Fernando Ramos, arquitecto: “Ni se recupera el edificio, ni se cumple la Ley de Costas, ni se reordena el entorno de ninguna manera. Entiendo que es por un descarado trato de favor a este negocio, porque es que no le veo otra explicación”

10/07/23
. Opinión. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. Los tiempos cambian, y lo que en otra época fue un símbolo de Málaga ha pasado a ser una más de las vergüenzas de la ciudad. La Junta de Andalucía del PP ha autorizado la explotación del restaurante Antonio Martín durante un año más, a pesar de que no cumple la Ley de Costas, y de que la propia Dirección General de Costas solicitó...

...a finales de 2021 su demolición. Tras alegar la Junta ‘interés público’ para frenar su demolición, Costas autorizó en noviembre de 2022 el edificio siempre que redujese su superficie de 1.524 metros cuadrados a apenas 300, algo que de momento no ha cumplido.

Durante muchos años el restaurante Antonio Martín ha sido un símbolo de Málaga y un referente gastronómico local. Tal y como explica el arquitecto Fernando Ramos, “lo primero es que era un edificio de interés, pero sobre todo es que tenía una ubicación absolutamente privilegiada, porque cuando entrabas y atravesabas los primeros volúmenes, y llegabas a una terraza que daba directamente al mar, que rompía en el borde de esa terraza donde se estaba comiendo. Era una ubicación insuperable”.



“Luego llegó la reordenación de las playas”, continúa Ramos, “y ya se quedó en zona urbana, ya le pasaba un paseo por detrás y tenía la playa, se alejó del mar y perdió parte de su atractivo. Pero Ramos recuerda que “Antonio Martín no era solo un buen restaurante en una buena ubicación, en ciertos momentos junto a ‘Adolfo’ era la marca gastronómica de Málaga, es una pena que eso haya acabado así”.

El arquitecto confirma que la construcción “no cumple la Ley de Costas, habría que eliminarlo”, a pesar de que “dentro de toda esa maraña que se ha ido construyendo, y dentro de todo ese volumen que se ha ido ampliando durante años, pues en la base hay un edificio que tenía interés de González Edo. Tenía cierto valor, pero al final sigue avanzando la patada adelante de la Junta de Andalucía, para no tomar ninguna medida, y sigue sin recuperarse el edificio, que parece que era una de las excusas, o una de las intenciones”. Es algo que el propio Ramos ya ha denunciado en alguna ocasión en su cuenta de Twitter (AQUÍ).


Sin embargo pasan los años, y “ni se recupera el edificio, ni se cumple la Ley de Costas, ni se reordena el entorno de ninguna manera. Entiendo que es por un descarado trato de favor a este negocio, porque es que no le veo otra explicación”, asegura Ramos. Según la ley, la mayor parte del edificio, que tiene 1.524 metros cuadrados, “está fuera de ordenación, y es un porcentaje pequeño el que se puede legalizar”. Serían únicamente 300 metros cuadrados, por lo que habría que demoler la mayor parte de las construcciones.

En este sentido el arquitecto no se olvida de “aquella historia que montaron entre varios ‘promotores’ junto a Dani García, que salió de allí huyendo. Y aquello, que creo que sigue teniendo deudas con Hacienda, sigue teniendo sanciones pendientes, pues aquello sigue sobrevolando ese edificio sin que se haya desprendido de eso”.


Y es que el edificio “se llenó por todos lados de ampliaciones chungas, de cosas entre efímeras y feriantes, llena de carpas, hubo que sancionarles desde la Gerencia de Urbanismo por la construcción de una terraza, parecía que tenían manga ancha y un cheque en blanco para que hicieran cualquier destrozo. Cuando aquello quebró, que además de manera directa o indirecta implica a ciertos personajes políticos de la provincia, pues de aquello no se supo nunca más”.

Hay que recordar que uno de los ‘socios’ de Dani García era Miguel Narváez, marido de la alcaldesa del PP de Torremolinos, Margarita del Cid (AQUÍ), con quien mantiene un pleito por haber usado durante años el nombre comercial La Moraga eludiendo el pago establecido por contrato. En noviembre de 2021 la Audiencia Provincial de Málaga ratificaba la sentencia, emitida en mayo de 2019 por el Juzgado de Primera Instancia número 3 de Málaga, que condenaba al empresario Narváez al pago de 400.000 euros al conocido chef (AQUÍ). En la actualidad la titularidad de la concesión recae en Explotaciones de Cesiones Hosteleras SL (EXCEHO), tras la cual está el ex presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (AEHCOS), José Carlos Escribano (AQUÍ).


Ramos no entiende por qué el edificio de Antonio Martín “sigue en pié, no se ha resuelto, no se han eliminado las partes ilegales, no se ha ordenado respecto al entorno, no parece que haya intención de recuperar el edificio original, tampoco el Colegio de Arquitectos ha dicho nada que yo haya visto”.

Lo único que sabe ve son “publicaciones sobre ‘se está negociando’, ‘parece que llegan a ciertas condiciones de acuerdo’, o lo último de ‘se vuelve a dar un plazo’, yo creo que no hay una intención clara de darle una solución, sino de mantenerlo como está, como tantas veces pasa en Málaga, y que la cuestión de olvide y se deje pasar”.

El arquitecto apunta que la Gerencia de Urbanismo si ha actuado en frente de Antonio Martín, “por supuesto sin un concurso público, como siempre, han intervenido en el entorno para mejorarlo en cierta manera, aunque después hicieran una plaza dura como siempre, pero no se han atrevido a auto encargarse también el entorno directo de Antonio Martín”.

Por todo esto Ramos no sabe “si se recuperará y se ordenará de acuerdo a la Ley, o van a apañar entre los grandes partidos y entre los intereses dominantes otro caso como el del hotel de Moneo, que primero era un rechazo frontal de Cultura en base a la Ley de Patrimonio, diciendo que no iban a permitir esa especulación y no iban a poner el patrimonio a los pies del interés privado, y al final cambiaron a los responsables políticos y lo terminaron permitiendo. Y aquí ocurre lo mismo, parece que de momento hay quien quiere que la Ley de Costas funcione, y hay quién quiere imponer el interés privado, interés de una empresa ruinosa, llena de deudas y llena de sanciones”.