El escrito “La ‘comunicación Gürtel’ de Elías Bendodo”, de Troya, se ha hecho viral en las redes sociales. “En Andalucía el Gobierno del PP y Ciudadanos ha puesto en marcha una maquinaria propagandística de mentiras”

Para insertar dichas mentiras en los medios pagan por su publicidad como si fueran contenidos, en vez de publicidad, con la firma ‘contenido patrocinado por’, ‘powered by’ o firmado por ‘EC Brands’

Troya: “La libertad de información y de opinión son parte de esos fundamentos democráticos indispensables para una verdadera democracia: su ausencia desacredita a regímenes totalitarios que a menudo pretenden vender que son lo contrario, y es fácilmente constatable por la inexistencia de esos derechos”


06/04/20. Opinión. El comunicador malagueño Curro Troya desmonta en un serio trabajo titulado La ‘comunicación Gúrtel’ de Elías Bendodo las mentiras de las campañas publicitarias que la Junta de Andalucía inserta en diarios como Sur en forma de noticias. Están pagadas con el dinero de todos los andaluces y están creadas por los ‘fontaneros’ del consejero de la Presidencia, el malagueño Elías Bendodo...

...(PP), desde su dirección general de Comunicación que dirige la también malagueña Marta Olea (PP). Las campañas son para presumir de la gran gestión que el gobierno del presidente Juanma Moreno está haciendo de la crisis del coronavirus en Andalucía. Troya las desmonta demostrando que están elaboradas con datos falsos. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com.

Curro Troya publica su trabajo en su perfil de Facebook AQUI y en Twitter AQUÍ. Por su particular interés esta revista se lo ofrece íntegro a sus lectores.


La ‘comunicación Gürtel’ de Elías Bendodo

Una de las cuestiones que más me preocupa de esta crisis —además de las medidas que afectan a otras bases de un sistema (supuestamente) democrático y de libertades— es la comunicación. La libertad de información y de opinión son parte de esos fundamentos democráticos indispensables para una verdadera democracia: su ausencia desacredita a regímenes totalitarios que a menudo pretenden vender que son lo contrario, y es fácilmente constatable por la inexistencia de esos derechos.

En Andalucía el Gobierno del PP y Ciudadanos ha puesto en marcha una maquinaria propagandística de mentiras, dirigida desde la consejería de Presidencia que detenta Elías Bendodo y que tiene a Marta Olea como directora general de Comunicación Social. Para insertar dichas mentiras en los medios pagan por su publicidad como si fueran contenidos, en vez de publicidad, con la firma “contenido patrocinado por”, “powered by” o firmado por “EC Brands”. El objetivo es claro: confundir a la opinión pública, a la audiencia de esos medios que ponen su estructura técnica al servicio de esa propaganda, sin contrastar su contenido ni desmentirlo, por supuesto —si aceptas el dinero, no vas a negarle la veracidad de lo que publica a tu ‘cliente’—.

La información publicada por agencias y medios que han aceptado ese dinero dice en su titular ‘Andalucía refuerza la sanidad ante el coronavirus con más de 1.600 respiradores, 26.000 camas y 1.400 profesionales’. El “refuerzo” consiste en realidad en “un plan”, es decir, que no se ha traducido en una realidad efectiva y tangible; simplemente una intención. Pero, analicémosla:

En el contenido de lo difundido se afirma que, entre las medidas, está “la implementación de 26.000 camas hospitalarias adicionales”. El Catálogo Nacional de Hospitales (2018) del Ministerio de Sanidad cuantificaba en 22.048 camas las que tenía el parque hospitalario de Andalucía, incluyendo las del sector privado (solo 16.213 públicas). Es decir, que la supuesta acción de la Junta supondría más que duplicar la cifra actual ¿Alguien se lo cree?

Cuadro "CAMAS POR COMUNIDAD AUTÓNOMA", pág, 21. Catálogo Nacional de Hospitales (Ministerio de Sanidad)

El plan incluye, como dice el titular de la noticia “la adquisición de 1.608 respiradores”. Una información reciente de ‘La Razón’ (19/03/2020) señalaba que España contaba en ese momento con 2.487 respiradores: lo que significaría que en Andalucía habría algo menos de la cuarta parte de esa cifra; es decir, que con la nueva adquisición multiplicarían por tres el parque regional de esos aparatos ¿Alguien se lo cree?

No hay datos fiables de los contratos reales de la Consejería de Salud de la Junta durante los últimos meses, por lo que sería difícil hacer un análisis realista de lo que significaría esa incorporación de 1.400 profesionales.

Sí voy a hacer una última acotación respecto a lo que es el contenido difundido: dice el texto: “A esto se suma los test diarios centrados especialmente en colectivos de riesgo, como en el caso de los sanitarios que trabajan en la comunidad”. Ese texto contradice a la propia Consejería de Salud, que en la instrucción que han repartido por distritos sanitarios dice que “no se realizará test al alta a los profesionales sanitarios, que hayan tenido una buena evolución de la enfermedad, siendo esta norma de carácter único en el ámbito de la comunidad andaluza. Por tanto, los sanitarios con enfermedad leve y buena evolución de la misma, se incorporarán como norma general a partir de los 14 días del inicio de síntomas...”: es decir, ponen a trabajar a profesionales sanitarios que supuestamente habrían pasado el coronavirus sin haberles hecho un nuevo test para estar seguros de que no contagiarán a otros compañeros. Esto, en mi modesta opinión, podría ser objeto de una doble denuncia: como prevaricación (dictar una resolución a sabiendas de que no es justa) y como delito de salud pública por imprudencia grave.

Instrucción de un Distrito Sanitario

Dejando de lado la fracasada compra de test por parte de los ‘Bendodo’s Boys’ hemos conocido días atrás, lo anterior me parece especialmente grave porque en Andalucía el 22,3% de los contagiados en Andalucía es personal sanitario: a día 27 de marzo eran 872 los profesionales sanitarios andaluces contagiados del COVID-19 ¿Qué quiere decir eso? Pues que, en realidad, el gobierno andaluz apenas no iba a añadir ni 600 nuevos profesionales (si restásemos los contagiados al número ofrecido). En suma, un texto propagandístico lamentable.

Dicho todo lo anterior, ustedes se preguntarán: ¿Qué tiene que ver todo esto con la ‘Gürtel’ para que la pongas en tu titular? Muy sencillo: se trata de comprar voluntades con dinero ajeno (dinero público). Esta operación propagandística no la pagan los dos partidos que han decidido llevarla a cabo (PP y Ciudadanos); mucho menos sus responsables políticos directos: las pagamos todos los andaluces con nuestras arcas públicas. Esto debió aprenderlo Marta Olea cuando trabajó codo con codo con Francisco Correa. Debe ser un período que no le gusta que se lo recuerden, porque ella misma lo omite (es decir, lo oculta) en su curriculum de LinkedIn: en él indica su estancia en Europa Press y el Ayuntamiento de Estepona. Entre una cosa y otra, ella estuvo en Madrid trabajando con Correa; y a Estepona llegó de la mano de Mari Carmen Rodríguez, entonces casada con el mismo Correa, que fue a quien fichó Rosa Díaz en febrero de 2002.

Decía ‘El Roto’ en una de sus viñetas que “no sabía si creer las noticias falsas o las mentiras oficiales”. Ahora habría que preguntarle a los medios de comunicación y a sus responsables qué papel están jugando en todo esto y con qué autoridad querrán que le demos nuestra confianza mañana.