Para Remedios Ramos, concejala de Izquierda Unida, la ZBE “llegará muy tarde y de mala manera” ya que “no responde realmente a los objetivos que se persiguen ni en lo que se refiere a la lucha contra el cambio climático, ni tampoco se cumple el Plan de Movilidad Sostenible aprobado en 2021”

12/01/23
. Opinión. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. El pasado mes de diciembre el Ayuntamiento de Málaga adjudicó el proyecto para implantar la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en la ciudad por un total de más de 3,1 millones de euros, una medida que según la Ley de Cambio Climático debería haber estado implantada antes de enero...

...del presente año 2023, como denunció Greenpeace en septiembre y esta revista se hizo eco (AQUÍ), y que según las estimaciones del Consistorio no estará operativa al menos hasta final de año.

Las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) son unas medidas que buscan mejorar la calidad del aire y reducir la contaminación en las ciudades mediante la limitación del tráfico de vehículos, de manera que solo puedan circular aquellos que cumplen con ciertos criterios de emisiones. El Gobierno Central estableció mediante la ‘Ley 7/2021 de cambio climático y transición energética’ (AQUÍ) la implantación de ZBE en todas las ciudades españolas de más de 50.000 habitantes antes del año 2023. El Ayuntamiento de Málaga ya llega tarde.


La idea detrás de las ZBE es reducir las emisiones de contaminantes atmosféricos como el dióxido de nitrógeno, el monóxido de carbono y las partículas finas, que son altamente perjudiciales para la salud humana y pueden causar enfermedades respiratorias y cardíacas. Además, estas emisiones contribuyen al cambio climático y al agotamiento de los recursos naturales.

Las ZBE también tienen importantes beneficios ambientales, como el control de la temperatura en las ciudades y la conservación de la biodiversidad, además de fomentar el uso de medios de transporte más sostenibles, como bicicletas, transporte público y vehículos eléctricos.

Para Izquierda Unida la ZBE llega “tarde y mal”

Para Remedios Ramos, concejala de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Málaga, la zona de bajas emisiones “llegará muy tarde y de mala manera”, ya que “no responde realmente a los objetivos que se persiguen ni en lo que se refiere a la lucha contra el cambio climático, ya que no aplica sustancialmente el Plan Alicia que además no se está cumpliendo, ni tampoco se cumple el Plan de Movilidad Sostenible aprobado en 2021 en las cuestiones fundamentales”.

Ramos entiende que “la zona más restringida se corresponde con la almendra del centro histórico, que ya está restringida y peatonalizada casi por completo. El centro de Málaga tiene una superficie pequeña en relación con el de otras ciudades y en la actualidad ya solo pueden acceder los vehículos autorizados y la carga y descarga que es un caos por la concentración en pocos puntos y sin ningún tipo de planificación por parte del Ayuntamiento, es la ley de la selva”.

La concejala asegura que “la propuesta de ZBE del Ayuntamiento, con el diseño que han planteado, no contribuye a la lucha contra el cambio climático. Estamos perdiendo la batalla contra la emergencia climática en Málaga por la política negacionista insostenible de nuestro alcalde desarrollista, obsesionado con los rascacielos, hormigonar el río Guadalmedina y promover una autopista que atraviese el centro cargándose el Parque de Málaga”.

Esta medida tampoco serviría, según Ramos, para resolver “los enormes problemas de caos del tráfico y de aparcamientos que existen en nuestra ciudad, ni ayuda a tener una movilidad mejor y más sostenible”. Así, “los peatones seguirán teniendo los mismos problemas que hasta ahora, sobre todo en el centro porque los espacios públicos que quedan libres no pueden ser disfrutados porque son ocupados privativamente por actividades y negocios privados, y no se puede andar”.


En cuanto a la movilidad ciclista, Ramos afirma que “es aún peor, no hay una verdadera red de carriles bici en condiciones, ya que lo que existe es caótico e inseguro e induce a echar a pelear a peatones con ciclistas y ahora también con conductores”.

Y de igual manera continuarían “los problemas de mala planificación de la movilidad, ya que Málaga es una de las ciudades de España que más atascos y retenciones sufre en relación con el número de desplazamientos. El tráfico seguirá siendo un caos por la improvisación y mala gestión del equipo de gobierno y ese diseño tampoco contribuye de forma significativa a bajar las emisiones y la contaminación”.

Por esto Ramos considera que se trata de “un paripé para cumplir con la Ley con retraso y que no va a suponer ningún cambio significativo respecto a lo que tenemos ahora. Se hace para cumplir con la Ley, aunque sea tarde y mal, y para recibir fondos europeos y del gobierno central”.

La Zona de Bajas Emisiones de Málaga

Tal y como publica El Español de Málaga (AQUÍ), la adjudicación del proyecto, por valor de más de 3,1 millones de euros, ha sido otorgada a la unión temporal de empresas formada por Tecnologías Viales Aplicadas Teva, S.L y Tevaseñal, S. A., con un plazo de implantación de un año.

La iniciativa cuenta con fondos europeos, ya que está incluida por el Ayuntamiento en el proyecto Málaga Saludable de movilidad sostenible presentado en septiembre de 2021 a la convocatoria del Programa de Ayudas a Municipios para la implantación de Zonas de Bajas Emisiones y la Transformación Digital y Sostenible del Transporte Urbano, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, Next Generation.

El área que comprende la ZBE tiene una superficie de 4,3 kilómetros cuadrados, afectando a vías como la Alameda Principal, el Parque, el Paseo de los Curas, el Paseo Marítimo Pablo Ruiz Picasso y la Avenida de Andalucía. La zona estaría vigilada con 53 puntos de control (17 de ellos de entrada, 19 de salida y 17 dobles, que permiten tanto la entrada como la salida), todos ellos con un total de 104 cámaras.


En cuanto a los vehículos, éstos podrán acceder a la ZBE de Málaga en función de las etiquetas ambientales que lleven (pegatinas gestionadas por la DGT y que clasifican los vehículos en función de su impacto ambiental):

-Etiqueta CERO 0 emisiones: Con esta etiqueta puedes acceder donde quieras, incluso aparcando gratis en zona de estacionamiento regulado.

-Etiqueta Eco: Tienes, al menos de momento, los mismos privilegios que con la 0, con la salvedad de dos beneficios importantes: no puedes circular por los carriles BUS-VAO, y sí puedes aparcar dentro de las ZBE, pero pagando.

-Etiqueta C, Verde: Pueden acceder a las ZBE pero no aparcar dentro de ellas (obligatorio en párking), mientras que fuera de las ZBE pueden circular con total libertad y también aparcar en zonas de estacionamiento regulado.

-Etiqueta B, Amarilla: No hay grandes diferencias en cuanto a restricciones de circulación respecto al distintivo C, aunque sin duda alguna, con el tiempo la etiqueta B perderá privilegios mucho antes que la C. Aparte, aparcar en zonas de estacionamiento regulado con un vehículo con etiqueta B sale más caro que con un C, puesto que acarrea una penalización del 20%.

-Sin etiqueta: Tienen prohibido entrar en las ZBE.