“Por muchos foros de ‘Green cities’ y ‘surtidores’ de coches eléctricos que se planifiquen, nuestra ciudad sigue contando con un inmenso agujero negro con raquíticos porcentajes de árboles, parques y jardines”
26/06/23. Redacción. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. El periodista Alfonso Vázquez escribe un artículo en La Opinión de Málaga (AQUÍ) en el que le sugiere al alcalde, Francisco de la Torre, que tras el fiasco de que a la ciudad no le han concedido la Expo 2027 de la sostenibilidad, debería dejar un verdadero legado en forma de Bosque Urbano en...
...los terrenos de Repsol, lo que vendría a ser una Expo sostenible para siempre.
Vázquez asegura también que no a todos los malagueños les ha decepcionado que no se vaya a hacer la Expo en la ciudad, ya que los estratosféricos precios de la vivienda al menos ya no van a “catapultarse hasta el espacio exterior”. Y es que Vázquez entiende que “una de las principales preocupaciones es si se podrá seguir viviendo en ella o habrá que coger las maletas en busca de horizontes inmobiliarios menos escarpados”.
En cualquier caso, Vázquez insta De la Torre a “cambiar el rumbo y dejar como legado para Málaga un bosque de casi 18 hectáreas en el corazón urbanísticamente más maltratado de la ciudad”, algo que “sería una lección de sostenibilidad, modernidad y justicia social para los próximos siglos”.
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Una Expo para toda la vida en los terrenos de Repsol
Alfonso Vázquez
El pasado domingo, una persona del comité organizador de la candidatura de la Expo 2027 aventuraba al firmante que Málaga ganaría, aunque Belgrado podía dar la sorpresa porque le pisaba los talones.
Ciertamente, sorprende que haya vencido la capital de un país que sigue sintiendo una inexplicable afinidad por el criminal internacional más buscado, por el gánster del Kremlin.
En todo caso y como a veces 'todo el monte es orégano', es imposible no sonreír al comprobar que la candidatura serbia comparte la misma farfolla propagandística que se estila en España desde los visigodos.
Como saben, en toda feria turística no falta municipio, pedanía o cinturón metropolitano que no se publicite como «crisol de culturas, encrucijada de caminos y tierra de contrastes». Pues bien, Belgrado proclama ser un «punto de encuentro de civilizaciones» y «encrucijada de civilizaciones». La imaginación al poder.
Como curiosidad, el mismo miércoles, horas después de la decepción, el autor de estas líneas pudo hablar con un grupo de veteranas malagueñas, votantes tradicionales de Paco de la Torre y todas mostraban su alivio porque, argumentaban, al no celebrarse la Expo, los precios de la vivienda en Málaga, ya estratosféricos, al menos ya no iban a catapultarse hasta el espacio exterior.
En esta Málaga de éxito turístico, una de las principales preocupaciones es si se podrá seguir viviendo en ella o habrá que coger las maletas en busca de horizontes inmobiliarios menos escarpados.
¿Qué hacer ahora? Lo cierto es que en la mano de Paco de la Torre está el actuar con audacia y forjar, de por vida y no sólo durante tres meses -el tiempo que iba a durar la exposición internacional- un verdadero ejemplo para el mundo de sostenibilidad.
Porque por muchos foros de ‘Green cities’ y ‘surtidores’ de coches eléctricos que se planifiquen, nuestra ciudad sigue contando con un inmenso agujero negro con raquíticos porcentajes de árboles, parques y jardines. Hay barrios en los que sólo la demolición física de edificios permitiría aumentar las zonas verdes.
Frente al atracón de hormigón proyectado en el solar de Repsol, nuestro alcalde puede cambiar el rumbo y dejar como legado para Málaga un bosque de casi 18 hectáreas en el corazón urbanísticamente más maltratado de la ciudad. Si lo hiciera, qué duda cabe que debería llamarse el Bosque Urbano 'Francisco de la Torre'. Sería una lección de sostenibilidad, modernidad y justicia social para los próximos siglos.
Ánimo y a levantarse defendiendo esta Expo sostenible ‘a perpetuidad’.