Remedios Ramos, concejala de Izquierda Unida: “Se está convirtiendo en la Semana Santa de los mercaderes, que hacen negocio con apoyo institucional a costa de negar al resto de la ciudad que pueda asistir a todos sus eventos”

16/03/23.
Redacción. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. El uso del espacio público para intereses privados, como sucede con las gradas, sillas y vallas de Semana Santa o con las terrazas de la hostelería, tiene consecuencias negativas para la ciudad y sus habitantes, tanto por la restricción del acceso, llegando a impedir que...

...los ciudadanos disfruten de la Semana Santa desde fuera de las áreas cerradas, como por la pérdida del carácter público del espacio, convirtiéndolo en una zona exclusiva para aquellos que pueden permitirse pagar por ello.

El usuario de Twitter @Cortijo_AytoMlg ha sido de los primeros este año en denunciar la privatización del espacio público que permite el Ayuntamiento dirigido por Francisco de la Torre durante la Semana Santa (AQUÍ). Por su parte Curro Troya lamenta (AQUÍ) el maltrato que reciben los peatones en estas fechas.


Es algo que sucede todos los años, aunque parece que los ciudadanos que no han comprado un abono de sillas cada vez disponen de menos espacios para poder ver las procesiones, debido a la colocación de más gradas, sillas y vallas, e incluso de calles cerradas.

Es algo que pudo verse el año pasado, cuando se recuperaron las procesiones tras dos años de suspensión por el COVID y se cambió el recorrido. Las quejas de los ciudadanos se transformaron en una petición en Change.org (AQUÍ) en la que se solicitaba volver al recorrido anterior a la pandemia.


Según la petición “el recorrido actual es inseguro”, “no se pueden ver las cofradías a pie de calle”, con un “recorrido oficial con pantallas que no dejan ver a la gente las procesiones, además “la movilidad esta muy limitada generando embotellamiento de personas”, lo que provoca que “no se pueden ver diferentes puntos de interés en el mismo día”.

IU denuncia la ocupación privada de la vía pública

Remedios Ramos, concejala de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Málaga, denuncia “la situación que se está viviendo cada vez más de privatización del espacio público en la celebración de los actos de Semana Santa en la capital”.

Ramos lamenta que se haga un uso privado del suelo público, provocando además que las personas que no tienen sillas no puedan disfrutar de las procesiones por la colocación de gradas y vallas, de manera que “se está convirtiendo en la Semana Santa de los mercaderes, que hacen negocio con apoyo institucional a costa de negar al resto de la ciudad que pueda asistir a todos sus eventos”.


Así, Ramos detalla que la Alameda, la Plaza de la Marina, calle Larios y la plaza de la Constitución, “que eran puntos de referencia en la Semana Santa malagueña, ahora son espacios inaccesibles y bunkerizados”.

A esto hay que añadirle, según Ramos, “toda la explotación comercial intensiva del centro con sillas y mesas excediendo el espacio que tienen para ocupar la vía pública, hace imposible pasear por el centro por lo que se ha perdido el carácter de acto social y popular compartido donde cualquiera puede participar de esta festividad, limitando el derecho a disponer de la vía pública sin restricciones para acudir a un evento tan popular como este, esta circunstancia queda automáticamente dinamitada”.

La ocupación que hace la hostelería de la vía pública ha llegado incluso a prohibir el paso de las cofradías por calle Fajardo, según se supo ayer (AQUÍ). Ramos lamenta “el uso intensivo y privativo que hacen las terrazas de los bares durante esta festividad hasta el punto que han llegado a prohibir a algunas cofradías que sigan su itinerario para no molestar a determinadas terrazas”.

Esta ocupación excesiva supone para Ramos un peligro, que denuncia “la falta de seguridad que todo esto provoca y el exceso de ocupación de la vía pública por parte de las terrazas de los bares en el centro histórico, ya que pese a que las calles están llenas de gente están poniendo más sillas y mesas de las permitidas con total impunidad, con el consiguiente peligro y molestias a los peatones”.