OPINION
Redacción

06/11/13.
Opinión. El Ayuntamiento de Málaga y Proyecto Hogar han puesto en marcha la campaña #SomosPalmaPalmilla. No se trata de una campaña de recogida de fondos, ni de acciones de reforma, ni de inversiones ni de creación de infraestructuras. Se trata de una campaña publicitaria. La nota de prensa que envía la oficina de comunicación y propaganda del Ayuntamiento se encabeza con el siguiente titular: "Palma-Palmilla inicia una campaña para dar a conocer una imagen más realista del barrio".

EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.cominforma de nuevo sobre uno de los barrios que más ha sufrido la exclusión y el abandono de las instituciones a lo largo de la historia de la democracia.

EN el primer párrafo de la nota de prensa se define como "campaña de comunicación", y consiste, según se informa en la misma nota en: poner 50 carteles en las marquesinas de paradas de autobús, otros 100 en el interior de autobuses de la EMT, además de utilizar -sin que se precise cómo- "las web y redes sociales de Proyecto Hogar y el Ayuntamiento de Málaga, la radio comunitaria del barrio, Onda Color, y mediante un concurso de videos sociales".

LA repercusión histórica de los planes de las instituciones contra los problemas reales que hay en Palma-Palmilla es bien conocida: ninguna. Hasta que el vecindario no se ha movilizado por su cuenta, ninguna institución, y especialmente el Ayuntamiento, ha hecho otra cosa que dejar que esos problemas crecieran hasta formar un caldo de cultivo de exclusión y condena de las personas a una vida de carencias.

HASTA que se puso en marcha la Casa de la Buena Vida, el Ayuntamiento no tuvo en cuenta el barrio ni para barrer las calles. En su más reciente colaboración en esta revista, el abogado José Cosín comenzaba así: "El próximo 12 de noviembre la Oficina Precaria, formada por 4 activistas y profesionales, cumplirá un año asistiendo a los más desfavorecidos desde Er Banco Güeno. Estamos felices de haber convivido con nuestros vecinos de La Palmilla. Hemos aprendido muchísimo con ellos, una auténtica universidad de la vida donde la licenciatura es sobrevivir".

ES un dato a tener en cuenta que esta campaña de comunicación es una colaboración entre el Ayuntamiento y una sola asociación, Proyecto Hogar. Al margen del valor real de la contribución de esta organización a la mejora de las condiciones de vida de las personas que habitan en Palma-Palmilla, resulta poco creíble la afirmación de que "
La Junta Municipal de Distrito, Proyecto Hogar y el vecindario de Palma Palmilla ha ideado esta iniciativa". Es muy dudoso que donde hay política, subvenciones y una organización intermediaria en un contexto de gravísimos problemas sociales, lo que se le ocurra al "vecindario" sea una campaña de publicidad.

LA campaña en sí está hecha a la medida de las necesidades del Ayuntamiento y de Proyecto Hogar. Como suele suceder ni siquiera se preocupan de disimularlo, o, en el peor de los casos, ni saben hacerlo. Esta campaña está dirigida no a la población malagueña que no vive en Palma-Palmilla, sino exactamente al contrario, a las vecinas y los vecinos del Distrito 5, para que se convenzan de lo buenas que son ambas entidades.

LA afirmación no es gratuita. Aparte de los 50 carteles de las marquesinas (a ver cuántas se instalan en el trayecto de la línea 17, por ejemplo) y de los 100 que se van a poner dentro de los autobuses (a ver si en la EMT informan detalladamente de cuántos en qué líneas y qué criterios se han seguido para su distribución), el resto de la "campaña de comunicación" va a tener como plataformas, según la propia nota municipal en: "las web y redes sociales de Proyecto Hogar y el Ayuntamiento de Málaga, la radio comunitaria del barrio, Onda Color". O sea, que el alcance de esta iniciativa se restringe, y mucho, al ámbito de acción de las propias entidades que la patrocinan y se dirige exactamente a la población supuestamente beneficiaria de sus actividades.

ES conocido que la publicidad y la propaganda trafican con la mentira, pero en este caso, se funda en ella. Incluye  la nota de prensa del Ayuntamiento las declaraciones de la portavoz de Proyecto Hogar y de la concejala de Distrito. "La portavoz de Proyecto Hogar, Carolina Cueto, ha recalcado que en Palma Palmilla “hay problemas innegables y esta campaña no pretende maquillarlos ni ocultarlos. Solo pretendemos trasladar una imagen más realista". Por su parte, la concejala de Distrito, Mar Torres, "ha puesto el acento en la amplitud y el eco que va a tener la iniciativa por el amplio abanico de medios en los que se va a apoyar y ha destacado las tres imágenes elegidas para la campaña gráfica (el huerto urbano El Vergel, la radio comunitaria Onda Color y el mercadillo ambulante".

EL amplio abanico de medios ya se sabe en qué consiste. El modo de luchar contra los "tópicos exagerados" es con fotografías de un huerto urbano, de la radio comunitaria y del mercadillo ambulante, porque así es como se da una "imagen más realista".

AL margen del valor que tienen estas iniciativas dentro del contexto de la barriada, es un acto de extrema torpeza o de suma ignorancia utilizarlas para "dar a conocer" otro rostro de la zona, tan castigada y estigmatizada con una política de abandono y exclusión institucionalizada durante décadas. La campaña #SomosPalmaPalmilla, parece querer decir "Somos Buenos en Palma-Palmilla: plantamos tomates, hacemos una radio con vocación de servicio público y tenemos un mercadillo los martes". Y así, el Ayuntamiento y Proyecto Hogar, quieren convencer al vecindario del barrio que el resto de Málaga puede decir "qué guays son en Palma-Palmilla, y eso es porque ambas entidades se han puesto de acuerdo para salvarles de sus problemas reales, entre los que al parecer, tenía una gran prioridad convencerles de que Ayuntamiento y Proyecto Hogar son las dos únicas entidades que se preocupan de la gente del barrio.

VALGAN las palabras de José Cosín como contraste realista y sin tópicos: "Las instituciones nos han dado la espalda (Colegio de Abogados, Ayuntamiento, Junta de Andalucía) pero no nos importa. Nos autogestionamos. Mientras tanto, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, recoge premios de “lucha contra la pobreza”, cuando ni siquiera se ha dignado a recibir a las 11 madres solteras que viven en la Corrala de Las Luchadoras, incumpliendo el acuerdo de Pleno en el que se comprometía a ayudarlas. Ni siquiera las recibe".

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