo el joven malagueño. Como hizo Burgos, que en 2005 solicitó el sumario judicial y la documentación de la comisión de investigación del Congreso de los Diputados que estudió los acontecimientos acontecidos aquel 4 de diciembre de 1977.


Y luego a todo esto lo acompañan las posverdades, errores y literaturización que los periodistas que escriben de este tema publican en sus medios. El artículo de referencia (AQUÍ) es un ejemplo. En él se dan muchos datos que, digamos benévolamente, no se ajustan a la realidad. O que se podían haber investigado un poco. O simplemente haberse leído mejor el libro publicado por este revista en 2007 titulado La muerte de García Caparrós en la transición política, de Rosa Burgos. La única y verdadera investigadora andaluza que quiso saber que pasó y dedicó años a conseguirlo. Algo que ningún político ha tenido ni el coraje ni el valor ni la sinceridad necesaria para hacer. Unos datos que analizaremos en el próximo reportaje. No se contribuye a descubrir la verdad sin usarla.

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- 17/11/17 La Dirección General de Memoria Democrática no comprueba si la esquina en la que resultó herido mortalmente Manuel José García Caparrós es la que dice el Ayuntamiento de Málaga, la esquina entre Alameda de Colón y Puente de Tetuán
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