Crece la indignación con el Ayuntamiento por permitir la ampliación de los chiringuitos de La Malagueta. Con las obras cerca de terminarse, los vecinos comprueban visualmente que el Sicsu “es enorme”

18/12/24. 
Redacción. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. Los movimientos de arena en la playa de La Malagueta han generado inquietud entre los vecinos, quienes temían que formaran parte de las polémicas obras de los nuevos chiringuitos de la zona. En realidad son tareas de mantenimiento y limpieza a cargo de Demarcación de Costas y el Ayuntamiento de Málaga,...

...respectivamente. Aún así, los vecinos critican la eliminación del césped bajo las palmeras, una zona de sombra muy utilizada, mientras crece la indignación por las licencias municipales que permiten ampliar significativamente los chiringuitos de la playa, como el restaurante Sicsu, cuya estructura ya muestra dimensiones muy superiores al antiguo merendero.

Un vecino ha compartido con EL OBSERVADOR un vídeo de la playa de La Malagueta en el que se ve que están realizando un gran movimiento de arena. El vecino temía que la actuación formara parte de las obras de un chiringuito que están llevando a cabo en la zona.

https://youtube.com/shorts/L4WyKq-kRfg

No es el caso, para tranquilidad de los vecinos, ya que se trata de una intervención que están realizando Demarcación de Costas, que se encarga del mantenimiento de las playas, y el Ayuntamiento de Málaga, que se ocupa de la limpieza, fundamentalmente cañas que han acabado en la playa tras el paso de la Dana por la provincia.


Sin embargo, este vecino no entiende por qué, para hacer estos movimientos de arena y distribuirla por la playa, han tenido que arrasar con la zona de césped que había debajo de las palmeras, y que los bañistas utilizaban para estar a la sombra.


Por otro lado, como se puede observar por el tejado, que ya está instalado en la mayor parte de la estructura, las obras del restaurante Sicsu están cerca de finalizar. Y decimos restaurante porque llamarlo chiringuito casi es faltarle al respeto, y es que como se aprecia en la siguiente fotografía, la nueva construcción parece que ocupa cuatro veces más espacio que el anterior merendero. “Es enorme, no se comprende que hayan permitido hacer esto aquí”, lamenta un vecino.


A la izquierda las obras del nuevo chiringuito Sicsu, a la derecha el antiguo


Esto es algo por lo que ya han protestado los vecinos, que han visto como el Ayuntamiento ha otorgado dos licencias para ampliar sendos chiringuitos de la playa de La Malagueta, gracias a la cual van a multiplicar su superficie por tres, y otra licencia, la del Sicsu, para cambiar el chiringuito de sitio y aumentar su superficie.

La AAVV de la Malagueta en contra

Hay que recordar que la Asociación de Vecinos de La Malagueta ha denunciado en la Comisión de Urbanismo irregularidades en las obras del chiringuito Sicsu. “Hay un documento de Urbanismo en el que le indica al chiringuito Sicsu dónde tiene que empezar a construir, y se ha desplazado 50 metros más de lo que debía hacer”, explica María Ángeles, la presidenta de la Asociación de Vecinos de La Malagueta.

Chiringuito Sicsu


De esta manera, las obras del ‘Sicsu’ en realidad se tendrían que haber hecho 50 metros más cerca de Antonio Martín. “Le hemos dicho a la concejala de urbanismo que ahora está en sus manos el que tenga que mover ese restaurante o qué. Y el restaurante está levantado prácticamente”, asegura.

La presidenta aclara que “nosotros no tenemos ningún problema con los hosteleros, pero no se puede invadir la playa de esta manera. Es que han sido tres concesiones de más de 250 metros cuadrados cada una. Y en 300 metros que va desde Antonio Martín a la Residencia Militar, han concedido dos, que es ‘La Malagueta’ y ‘Sicsu’, que tienen doscientos y pico metros, más luego serán 20 de espetero, más 425 metros cuadrados de hamacas. Es que es cada uno de ellos se coge un kilómetro cuadrado de la playa”.


También han expresado su desacuerdo ante Demarcación de Costas, “y tanto Costas como Junta Andalucía echando balones fuera, y haciendo responsable al Ayuntamiento de no haber cumplido la Ley de Costas y de haber hecho caso omiso de las indicaciones que les dijimos el 14 de septiembre, a saber, que estaba mal ubicado y que la extensión era excesiva, ya que la ley no permite tanta superficie”.

Por eso, en la Comisión de Urbanismo “se lo dije a la concejala, en la mesa de usted está el marrón. Usted ha concedido una licencia, aunque en febrero les comunicó que tenían que estar a 150 metros, no lo ha supervisado. Y la licencia permite construir en el Paseo Marítimo Ciudad de Melilla número 1, y lo están construyendo a la altura del número 17, y ninguno de ustedes ha ido a supervisar si la ubicación es correcta y si la ampliación es la adecuada”.

María Ángeles lamenta que “no hay más que hablar con ellos, ninguna de las tres administraciones se hace responsable de este destrozo que es llenar la playa de restaurantes”.

Las obras del Sicsu

Desde EL OBSERVADOR entendemos que la madera es para decir que cumplen con el Real Decreto 668/2022, por el que se modificaba el Reglamento General de Costas, que especifica que la ocupación de los establecimientos expendedores de comidas y bebidas “no excederá de 70 metros cuadrados en una sola planta y sin sótano, de los cuales, 20, como máximo, podrán destinarse a instalación cerrada. Estas instalaciones serán de temporada y desmontables en todos sus elementos. La distancia entre estos establecimientos no podrá ser inferior a 300 metros” (AQUÍ).

Según esto, y a pesar de la estructura de madera, las obras del Sicsu no serían legales, ya que el hormigón no es un elemento “desmontable”, que sería uno de los requisitos. Por otro lado, los chiringuitos en la playa de La Malagueta tampoco respetarían los 150 metros de distancia entre si.

Cartel de obra

Además, en el cartel de obra del Sicsu, con número de expediente 2023-4511, aparece que está autorizado a hacerlas en el Paseo Marítimo Ciudad de Melilla Nº 1, que es su ubicación actual más o menos. Sin embargo las obras se están llevando a cabo a la altura del número 17, que es donde iría el chiringuito a partir de ahora. De esta manera se entiende que la obra es ilegal.

Desde el Ayuntamiento se han negado a contestar a EL OBSERVADOR sobre estas cuestiones, como llevan haciendo desde años. Mientras, los vecinos y la confluencia municipal Con Málaga han mostrado públicamente su oposición a las licencias que ha concedido el consistorio para la ampliación de los tres chiringuitos en el suelo público de la playa de La Malagueta, según la cual van a poder triplicar su superficie.