La Diputación del PP ha censurado este año el calendario, que se venía publicando en su imprenta (CEDMA), porque trata sobre las condiciones de los trabajadores en la industrialización

10/01/25. Redacción. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. La Asociación en Defensa de las Chimeneas y el Patrimonio Industrial de Málaga (APIDMA) presenta hoy, a las 18:00 horas en la sede de la Asociación de Vecinos de El Palo, su calendario anual de 2025, un proyecto que desde hace más de dos décadas busca preservar y difundir la memoria de...

...la Málaga industrial. Este año, sin embargo, la edición ha estado marcada por la polémica: la Diputación de Málaga, a través del Centro de Ediciones de la Diputación (CEDMA), censuró y rechazó apoyar la publicación con su formato habitual, al considerar que "no encaja en la línea editorial actual".

El acto será presentado por el vocal de la AAVV de El Palo, Rodrigo Muñoz, y contará con las intervenciones de José Antonio Ruiz e Inocencio Fernández, miembros de la Asociación APIDMA y antiguos alumnos del colegio SAFA-ICET. La convocatoria es a las 18:00 horas en la sede de la Asociación de Vecinos de El Palo, sita en la Plaza Niño de las Moras nº2, hasta completar aforo.


A continuación puede leer la noticia que publicó EL OBSERVADOR el pasado 17 de diciembre: 

La Diputación PP censura y veta el almanaque que la Asociación en Defensa de las Chimeneas y el Patrimonio Industrial de Málaga venía publicando en su imprenta (CEDMA) porque trata sobre las condiciones de los trabajadores en la industrialización

Francisco Rodríguez, presidente de la asociación,
cree que no han querido publicarlo “cuando han visto que una de las páginas estaba dedicada a Salinas, que fue el creador de la UGT en Málaga, y cuando han visto que otra estaba dedicada a la huelga de la faeneras, algo de lo que todos nos tenemos que sentir orgullosos”

Rodríguez: “Lo que ha ocurrido viene a ratificarnos en que el almanaque hace más falta que nunca, porque mucha gente que se cree que el patrimonio industrial son únicamente las chimeneas y las maquinarias, y la historia del movimiento obrero es tan patrimonio industrial como el resto”


La Asociación en Defensa de las Chimeneas y el Patrimonio Industrial de Málaga ha lanzado su calendario anual de 2025, un proyecto que desde hace más de dos décadas busca preservar y difundir la memoria de la Málaga industrial. Este año, sin embargo, la edición ha estado marcada por la polémica: la Diputación de Málaga, a través del Centro de Ediciones de la Diputación (CEDMA),censuró y rechazó apoyar la publicación con su formato habitual, al considerar que "no encaja en la línea editorial actual".

El calendario, que este año aborda el papel fundamental del mundo obrero en la historia industrial de la ciudad, fue inicialmente desestimado por completo por el CEDMA. “Nos quedamos sorprendidísimos cuando recibimos una llamada del jefe de imprenta del CEDMA que me decía que el almanaque así no podía salir porque se iba a politizar el CEDMA. Le dije que pensaba que estaban confundidos, que era un problema de falta de información y me ofrecí a reunirme con la diputada y explicarle pues lo mismo que le explico a mis alumnos todos los años en la asignatura de Patrimonio Industrial”, explica Francisco Rodríguez, presidente de la Asociación en Defensa de las Chimeneas y el Patrimonio Industrial de Málaga.

Y es que en el almanaque “atendemos a todos los aspectos del patrimonio industrial, tanto material como inmaterial, porque hay un patrimonio industrial que es intangible como son los procesos tecnológicos, de cómo se hacen las cosas o las reacciones de sociabilidad de la época y la revolución industrial. El Plan Nacional de Bienes Culturales y de Bienes Industriales de España, hecho por el Ministerio, concreta específicamente las relaciones de sociabilidad”.


Desde la asociación “concertamos una reunión, se hicieron todos los trámites, pero pasaba el tiempo y esa reunión no tenía lugar. Después de mucho insistir me convocaron a una reunión a la que no asistió la diputada del Participación Ciudadana, asistieron únicamente la directora del CEDMA y el jefe o director de la imprenta, y entonces me dicen que es que el almanaque no está en la línea editorial del CEDMA, y me ponen como ejemplo almanaques de otras asociaciones que son almanaques decorativos, que no tienen una finalidad formativa como el nuestro”.

Rodríguez aclara que “el año pasado ya se publicó con el CEDMA dependiendo del área de Participación Ciudadana, y no hubo ninguna pega. Yo creo que la pega aquí es la temática”.

Efectivamente desde el CEDMA les propusieron “sacar el almanaque quitando los textos. Eso es hacer un almanaque publicitario, y nosotros lo que queremos es llegar a los ciudadanos e irlos informando y formando en la parcela del patrimonio industrial. Y que durante todo el año tengan en su oficina o en su domicilio una página donde van a leer, van a aprender, unas veces sobre el ferrocarril, otras veces sobre la siderurgia, y en esta ocasión sobre el movimiento obrero”.

Para el presidente de la asociación “lo que ha ocurrido viene a ratificarnos en que el almanaque hace más falta que nunca, porque mucha gente que se cree que al patrimonio industrial son únicamente las chimeneas y las maquinarias, y la historia del movimiento obrero es tan patrimonio industrial como el resto”.

Rodríguez cree que no han querido publicarlo “cuando han visto que una de las páginas estaba dedicada a Salinas, que fue el creador de la UGT en Málaga, y cuando han visto que una de las páginas estaba dedicada a la huelga de la faeneras, que es algo de lo que todos nos tenemos que sentir orgullosos. Las mujeres se organizaron para salir a la calle, no para pedir un cambio de gobierno, sino para pedir que bajase el precio de pan, porque con la subida no podían dar de comer a su familia. Y algunas lo pagaron con la vida. Eso es una parte de la historia que todos tenemos que saber y no olvidarla”.

En el mismo sentido opina José Antonio Ruiz, también miembro de la asociación, que entiende que el problema radica en el contenido escrito, que relata las difíciles condiciones de los trabajadores durante la industrialización, así como sus luchas a lo largo del tiempo, “cuando hablamos de las penurias del comienzo de la revolución industrial, de las viviendas de los trabajadores, o de las luchas de Intelhorce o Citesa, parece que no entienden que eso tenga que ver con la industria”.


A pesar del revés institucional, la asociación decidió seguir adelante. Con el apoyo económico de su junta directiva y la colaboración de la Librería Prometeo, que distribuye la publicación de forma desinteresada, el calendario ha salido a la venta al público por un precio simbólico de 2 euros (AQUÍ).

El mundo industrial como protagonista

Desde su primera edición en 2004, los almanaques de la Asociación en Defensa de las Chimeneas y el Patrimonio Industrial han tratado de poner en valor distintos aspectos de la Málaga industrial. Cada año, la publicación ha explorado temas como las máquinas, los edificios, las herramientas, los barrios obreros y las figuras clave de la industrialización malagueña, como los Larios o los Heredia.

Sin embargo, para 2025, la asociación decidió centrar su atención en los trabajadores. “Este año acordamos que se hablara del mundo obrero, como parte fundamental en el tema de la industria. Claro, el proceso de los trabajadores siempre ha sido una penuria, desde que nació la revolución industrial, sin derechos y sin nada. Hemos tenido que centrarlo en todas esas dificultades que, a lo largo del tiempo, hemos pasado hasta conquistar algunos derechos”, explica Ruiz.

El calendario no solo incluye imágenes representativas de este legado, sino también textos que contextualizan las condiciones laborales de la época, el impacto de la industrialización en las clases trabajadoras y las luchas sociales que marcaron ese periodo. Según la asociación, este enfoque busca dar visibilidad a una parte de la historia que a menudo queda en un segundo plano.


El almanaque de este año se presentó oficialmente el pasado 2 de diciembre en el Ateneo de Málaga, donde recibió una cálida acogida por parte del público. “Estaba prácticamente el Ateneo lleno, fue un éxito”, afirma Ruiz. Además, la asociación tiene programada el próximo 10 de enero una charla en la sede de la Asociación de Vecinos de El Palo, donde se profundizará en el contenido del calendario y en la historia de la asociación. “Haremos una historia más completa de lo que es nuestra asociación, y tendremos allí una charla con los compañeros de El Palo, que muchos de ellos son también socios nuestros y colaboradores”.

La asociación

La Asociación en Defensa de las Chimeneas y el Patrimonio Industrial de Málaga nació a principios de los años 2000 como una plataforma vecinal en el barrio Obrero de Huelin, una zona emblemática por su vínculo con la industrialización malagueña.

Inicialmente, su objetivo fue evitar la demolición de las chimeneas históricas que aún permanecían en pie. “Cuando se estaba destruyendo todo y nada más que quedaban las tres o cuatro chimeneas del paseo marítimo, dijimos que había que hacer algo para que, por lo menos, como testimonio o símbolo de ese pasado industrial, dejaran las chimeneas en pie”, recuerda Ruiz.

Con el tiempo, el colectivo se transformó en una asociación formal, ampliando su ámbito de actuación a la investigación y divulgación del patrimonio industrial de Málaga. A través de la recopilación de documentos, herramientas y maquinaria, y la organización de exposiciones y publicaciones, la asociación ha trabajado para recuperar un legado que trasciende las chimeneas. “Este proceso industrial no se reflejaba solo en las cuatro o cinco chimeneas que quedan. Nos hablaron de todo lo que supuso, de lo que surgió de la siderurgia, el textil, la química… Por eso nos convertimos oficialmente en asociación y comenzamos a difundir ese patrimonio”, indica.