El usuario Ale Torres le responde que “tú no hablas de los malagueños. Hablas de 'una' Málaga, te falta calle, me figuro, para poder hablar de ambas con equidistancia y soltura. En el fondo pensarás, tal vez, que para ti habrá tarta. Y eso condiciona, entiendo”
Este profesional de la pluma es un personaje que se define con una frase que dijo en la redacción de EL OBSERVADOR, donde estaba trabajando: “Yo no puedo escribir algo negativo de alguien que me pueda dar trabajo algún día”. Está dicho todo
05/06/23. Opinión. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. El periodista Ignacio Lillo publicó el pasado miércoles un artículo de opinión (AQUÍ) en el diario Sur, en el que, basándose en la victoria de Paco de la Torre en las municipales, defiende el rascacielos del Puerto, las torres de Repsol e incluso el alarmante aumento de pisos turísticos. Ante esto, el usuario de Twitter Ale Torres (AQUÍ) le ha contestado que “Sermoneas sobre...
...el desconocimiento de la realidad de la ciudadanía... Osado. Pero tú no hablas de los malagueños. Hablas de 'una' Málaga, te falta calle, me figuro, para poder hablar de ambas con equidistancia y soltura”.
A este plumilla se le conoce muy bien en EL OBSERVADOR porque trabajó en esta revista (su primer empleo profesional) durante mucho tiempo. Se fue, tras llorar y llorar y suplicar y suplicar a sus antiguos jefes (fue becario en el diario de Vocento) que lo admitieran en Sur, dejando colgados los trabajos que tenía encomendados en EL OBSERVADOR. No tuvo coraje suficiente ni para pasar a cobrar el finiquito que le correspondía. Es un personaje que se define con una frase que dijo una mañana en la redacción: “Yo no puedo escribir algo negativo de alguien que me pueda dar trabajo algún día”. Está dicho todo.
Reproducimos completos tanto el artículo de opinión de Ignacio Lillo como la respuesta del usuario de Twitter, Ale Torres.
“El pájaro, mal consejero”. Por Ignacio Lillo (AQUÍ)
“Después del zaleazo electoral espero que hayan aprendido la diferencia entre realidad y Twitter”
“Después del zaleazo electoral que se han pegado, espero que algunos hayan captado el mensaje: una cosa es la realidad, que se manifiesta en votos; y otra el Twitter, que es un universo paralelo, y muy mal consejero para hacer política. La teoría de la espiral del silencio de Elisabeth Noelle-Neumann cobra vigencia total en un somero análisis de los mensajes y tendencias de dicha red. Las voces supuestamente mayoritarias, las que hacen más ruido, tienden a silenciar al resto... Y luego viene la verdad, a secas, en forma de mayoría absoluta para Francisco de la Torre, que ha sido el candidato más votado incluso en los epicentros de la polémica política, como son el Casco Histórico (pisos turísticos) y terrenos de Repsol (torres). Lo que más se critica en las redes es apoyado masivamente por los votantes. Poco más que añadir.
Cualquiera que no conozca la realidad de Málaga podría decir, sólo por lo que le llega de este canal, que es una ciudad desastrosa, donde casi nadie puede vivir si no es poco menos que millonario; con diferencias sociales graves y con terribles problemas de habitabilidad. La realidad: Málaga es una ciudad pujante, referencia para miles de personas de otras provincias que vienen a buscarse la vida; que atrae talento y empresas; urbe de moda para el turismo nacional e internacional, y el lugar soñado por muchos para vivir... Y esta es la base del problema, porque la demanda residencial supera con creces a la oferta.
En la red se ha tratado de polarizar el debate en la campaña en torno a varios símbolos de la gestión del alcalde, y el primero es la Torre del Puerto. A la vista de los resultados, este proyecto sólo molesta al paisaje de unos pocos, pero muy ruidosos; mientras que a la mayoría, o bien les da igual; o bien ven oportunidades de trabajo y de negocio. ¿Y qué decir del bosque urbano y de la disyuntiva con las torres de Repsol? A ningún asesor se le ha ocurrido pensar que la mayoría de los vecinos de la zona, lo que ven es una oportunidad para que sus viejos pisos de la avenida de Europa y Dos Hermanas se revaloricen, tal y como ya ha ocurrido en Martiricos.
Pero lo que es de traca es el ataque frontal a los pisos turísticos. Es de una torpeza supina perder de vista que miles de familias comen todos los meses, o bien completan sus exiguas pensiones gracias a eso. Y son muchos más que los jóvenes afectados por la escasez de viviendas, a los que sin duda hay que ayudar, pero ofreciendo facilidades para comprar su propia casa, que es lo que la mayoría desea. En definitiva: para la próxima, que está a la vuelta de la esquina, les recomiendo menos Twitter y más calle...”.
Respuesta de Ale Torres (AQUÍ)
“Ignacio, @ilillom, mereces una respuesta por tus recientes artículos de opinión y otros, en tu periódico, @DiarioSUR, pero me temo que evitarían publicar mi carta abierta a Málaga. Sea esta mi carta, también, al gorrión de tinta enajenada. Sea aquí.
Enhorabuena al PP (a ti, por lo tanto, por tu apoyo a todas las políticas del alcalde De la Torre en redes y prensa escrita) por la mayoría absoluta. Victoria inapelable (?) pero en absoluto contundente. Con 117.577 votos ganáis las elecciones y sacáis mayoría, D’Hondt mediante.
Pero eso no legitima que paséis con el buldócer por encima de los barrios, de las familias y de la historia. Nos llamáis provincianos por querer mantener un equilibrio entre crecimiento y sostenibilidad. Os sobrevivimos, 'malamente', y aguantamos vuestro 'argumento ad nauseam': 'Todo tiempo pasado fue peor y Málaga ES por, desde y tras Paco'.
Estimado Ignacio, eras un infante que aún no se tocaba la pilila cuando Pedro, Hilario, Salvador, Juan Ignacio, mi padre Rafael y muchos otros, encontraron una ciudad en ruinas, consecuencia de Franco y de la Transición.
Al palo llevaron agua en cisternas, apuntalaron el centro de Málaga que se caía y recuperaron edificios históricos que ahora son hoteles o no existen; quitaron miles de infraviviendas en las playas de misericordia, a la vera de las vías del tren, en las entradas de la ciudad; tiraron abajo, cuestionado ahora, El Bulto y por ende redujeron (no fue la poli, fueron ellos) el acceso fácil y local a la heroína, un drama social olvidado que se llevó una generación por delante; gestionaron la costa: playas en elpalo, pedregalejo, malagueta y Misericordia; ordenaron el campus de teatinos, de esos años es el clínico universitario,la concepción,cervantes,el parque tecnológico, desmantelaron los depósitos de repsol y eliminaron la descarga de crudo en la bahía; gestionaron tal cantidad de VPO que recibieron reconocimientos nacionales.
Paco de la Torre llegó a entregar llaves de VPO en el año 2000 de viviendas gestionadas por Pedro Aparicio, cinco años después de llegar a la casona como concejal de urbanismo.
Ordenaron un territorio salvaje, otorgándole saneamiento y PGOU. Imposible sintetizar más. Aquello, con sus fallos, se hizo en una época y contexto de recesión y reconversión. No llovía el dinero de Europa como en los últimos 20 años. Algo a partir de los 90, pero poco. Fue una Málaga luchada por y para los malagueños.
De aquellos mimbres, esta realidad: una ciudad ceñida al turismo y ladrillo como par motor económico. 28 años de gobierno ininterrumpido dan para muchas mejoras, evidentes e incuestionables, que como las del anterior consistorio comparten éxito con Junta y Gobierno Central.
Pero hoy hay dos Málagas, ambas en venta para Jeques y fondos de inversión que le importan bien poco tu nombre y raíces. Mientras deciden nuestro futuro a miles de kilómetros, una se pelea por mantener el tenedor en la mano, otra busca un pedazo de la tarta.
No vislumbro, Ignacio, un atisbo de empatía en tus renglones, manejas los datos y hechos como un pseudoconcejal -de los de ahora- no como un redactor, permíteme el apunte. Invitas a irnos de Málaga.
Sermoneas sobre el desconocimiento de la realidad de la ciudadanía... Osado.
Pero tú no hablas de los malagueños. Hablas de 'una' Málaga, te falta calle, me figuro, para poder hablar de ambas con equidistancia y soltura. En el fondo pensarás, tal vez, que para ti habrá tarta. Y eso condiciona, entiendo.
Mira gorrión: 'Me crié en Ventura de la Vega. Iba al cole andando. Compraba leche Colema en La Catalana. Aprendí a jugar al billar en Marengo. De la playa volvía descalzo para sacudir la arena. Pedro el practicante me pinchaba las vacunas. En Nazario, Nobel y 3 periódicos los domingos. Algún sábado al Cabra. De vuelta, chocolate de Lauri. Maria Luisa, martes y jueves. En Mistral: mi primer skate. En la arena blanca, los primeros besos. Bucear entre meros, en balneario. En la segunda del parque a las once, o te veo en el 11. Ahora cuido de mayores y ellos de mi. A Marina le dije - Te quiero, ¡Vivamos en Los Guindos!-. Luego - Te quiero: ¡No podemos costearnos vivir en el Palo!-. Ahora, -Te quiero: ¡Somos tú, yo y el mundo!-. Mi madre me enseñó a no tener miedo; y mi padre aún dice que obras son amores y no buenas razones'.
Un malagueño cualquiera: yo. Ese '1' de 114.461, que sólo tendrá recuerdos de 'una' Málaga que me echa deliberadamente, con desprecio, sin respeto institucional, olvidado a pesar de ingentes esfuerzos de varias generaciones... sermoneado en prensa por vil metal que nunca veré. Como yo, 114.460 intrahistorias más. Ciudadanos, malagueños, personas.
Somos el 28,08 % del censo que respetamos la ley, acatamos la norma y vemos como un 27,12% del censo vende nuestra ciudad, la de todos, al foráneo, porque han sacado 3.116 votos más y con 195.910 que no votan.
Enhorabuena @pacodelatorrep. Recuerde, gobernar para todos es gobernar también para esos 114.461 que queremos otra Málaga; la de consenso real en la que se pone el sol por el Guadalhorce, no por las Torres de Repsol o del puerto.
Ignacio, Málaga precisa atención en conjunto. Que el resultado electoral no acompañe a unos muchos no significa que hayamos perdido las elecciones. ¡No íbamos en las listas! No quiero manteros, ni volver a 1980. Quiero que escuchen, escriban y pregunten por mis problemas.
Os decimos, a los de la tarta, que todos perdemos la ciudad y las raíces; que defender a 5000 familias y sus pisos turísticos debe ir acompañado de medidas que templen la turistificación, que gentrificar el municipio y plantear que nos vayamos en favor de inversores es INDIGNO.
Por último, que dos proyectos de calado, el hotel del Puerto y los terrenos de Repsol, deben ir de la mano del consenso como Muelle1, por ejemplo. 3116 votos de diferencia entre bloques otorgan una victoria legal Sí, en absoluto moral.
Pídeme DNI y datos por privado si quieres publicar este texto en las cartas al director de tu rotativo, aunque soy consciente de que la financiación depende de la publicidad institucional principalmente. Es complicado.
Haz retuit o un educado me gusta. Lo que veas. Pero creo que la prensa debe ser el altavoz del conjunto de la ciudadanía, de todos, y no un elemento exclusivamente dinamizador del poder. Sin miedo y arrimados a la acción.
Como me enseñaron mis padres, en la Ciudad de Málaga, el tiempo que pueda.
Un abrazo.”