El ascenso de Málaga en el ranking de la Fundación Contemporánea desata dudas sobre cómo ha podido influir la concejala María Ana Pineda (no Mariana), su red de intereses y la imparcialidad de los premios que consolidan su gestión

La Fundación Contemporánea, creada por Pineda, es una entidad vinculada a La Fábrica, una productora cultural que también gestiona numerosos proyectos financiados por la Diputación de Málaga

03/02/25. 
Redacción. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. El reciente ascenso de Málaga en el ranking cultural de la Fundación Contemporánea ha reavivado el debate sobre la figura de María Ana Pineda, actual concejala de Cultura de la ciudad y principal impulsora de la entidad que otorga esta distinción. La noticia de que Málaga se sitúa en el cuarto puesto nacional en influencia cultural ha sido presentada...

...como un logro colectivo, pero las voces críticas apuntan a que el crecimiento de la ciudad en este ranking está viciado por la estrecha relación entre Pineda y la Fundación Contemporánea.

Desde su llegada al Consistorio, Pineda ha convertido el Observatorio de la Cultura en una herramienta de validación de su propia gestión. "Es que da pereza, vergüenza ajena, ganas de vomitar... Parece una fiesta privada del PP", declara un experto en arte, evidenciando el descontento de parte del sector cultural.

La Fundación Contemporánea, creada por Pineda, es una entidad vinculada a La Fábrica, una productora cultural que también gestiona numerosos proyectos financiados por la Diputación de Málaga, como el Festival Eñe o el Festival de Arte ACRO.

La gala

La gala celebrada en el Cine Albéniz de Málaga para presentar el Observatorio de la Cultura 2024 ha sido un ejercicio de autocomplacencia institucional y un reflejo del entramado político-cultural que define la estrategia de la ciudad en los últimos años. Málaga ha escalado al cuarto puesto en el ranking nacional de influencia cultural, superando a Valencia y situándose por detrás de Madrid, Barcelona y Bilbao. Esta posición, celebrada con entusiasmo por las autoridades locales, se ha cimentado en la fortaleza de sus museos, el Festival de Cine de Málaga y centros culturales como La Térmica y el Centro Pompidou.


Pero detrás del entusiasmo de los discursos oficiales, hay una trama que no se menciona abiertamente. La organización de esta gala y el propio Observatorio de la Cultura responden a un modelo de gestión altamente centralizado, donde los mismos actores financian, organizan y premian las iniciativas que ellos mismos han impulsado.

Por eso no es casualidad que este evento se haya llevado a cabo en un espacio municipal y que la responsable de la Fundación Contemporánea, impulsora del ranking, sea la actual concejala de Cultura de Málaga, María Ana Pineda. Este tipo de reconocimientos contribuyen a consolidar un relato de éxito cultural que, más allá de las cifras y los rankings, está vinculado a una agenda política concreta.

Como indica un experto en arte, que prefiere mantener el anonimato, “tanto el Observatorio como la Fundación Contemporánea forman parte del conglomerado de la productora cultural La Fábrica, responsable de la mayor parte de la programación de La Térmica, que paga la Diputación”. Así, por ejemplo, “el Festival Eñe,  que se celebra desde 2009 en Madrid, pero desde 2018 tiene una ‘extensión’ en Málaga…También es la Diputación la que paga el Festival de Arte ACRO, también premiado por el Observatorio y que se hizo un fin de semana en Villanueva del Rosario, localidad gobernada también por el PP”.

El caso de Villanueva del Rosario es un ejemplo paradigmático. La pequeña localidad, gobernada por el Partido Popular, ha sido repetidamente mencionada en el Observatorio de la Cultura gracias a eventos organizados con apoyo de la Diputación. Al mismo tiempo, en el municipio han comenzado a proliferar inmobiliarias, lo que sugiere que la cultura está siendo utilizada como un mecanismo para atraer inversión y revalorizar el suelo. “No hay nada como el arte y la cultura para alegrar la especulación inmobiliaria… Lo mismo es eso lo que están premiando”, ironiza.

Este experto no está muy conforme con los rankings que ha publicado este año la Fundación Contemporánea. Y pone dos ejemplos, por un lado a su juicio no se sostiene que el conjunto Alcazaba y Castillo de Gibralfaro sean el tercer monumento más importante de Andalucía, por detrás de la Alhambra de Granada y la Mezquita de Córdoba, pero delante de la Catedral de Sevilla (y su Giralda) o de los Reales Alcázares.


Por otro lado, el ranking cultural de 2024 sitúa al Festival de Cine de Málaga en primera posición, seguido por el Museo Picasso y el Centro Pompidou, ambos en Málaga. “Aparte de poner en cabeza a los museos y eventos que ves”, señala el experto, “coloca lo de Villanueva del Rosario, que se ha celebrado una sola vez y durante un fin de semana, a la misma altura que el Museo de Bellas Artes de Sevilla”.

María Ana Pineda (no Mariana, según la lista de la elecciones municipales 2023)

El desembarco de Pineda a la concejalía de Cultura tampoco estuvo exenta de polémica (El alcalde de Málaga nombrará a María Ana Pineda, directora de la Fundación Contemporánea, concejala de Cultura. ¿Le paga así las buenas calificaciones de la ciudad en el conocido ranking cultural de esa institución? Pineda, que ocupa en la lista del PP el número 7 como independiente, se licenció en Historia del Arte en la UMA en 1999, y desde entonces, según su curriculum, ha vivido fuera de Málaga. ¿Conoce algo del movimiento cultural malagueño?) es que su desvinculación con el día a día de la escena cultural malagueña, tras pasar décadas fuera de la ciudad, genera dudas sobre su capacidad para liderar el sector.

Además, desde su posición ha impulsado iniciativas que premian de manera recurrente a eventos y entidades vinculadas al ecosistema de La Fábrica, lo que ha despertado sospechas sobre la imparcialidad de estos galardones. Y es que en el año 2009 la ciudad apenas figuraba en el puesto 19 del Observatorio de la Cultura. Con el paso del tiempo y la insistencia en destacar sus infraestructuras museísticas, especialmente el Museo Picasso y el Centro Pompidou, logró escalar posiciones hasta codearse con Bilbao y Valencia.


Sin embargo, este ascenso ha coincidido con la consolidación de Pineda en la Fundación Contemporánea y, posteriormente, en el Ayuntamiento, lo que alimenta la sospecha de que la ciudad ha sido favorecida de manera deliberada.

A pesar de estas críticas, Pineda se mantiene firme en su papel. Su red de influencias le ha permitido consolidar su posición dentro del entramado cultural de Málaga y mantener a la ciudad en los primeros puestos del ranking de la Fundación Contemporánea.

La pregunta que muchos se hacen es si este auge responde a una transformación real de la escena cultural malagueña o si, por el contrario, es el resultado de una estrategia bien orquestada para beneficiar a unos pocos en detrimento de la diversidad cultural y el tejido artístico independiente.