La Asociación AloraSol ha preparado documentos que pone a disposición de todos los ciudadanos, independientemente de que sean afectados o no, para que puedan presentar alegaciones a estos depredadores megaproyectos
29/11/24. Redacción. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. Hoy finaliza el plazo para presentar alegaciones contra la Declaración de Utilidad Pública de los megaproyectos fotovoltaicos ‘Faballones’ y ‘Orla’, que afectan a más de 600 fincas en los municipios de Álora, Coín, Pizarra y Cártama. Estos proyectos implican la expropiación de tierras y han generado gran malestar entre los vecinos y asociaciones locales, que denuncian...
...la falta de transparencia, desinformación y el impacto negativo sobre el medio ambiente, la biodiversidad y la vida rural de la zona. La asociación AloraSol anima a toda la ciudadanía a sumarse al proceso de alegaciones, independientemente de si están directamente afectados o no.
Tal y como anuncia la Asociación AloraSol, hoy es el último día para presentar alegaciones contra la Declaración de Utilidad Pública de los mega proyectos fotovoltaicos ‘Faballones’ y ‘Orla’, por los cuales van a expropiar tierras que afectan a más de 600 fincas en los municipios de Álora, Coín, Pizarra y Cártama. Por eso, desde la asociación están haciendo un llamamiento a toda la población para que presente recursos contra esta declaración, tanto de las plantas como de las líneas de evacuación.
Para ello, AloraSol ha preparado un documento, que puede descargar AQUÍ, en el que se explica cómo se deben presentar las alegaciones, y recuerdan que cualquier ciudadano puede presentarlas, independientemente de si es afectado o no.
También ponen a disposición de todo el que quiera los recursos que han elaborado sus abogados, tanto del Proyecto ‘Faballones’ (AQUÍ) como del proyecto ‘Orla’ (AQUÍ), para que los ciudadanos interesados puedan presentarlo más fácilmente y solo haya que rellenar los datos personales. En cualquier caso, toda la información se encuentra en la página web de la asociación AloraSol (AQUÍ).
Para AloraSol es lamentable esta situación, y denuncian que hay vecinos que se están enterando por ellos de que les van a expropiar sus tierras. “Varios vecinos que han venido a la oficina a firmar no sabían que su finca estaba afectada. Y otro vecino que compró una finca hace 3 meses, se acaba de enterar que la atraviesan líneas de evacuación”.
La historia
El pasado mes de septiembre del 2024 aparecieron publicados en el BOE los nombres y apellidos de cientos de malagueños, vecinos de Coín, Álora, Alozaina, Cártama, Casarabonela y Pizarra, cuyas tierras pretenden ser expropiadas forzosamente por un fondo de inversión extranjero, Verbund, para instalar macro plantas fotovoltaicas.
Desde las asociaciones Valle Natural Río Grande y AloraSol indican que “en concreto, ha sido solicitada la “Utilidad Pública y ocupación urgente” de los macroproyectos Natera, Orla Solar (I y II) y Faballones. Amparada en una ley que data del 16 diciembre de 1954 y de la que se aprovechan estos fondos de inversión sin escrúpulos ni respeto por la propiedad privada o pública”.
El fondo de inversión austriaco, Verbund, comenzó en 2018 “a crear una red de empresas con una dirección en Madrid, y con un capital de 3.000 euros, que le servirían más tarde, como tarjeta de presentación a los vecinos de la Jara y el Guadalhorce, a los que ofreció precontratos de arrendamiento de sus terrenos”.
Y es que “durante el año de la pandemia, el 2020, cuando todos temíamos por nuestra salud y las recomendaciones eran de quedarnos en nuestras casas, corredores y representantes de estas empresas, se reunían con los vecinos propietarios (con la añadida desconsideración de que algunos además son de edad mayor) para incitarles a la firma de contratos, sin más información que la que ellos mismos elaboraban, para la instalación de placas fotovoltaicas en sus fincas, creando por añadidura, un conflicto vecinal basado en la desinformación”.
Para las asociaciones en ese momento “nadie podía saber las repercusiones de estas instalaciones de polígonos industriales en el medio de campos de cultivo y de sus líneas kilométricas de alta tensión, porque nadie había informado a la ciudadanía. Ni la Administración, ni los medios, ni los ayuntamientos”.
Pero ya en el año 2021, varias asociaciones de vecinos, sin ánimo de lucro y apartidistas, entre las que se encuentran la Asociación Valle Natural Río Grande y AloraSol, “desde el voluntariado intentan rellenar el vacío creado por la falta, tanto de participación ciudadana como de transparencia en la información”.
Las asociaciones entienden que “la pérdida de biodiversidad, patrimonio natural, formas de vida rural, aumento de temperatura y consecuente incidencia en el clima local y la acaparación de aguas, la contaminación y su reciclaje, son solo algunas de las afectaciones que no nos cuentan en la propaganda que incesantemente se paga en los medios para convencernos de las bondades de las ‘macrorenovables’”.
De esta manera, aseguran que “nuestro preciado turismo rural, pasando por el Parque Nacional Sierra de las Nieves hasta el mismo Caminito del Rey y su entorno, se verán gravemente afectados por proyectos en municipios colindantes”.
Durante estos cuatro años las asociaciones han “convocado charlas informativas, presentado alegaciones y recursos en la Administración competente en tiempo y forma, elaborado mapas actualizados día a día tras revisar el BOE y el BOJA (La Ruta de la Placa) y puesto a disposición de alcaldías herramientas para defender sus municipios de la soberanía que han perdido (Plan Especial)”.
Ahora siguen ofreciendo “la necesaria información a propietarios para defender sus terrenos de la terrible aplicación de la Ley de Utilidad Pública de 1955, por la que a un fondo de inversión privado se le permite expropiar a un particular”.
Desde las asociaciones sostienen que “la Utilidad Pública ni se explica, ni hay por dónde cogerla, porque el interés no es general, sino privado: el de un fondo de inversión austriaco en este caso, Verbund, que pretende llenar los campos de cultivo, arrancando árboles si es necesario, para llenarlo con un mar de placas, que solo redundará en el beneficio de ellos, pero nunca en el de los pueblos, ni en una rebaja de la factura de la electricidad, ni en ninguna reducción de las emisiones de CO2, que estos fondos de inversión utilizan como moneda de cambio”.
Por esto, hacen un llamamiento a todos los vecinos en general, ya que “estos macroproyectos de paneles fotovoltaicos y eólicos, subvencionados en su gran mayoría por los fondos europeos Next Generation, aunque ahora bendecidos por la Administración de turno, serán la deuda de mañana para todos”.