La semana pasada fueron noticia por los numerosos destrozos causados en la visita del Málaga CF al Deportivo de la Coruña. En 2017 dos de sus miembros participaron en el asesinato de Pablo Podadera, el joven que intentó mediar en una pelea
El Málaga CF, que se sepa, no ha llevado a cabo ninguna medida contra este grupo ultra, al contrario de otros equipos españoles, que han erradicado a los ultras de sus estadios de forma organizada con medidas severas y sin prestarles ayuda
14/10/24. Redacción. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. El Frente Bokerón, del club de fútbol Málaga, se está destacando cada vez más como uno de los grupos ultras más temidos en el panorama del fútbol español. En los últimos años han ganado protagonismo, no tanto por su pasión en los estadios, sino más bien por los actos violentos que protagonizan...
...fuera de ellos. El Málaga CF, que se sepa, no ha llevado a cabo ninguna medida general y seria contra este grupo ultra, al contrario de otros equipos españoles que han erradicado a los ultras de sus estadios de forma organizada con medidas severas y no prestándoles ayuda.
Los vínculos del grupo ultra con la extrema derecha, sus enfrentamientos con otros grupos ultras, y la implicación de algunos de sus miembros en delitos graves han puesto al grupo en el punto de mira de las autoridades y de la Comisión Antiviolencia.
En un artículo de David López Frías para el Periódico de España (AQUÍ) se explica que el Frente Bokerón, grupo ultra del Málaga fundado en 1986, ha ganado una gran relevancia en los últimos tiempos tanto por su apoyo al equipo en el estadio como por su implicación en actos violentos fuera de él.
Tradicionalmente reunidos en la plaza de La Roca, en Málaga, el grupo ha visto cómo sus actividades han ido escalando en los últimos años, hasta el punto de convertirse en uno de los colectivos ultras más temidos en España. Aunque siempre han existido, en los últimos dos años han cobrado un protagonismo especial, acaparando titulares por sus fechorías, enfrentamientos con otros ultras y destrozos en ciudades donde juega el Málaga.
Entre sus miembros más conocidos se encuentran individuos como E. C. ‘Kike’, un peleador de K1 con tatuajes fascistas y vínculos con la extrema derecha, que fue condenado a 14 meses de prisión por un delito de encubrimiento en el crimen de Pablo Podadera, un joven malagueño que fue asesinado a golpes el día de su cumpleaños en la puerta de la Sala Theatro de Málaga el 22 de abril de 2017 (AQUÍ). El autor material de la muerte, Alberto Ross, fue condenado a 15 años de cárcel y era también miembro del Frente Bokerón.
También destaca J.J. B.R, ‘Juan el Gordo’, exboxeador y figura clave en el crecimiento del grupo, quien ha atraído a otros luchadores y personas vinculadas al mundo de los deportes de contacto. Juan fue de número uno en las listas de Málaga de la formación ultraderechista Alianza Nacional y lleva una esvástica tatuada en el pecho.
Además, el grupo cuenta con miembros con antecedentes violentos, como A. A.M. ‘Argibay’, un antiguo ultra antifascista que cambió de ideología y ahora se alinea con la extrema derecha, y que en 2010 fue detenido por apuñalamiento y por agresión con un adoquín.
A lo largo de su historia reciente, el Frente Bokerón ha protagonizado diversos incidentes violentos. Así, en 2022 treinta seguidores ultras fueron al aeropuerto de Málaga para esperar a que aterrizase un vuelo lleno de ultras del Sevilla para tenderles una emboscada.
En febrero de 2023 varios ultras del grupo fueron arrestados en Burgos tras un enfrentamiento multitudinario entre radicales de diferentes equipos, por el que fueron detenidas 64 personas (AQUÍ).
Más adelante, en mayo de 2023, 31 aficionados del grupo ultra Frente Bokeron, protagonizaron una pelea masiva al finalizar el partido entre el San Fernando CD y el Málaga CF (AQUÍ), cuando varios de los radicales se dirigieron a un bar en los aledaños del Estadio y comenzaron a agredir a los aficionados locales lanzándoles sillas, mesas y otros objetos, provocando una reyerta callejera por las calles de San Fernando.
Y un mes más tarde decenas de miembros del Frente Bokerón intimidaron a vecinos de Vigo antes del encuentro entre Celta B y Málaga por el ascenso a Segunda (AQUÍ), según el digital ‘Atlántico’ de Vigo, en el que aseguran que “el Málaga tiene vetada su entrada al estadio a al menos una veintena de sus miembros y alguno de ellos se encuentra en prisión”.
Ya la semana pasada protagonizaron la enésima trifulca, esta vez en A Coruña, donde causaron destrozos materiales buscando enfrentarse con los Riazor Blues, un grupo ultra de extrema izquierda. La relación entre el Frente Bokerón y la extrema derecha es evidente, con varios de sus miembros vinculados a formaciones ultraderechistas y con simbología nazi, como Z. B.E., que tiene tatuado el número 88 en el hombro (significa Heil Hitler, la H es la octava letra del abecedario).
Este grupo también mantiene alianzas con otros ultras europeos, como los del Lazio (Irreducibili) y el West Ham United (The Inter Firm), cuyos representantes han sido vistos en partidos del Málaga. El Frente Bokerón ha logrado desplazar a otros grupos en la grada de animación del estadio de La Rosaleda, consolidándose como la fuerza dominante en el fondo sur, donde comparten espacio con otros colectivos como Malaka Hinchas o Fondo Sur 1904. Sin embargo, a pesar de su creciente notoriedad y poder dentro del estadio, el grupo ha generado preocupación tanto por sus actividades violentas como por su capacidad para atraer a nuevos miembros, especialmente jóvenes influenciados por su resurgimiento.
De esta manera, es normal que los partidos del Málaga sean declarados de alto riesgo por la Comisión Antiviolencia, como el del pasado sábado contra el Cádiz, donde la policía montó un dispositivo especial, con refuerzos preparados en ciudades cercanas como Jerez y El Puerto de Santa María, en previsión de posibles enfrentamientos debido a la histórica enemistad entre el Frente Bokerón y las Brigadas Amarillas, el grupo ultra del Cádiz. Ambos grupos ultras comparten un historial de enfrentamientos y un fuerte componente ideológico, ya que las Brigadas Amarillas están vinculadas a la extrema izquierda, lo que agrava la tensión entre las hinchadas.
A pesar de las sanciones y prohibiciones impuestas a muchos de sus miembros, el Frente Bokerón sigue siendo un grupo activo y peligroso. Sus miembros continúan desafiando las restricciones, como en el caso de Z. B.E., quien a pesar de tener vetada la entrada a los estadios, fue visto en una fotografía dentro de Riazor. El grupo sigue atrayendo a nuevos miembros y ha fortalecido su estructura con personas provenientes de otros ámbitos, como la seguridad privada y el desalojo de okupas, lo que ha contribuido a su crecimiento y poder en los últimos años.
Este aumento de poder y notoriedad ha alarmado a las autoridades y a los vecinos de Málaga, quienes han denunciado las actividades del Frente Bokerón, especialmente por las pintadas fascistas y el ruido que generan en sus puntos de encuentro.
Por todo esto, el Frente Bokerón ha pasado de ser un grupo casi desconocido a estar en el centro de la atención mediática y policial en el ámbito de los ultras del fútbol español.