El catedrático de la UMA José Damián Ruiz Sinoga: “Parece que 20 millones de euros después volveríamos a la situación inicial, pero con alevosía y premeditación, porque ahora sabemos que hay unos restos, que los arqueólogos han dicho que hay que conservar”

El arquitecto Fernando Ramos: “La colección de ocurrencias es infinita y esta es la última. Todas tienen en común que nadie ha participado, nadie ha tomado decisiones, todo son ocurrencias sobre ese solar, sin tener en cuenta absolutamente nada del entorno”

06/02/23. 
Redacción. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. El proyecto que ha presentado el Ayuntamiento de Málaga para el solar del Cine Astoria, un edificio de cuatro plantas más terraza, no convence a casi nadie. Remedios Ramos, concejala de Izquierda Unida, José Damián Ruiz Sinoga, geógrafo y catedrático de la UMA, y Fernando Ramos,...

...arquitecto, expresan sus reticencias con el proyecto y plantean posibles alternativas, que coinciden todas en que hay que proteger los restos arqueológicos encontrados.

La concejala de Izquierda Unida, Remedios Ramos, rechaza el proyecto del alcalde, Francisco de la Torre, de construir un edificio de cuatro pisos que sepultaría uno de los “yacimientos arqueológicos más importantes de la Málaga trimilenaria”. Ramos defiende que los restos arqueológicos deben ser preservados y puestos en valor en su lugar y no tapados por un edificio. También critica la opacidad y los cambios continuos en los detalles del proyecto. En su lugar propone integrar los restos en un itinerario arqueológico y que las construcciones en la parcela sean mínimas y necesarias para proteger, integrar y exponer los hallazgos.

El geógrafo José Damián Ruiz Sinoga entiende que, una vez que se han descubierto restos arqueológicos, es importante conservarlos y sugiere que se podría hacer algo como lo que se hizo en el Rectorado de la Universidad, construir encima pero manteniendo los restos accesibles. Sinoga no está de acuerdo con la propuesta del Ayuntamiento, ya que sería quitar un mamotreto para poner otro, y considera que gastarse 20 millones de euros para sustituir dos cines por un teatro no tiene mucho fundamento. Así, apela a que se conserven los restos y se muestren a la ciudadanía añadiéndoles valor didáctico y pedagógico.


Por su parte, el arquitecto Fernando Ramos critica la falta de participación y debate en la decisión sobre el futuro del solar del Astoria, y cómo los intereses políticos y económicos están dominando la decisión sobre su uso. Considera que la única manera de abordar el problema es con la participación de todos los agentes sociales y técnicos y llegar a una solución sostenible para el solar y su entorno. Ramos también critica el actual proyecto del Ayuntamiento, al igual que en el fracaso del concurso de 2017, y pide que se organice junto con el Colegio de Arquitectos para poder presentar unas bases claras y sostenibles, ya que cree que la propuesta del Ayuntamiento es un “paquete prefabricado”.

Remedios Ramos

La concejala de Izquierda Unida y candidata a la alcaldía de Málaga, Remedios Ramos, rechaza “rotundamente el proyecto del alcalde, Francisco de la Torre, para construir un mamotreto de cuatro plantas, más cubierta y terraza, así como su idea de sepultar unos de los yacimientos arqueológicos más importantes de la Málaga trimilenaria. El Partido Popular quiere enterrar con hormigón la historia de Málaga”.

Ramos defiende que “se preserven ‘in situ’ y se pongan en valor los restos arqueológicos encontrados y que se pueda ver la Alcazaba y Gibralfaro sin que sean tapadas esas vistas por un descomunal mamotreto. No queremos que De la Torre haga otra aberración como la que supuso durante el franquismo enterrar el Teatro Romano para construir una Casa de la Cultura”.

La concejala asegura que “no podemos fiarnos del PP y de De la Torre cuando se trata de proteger nuestro patrimonio histórico, ahí están los recientes ejemplos de la demolición de La Mundial o Villa Maya, y la pérdida de los restos hallados en la avenida Andalucía”. Desde IU proponen que se conserven los restos arqueológicos y “se integren en un itinerario de la historia de nuestra Málaga trimilenaria, junto a La Alcazaba-Gibralfaro, el Teatro Romano o los restos de las mezquitas de calle Agua”.

Además, Ramos explica que para preservar los restos de la parcela del Astoria-Victoria, “las únicas construcciones debería de ser las mínimas y necesarias que sean imprescindibles para proteger, integrar y exponer los hallazgos ‘in situ’ para que puedan visualizarse y visitarse como centro de interpretación”.


Por otro lado la concejala lamenta la “enorme opacidad y continuos cambios en los detalles del proyecto. Al anunciado Mercado Gourmet, ahora le llaman Centro Cultural Polivalente, pero prácticamente se trata del mismo proyecto que se presentó en el año 2018 con, aproximadamente, la misma dimensión que el mamotreto inicial, aunque reduciendo la parte cultural del auditorio del sótano desde las 1.500 localidades anunciadas en 2018 a tan solo 800 hace un año, que ahora se reducen otra vez a 700 localidades. A todas luces algo insuficiente para un auditorio, se parecerá más a un salón de actos”.

Aunque no todo se reduce, tal y como apunta Ramos, ya que “lo que sí ha ido aumentando es el volumen, edificabilidad y número de plantas. Tras el acuerdo de coalición con Ciudadanos se dijo que se reduciría de 4 plantas a 2, el nuevo proyecto que se anunció hace un año contemplaba tres, y en el anunciado ahora ya van por cuatro plantas más cubierta y terraza”.

Ramos da más datos del proyecto: “El auditorio del sótano más de la mitad, de 1.500 localidades hasta las 700 ahora  anunciadas. La planta baja albergará actividades privadas de ocio y hostelería, bares y terrazas. Es decir, el ya propuesto mercado gourmet privado con algunos cambios. Las primeras plantas albergarán salas y oficinas cuya gestión será privada y que se pondrán en alquiler. Además de otros espacios que se alquilarían a empresas privadas culturales y del sector audiovisual. Por último, la planta superior y la cubierta-mirador también estarían destinadas a restauración y terraza de hostelería y copas”.

Por todo esto Ramos considera que el proyecto del Ayuntamiento será “la nueva Casa de la Cultura, encima de los restos arqueológicos, pero en su totalidad de gestión privada a través de concesiones demaniales”.

José Damián Ruiz Sinoga

“Yo no tengo una opinión clara de lo que quiero, lo que si tengo claro es lo que no quiero”, asegura el geógrafo y catedrático de la UMA José Damián Ruiz Sinoga, que entiende que “una vez que han aparecido unos restos arqueológicos yo creo que el sentido común lo que dicta es que hay que conservarlos”. En este sentido apunta a que se podría “hacer algo parecido a lo que se hizo en el Rectorado de la Universidad, se ha construido un edificio encima pero los restos son visitables, la solución no es llegar y taparlos”.

Sinoga apunta esta solución porque ha “escuchado voces que dicen que ese espacio está concebido como una plaza [la Merced] y si no se cierra por un lado deja de tener ese carácter”. “Eso es una plaza, con lo cual tiene que cumplir la doble función, de que siga siendo plaza por un lado, y por otro lado, una vez que hemos descubierto que al quitar ese panel la vista es espectacular, que se pueda seguir disfrutando de la visión de la Alcazaba”.

Pero lo que se propone por parte del Ayuntamiento no me gusta, porque es quitamos un mamotreto y ponemos otro”. Además cree que “para volver a proponer la solución del teatro, había dos cines ahí, con lo que sería volver al origen, que eso dice poco a favor del género humano, que se supone que va evolucionando y mejorando”.


“No sé si se ha hecho un estudio y se ha determinado que hay más demanda de teatros, no lo sé, porque en Málaga además ya hay varios teatros funcionando, no lo tengo claro, me parece más una ocurrencia propia de los momentos preelectorales, pero creo que no tiene mucho fundamento”, asegura Sinoga, apuntando que “estamos a 3 o 4 meses de unas elecciones, por lo que todo puede ser interpretado”.

Así, Sinoga considera que con el plan del Consistorio malagueño “parece que 20 millones de euros después volveríamos a la situación inicial, pero con alevosía y premeditación, porque ahora sabemos que hay unos restos, que los arqueólogos han dicho que hay que conservar, que forman parte de nuestra historia y que no estamos tan sobrados de elementos arqueológicos en Málaga como para ir enterrando los que aparecen”.

Por esto Sinoga apela a que “el sentido común lo que dicta es que se conserven, que no se tapen, que estén a la vista de la ciudadanía, que se expliquen, que tenga un valor didáctico, pedagógico, que la gente pueda ir y enterarse qué era aquello, en qué contexto estaba”.

Fernando Ramos

Por su parte, el arquitecto Fernando Ramos asegura que “la cuestión del Astoria sigue siendo la misma desde el origen, que es un espacio estratégico en la ciudad y necesita abordarse con amplitud de miras, con participación, con rigor, y con calidad, y de forma sostenible. Y lo que se está haciendo es acumulando ocurrencias, una detrás de otra, al ritmo de intereses inmobiliarios, al ritmo de intereses electorales, o al ritmo de intereses políticos”.

Y es que Ramos recuerda que “en ningún momento, desde la obra de la Merced, que fue una obra electoral, nunca se ha permitido que haya participación, ni siquiera al Colegio de Arquitectos se le ha permitido entrar en esa organización del concurso, de debate, no se le ha permitido a nadie, salvo lo que la Gerencia de Urbanismo al compás de intereses políticos va mostrando como zanahorias una y otra vez”.

Así, Ramos sostiene que “la colección de ocurrencias es infinita, esta es la última, pero todas con una cosa en común, nadie ha participado, nadie ha tomado decisiones, y todo son ocurrencias sobre ese solar, sin tener en cuenta absolutamente nada del entorno. O lo que es peor, plegándose a las dinámicas más dominantes del entorno, que son la turística y la hostelera. Así no se hace ciudad, sino que se sigue poniendo ésta al servicio de los intereses que tienen mayor capacidad de dominio, eso no es una ciudad, eso es un escenario”.

Por esto Ramos considera que “el acercamiento que están haciendo todos los partidos políticos tiene el mismo problema de entrada, que todos pretenden plantear una cuestión a priori. Es decir, construir o no construir, uso cultural u otro tipo de uso, construir la mitad del solar y la otra mitad no, no construir nada para que permanezcan las vistas más amplias de la Alcazaba. Yo creo que son todas decisiones erróneas”.

De esta manera, para el arquitecto,  “la única manera que veo de afrontar este problema, que incluso algunos propusimos en el fiasco de concurso del 2017, es abordarlo con debate y participación de todos los agentes sociales y todos los agentes técnicos. Y llegar a una conclusión sostenible, no solamente para ese solar concreto, sino para su relación con todo el entorno. Hay muchas cuestiones ahí, arqueológicas, estratégicas, de comercio local, de vivienda, patrimonial, de movilidad, hay muchas cuestiones que hay que abordar a la vez, y no se trata de que la Gerencia de Urbanismo, al hilo de los intereses políticos de cada momento, pues se le vaya ocurriendo un uso concreto y plantee otro concurso trampa, en el que como las bases ya condicionan cualquier tipo de solución, cualquier tipo de propuesta, pues ya se sabe lo que se va a proponer ahí, ya se ha limitado en el momento de poner las bases”.

Al proyecto del Ayuntamiento le ocurre lo mismo que en el 2017, según Ramos, que se pregunta “dónde está la relación del Ayuntamiento con el Colegio de Arquitectos a la hora de organizar un concurso, para determinar unas buenas bases, que permitan soluciones amplias, soluciones sostenibles, y con un jurado de calidad, y transparencia, estamos en lo mismo, creo que esta vez ni siquiera se le ha dado la oportunidad al Colegio de pronunciarse sobre esta cuestión, parece que viene otra vez el paquete prefabricado”.

Ramos entiende que no se puede separar el proyecto del solar del Cine Astoria de “la intervención del Cine Andalucía, justo enfrente, del inadecuado y también autoencargado por la Gerencia de Urbanismo del Cine Albéniz, de la cuestión del Mercado de la Merced, de la cuestión arqueológica de todo el entorno… tiene que haber una relación entre todo este entorno”.
 

Preguntado sobre su propuesta para ese espacio asegura que “nuestra solución es que no tenemos una solución a priori, hay que entender que es un problema amplio, y una oportunidad enorme, y no puede resolverse planteando arbitrariamente un uso concreto, una superficie concreta de edificabilidad, una altura concreta… sobre ese solar, sino que hay que tener en cuenta todo el conjunto, para lo que hay que establecer un espacio de debate con todos los agentes sociales, los residentes, los agentes turísticos, los agentes técnicos, los intereses privados y generales que confluyen en ese entorno. Y de ahí, si se hace bien, saldrían en todo caso unas bases razonables y sostenibles que puedan garantizar que la solución final sea adecuada”.

También especifica que “en nuestra propuesta lo que hicimos es que ese espacio de debate se podría hacer en diferentes plazos y con diferente intensidad. Se podían plantear soluciones inmediatas, transitorias, otras a medio plazo, y todas esas soluciones irían construyendo una propuesta final, digamos de consenso”.

Ramos apunta además que “no hay ninguna urgencia, como también decían con la Alameda, que había que hacer la obra de la Alameda corriendo por que la obra del metro… pues el metro no ha llegado al centro y nos hemos comido la isla de calor de la Alameda, ¿dónde estaba esa urgencia? Pues en este caso lo mismo, ¿qué urgencia había en demoler o no demoler, en construir o no construir? No había ninguna urgencia, llevamos 10 años con este tema”.

Por todo esto Ramos considera que “esta última propuesta es una más de tantas, no es nueva, lleva cocinándose mucho tiempo, no soluciona nada, no aborda todos los problemas de manera conjunta, o todas las oportunidades, se trata de otra nuda imposición, y además en paralelo al calendario electoral, como siempre”.