El alcalde que inventó el dispositivo ‘cronómetro-barreño’ pone a su ciudad entre las seis finalistas con la ayuda de amigas multinacionales. Un análisis exhaustivo
31/01/14. Opinión. Málaga ha quedado finalista en la elección a Capital Europea de la Innovación, que concede la Comisión Europea. Según el Ayuntamiento, esto ha sido por los planes desarrollados en el Soho, por la Movilidad Sostenible municipal y por SmartCity. Se puede creer que esto ha ocurrido gracias a la encendida defensa que Francisco de la Torre hizo en Bruselas de la candidatura.
Pero seguro que también ha influido mucho el hecho de que casi todas las empresas asociadas a estos proyectos tienen un lobby con oficina propia declarada en la UE. A continuación se explica.
MÁLAGA es una de las seis ciudades finalistas al premio "Capital Europea de la Innovación", que por ahora no compromete más que a la campanada informativa y que en el caso de hacerse con el título, supone la entrada de 500.000 euros, para seguir desarrollando programas acordados con la UE. La Comisión Europea comunica este resultado en reconocimiento por su labor en el Soho, en la Manzana Verde, por ser SmartCity, por el plan Zem2All…
SON varios motivos de mucho volumen en decibelios y muy poca sustancia en moles para dar ningún premio a nadie, pero destaca lo mucho que contrastan con la tenacidad de Málaga en otras categorías, por las que nadie da premios pero que tienen a su favor su fácil contraste en cifras: Málaga tiene la tercera parte de su población activa sin empleo, sus mayores ingresos se deben al turismo, y no hay ninguna cifra que avale productividad en ningún campo de la alta tecnología como motor de la economía local. Y la gestión cultural se abre y se cierra en las franquicias municipales o en las opacas subcontratas. En cuanto a lo de ciudad ecológica, las cifras dan una y otra vez el revolcón a todas las presunciones institucionales: la huella ecológica de Málaga demuestra claramente su insostenibilidad. Así que ¿a qué viene este reconocimiento? ¿Con qué criterios opera la Comisión Europea?
UN resumen previo de lo que a continuación se desarrolla. Estos proyectos están hechos a la medida de los intereses de las empresas, no de las necesidades de la población y de la ciudadanía. De hecho, el nivel de información púbica al respecto es poco menos que ridículo en cantidad y nulo en calidad. Para el desarrollo de estos planes tan reconocidos en sus resultados como reconocibles por sus orígenes, las empresas cuentan con dinero público que produce y reparte la UE, que a su vez les da nombre y definición, en mayor o menor connivencia con ellas. Cada localidad que se suscribe a ellos, los adopta, reciben fondos para desarrollarlos, que al final transfieren de un modo u otro a las empresas supuestamente patrocinadoras, y luego pueden presentarse a un concurso que la propia UE organiza y otorga, en connivencia con los grupos de presión pertenecientes a esas empresas que también participan en su ejecución, consiguiendo no solo una legislación a su gusto, sino fondos para realizar sus experimentos de laboratorio allí donde haya un alcalde dispuesto a que su ciudad se preste a ellos.
FINALMENTE, al igual que al ratón que las pasa canutas en el laberinto le dan su recompensa en dulce o salado, pero aquí al contrario, se les da las máximas facilidades para el tránsito, a las ciudades mejor situadas en el nivel de cumplimiento y de recepción de fondos que se entregan a las empresas asociadas para desarrollar planes, les dan un título en un concurso en el que quedar primero es recibir más fondos que, una vez entregados a las empresas cabilderas, podrán seguir desarrollando sus planes, producto de su interés específico y su modelo, bien conocido, de sostenibilidad y conservación del medio ambiente. En realidad, el destinatario del premio no es la ciudad, sino su alcalde, que tiene una foto para la galería que podrá utilizar a su arbitrio especialmente en periodo electoral.
POR último en este capítulo, ¿no resulta un poco raro que la UE entregue un premio a quien mejor haga lo que la UE dice lo que hay que hacer, después de darle dinero para que lo hiciera? ¿Es que nadie cae en lo muy contradictorio y poco estético que se ve el procedimiento?
VOLVAMOS a Málaga y sus merecimientos, al margen de qué han hecho o podido hacer en las otras cinco ciudades finalistas, pero sabiendo que han suscrito programas y proyectos de la UE, y financiados por ella (al final se proporciona un listado de Grenoble como ejemplo).
SI el Soho recibe algún premio del tipo que sea es que el jurado no lo ha visto ni ha hecho ninguna comprobación al respecto. ¿Quién puede ver nada allí que no pueda ver, corregido y aumentado para bien, en cualquier otra ciudad? Quizás alguien que no ha hecho visita de inspección ni revisión del proyecto. Un plan de recuperación, dicen. O lo que no es lo mismo, un plan de remozamiento ambiental para garantizar a alguien beneficios netos en una operación de especulación pagada con dinero público de origen europeo. Esta revista ya ha publicado información suficiente al respecto, abajo se insertan los enlaces. Pero a la Comisión Europea no le interesa comprobar in situ qué se ha hecho de qué modo repercute en la vidas del vecindario, ni, desde luego qué ha sucedido con las exvecinas prostitutas expulsadas del paraísoho. Eso no es lo único; la Comisión Europea también premia la movilidad sostenible, la gestión energética, el control de emisiones… es decir, todo aquello por lo que Málaga destaca tanto en el mundo. Ejemplo: la terminal de autobuses que es la Alameda Principal, tan libre de emisiones y con su movilidad tan bien ordenada.
LA cuestión de que esto sea verdad o no, siendo relevante, queda para otro análisis, pero vayamos a un ejemplo claro. La Junta de Andalucía va a financiar y hacerse cargo de la remodelación de los carriles bici. Después de un examen, suspenden en todo, pese a que hace menos de tres años, justo en la precampaña electoral, que los construyera el Ayuntamiento de Málaga. El Plan Municipal de Movilidad Sostenible (PMMS) es ahora es un factor para que la UE reconozca la labor del gobierno de Francisco de la Torre. No es fácil saber los criterios reales de la Comisión Europea, pero con decisiones como esta, se entiende la distancia entre la ciudadanía y las instituciones comunitarias y se comprende hasta que punto alcanza su proximidad a otras entidades.
EN el listado de proyectos y nombres de planes que el Ayuntamiento cita como factores de influencia en esta candidatura destacan varios que son sustanciales para recibir este premio, y cuyos detalles nunca llegan a la información pública. O sea, que hay que buscarlos. Para eso está la transparencia institucional, en la que se puede confiar hasta el infinito, y los medios de comunicación independientes, en los que tampoco, en razón de su sesgo ideológico, del que carecen los otros porque no se lo permiten ni sus deudas con la banca ni la presencia de multinacionales en su accionariado.
SEGÚN la vibrante nota de prensa del Ayuntamiento de Málaga, el alcalde fue a Bruselas, cómo no, a defender la candidatura a la capitalidad innovadora: “Los tres ejes sobre los que se articula son el Soho, la Movilidad Sostenible e Inteligente y la Innovación y el Emprendimiento”.
EL Soho a su vez se divide: “Los proyectos en desarrollo son MAUS (Málaga-Soho Urban Art), La Manzana Verde: CAT- MED “Modelos Urbanos sostenibles” y la restauración sostenible de edificios. Si lo del MAUS merece algún premio será a la inconsistencia y a la mediocridad, completada con la opacidad de su gestión. Tanto se ha hablado en la ciudad de esto, y tanto, que solo el diario Sur ha perseverado en su defensa. Es de las pocas veces que ha habido público acuerdo generalizado de rechazo, con broncas incluidas entre Fernando Francés, director del CAC, responsable directo del desaguisado, y ciudadanos y ciudadanas de diversos sectores en conflicto, via redes sociales primero y presencia física después.
LA Manzana verde es un proyecto de la plataforma Cat-Med, en la que participa Málaga, junto a otras ciudades, como Sevilla, Barcelona, Marsella... ¿Qué es eso? Bien, en su web leemos: "El objetivo principal de la Plataforma CAT-MED es desarrollar modelos urbanos sostenibles basados en la ciudad clásica mediterránea: compacta, compleja y donde la escala peatonal marca la proximidad a los servicios públicos". O sea, justo lo que caracteriza la gestión de Francisco de la Torre, con sus proyectos de rascacielos, de bulevares ficticios, su plan de urbanización en el Arrajainal... Sostenibilidad y mediterraneidad a puñaos. Al margen de esto, los fondos FEDER, que siguen sirviendo para todo, firman la cofinanciación de la plataforma Cat-Med. O sea, que la UE paga los proyectos de Cat-med, entre ellos la manzana verde del Soho, y ahora sopesa reconocerla como una cosa muy buena, en lugar de comprobar si detrás de esta restauración parcial, que incluye su cierre al uso público de sus vías, no esconde una operación de especulación inmobiliaria. ¿Quién o qué hay en la Comisión Europea? Más adelante tenemos la respuesta.
LA Movilidad Sostenible e Inteligente también tiene sus sectores. “Los proyectos que la sostienen son: PMMS (Plan Municipal de Movilidad Sostenible), Zem2All, Green eMotion (movilidad eléctrica), 2MOVE2 (innovaciones en el transporte urbano sostenible), Ferrolinera (aprovechamiento de la energía generada al frenar los trenes), Smartgrid-Smartcity Málaga, E-Plus (nueva gestión de la energía y modelo de negocio basado en las ICTs, ALAs (agentes locales de sostenibilidad)” [el uso incorrecto del plural en las siglas es del Área de Innovación y Nuevas Tecnologías, que emite la nota].
EL capítulo “Innovación y Emprendimiento” no tienen ningún nombre ininteligible ni desconocido (del todo), pero eso se arregla fácil: “Para ello se ha puesto como ejemplo la labor que realiza, tanto el Parque Tecnológico, la Universidad de Málaga y Promálaga, evolucionando el emprendimiento en la ciudad, desde la incubación a la aceleración para fomentar la consolidación y el crecimiento de las empresas malagueñas de ámbito tecnológico”. O sea, ejemplos de cosas que se hacen en Málaga, pero que nada o poco tienen que ver con las decisiones municipales. Salvo Promálaga, una empresa pública de difícil asociación con la transparencia y con la innovación, pero que se nombra para impresionar al jurado convocado por la Comisión Europea, que debe de estar integrado por personas muy inteligentes y nobles, por no hablar de su altura de miras.
HAY dos párrafos de esta nota del Área de Innovación y Nuevas Tecnologías que orientan sobre este asunto mucho más de lo que quizás se deduce de su intención de autobombo. Uno se refiere, sin decirlo, a la financiación y a la gestión, convenientemente mezclados sin distinguir qué es qué: “Las acciones, realidades y proyectos que lo posibilitan son: Club Málaga Valley, PTA (antecedente de la economía de la innovación), Promálaga (de las incubadoras a las aceleradoras), Promálaga Excelencia, FIWARE- Internet of Things (nuevos accesos a internet), Polo Tecnológico de Contenidos Digitales, Centro Demostrador de Ciudad Inteligente y Tecnologías Ubícuas, Open Lab (laboratorio abierto de soluciones para Smart Cities) y Programa Horizonte- POTEFEX de cooperación transfronteriza” [se escribe POCTEFEX].
DEL programa de colaboración "fronteras exteriores" de la UE también ha informado largamente esta revista. Se adjunta enlace al final. Pero sí es importante señalar que este plan ha sido una de las mayores fuentes de recepción de fondos europeos para Málaga en la última década. Solo en el Soho se han gastado ya del orden de tres millones de euros, el 80% de los cuales ha ido a parar, cómo no, a empresas constructoras. Con lo cual se entiende que en la Comisión Europea hay un convencimiento generalizado de que es un éxito. Porque si no lo es, ¿cómo se justifica ese desembolso de dinero de toda Europa con la cantidad de problemas que hay que se podrían solucionar con ese dinero o con la mitad?
EL otro párrafo ya entra en el terreno de lo cómico directamente: “Estos proyectos, junto con los esfuerzos del Ayuntamiento de Málaga en otras áreas tales como la participación ciudadana a través de diseño de nuevos modelos de ciudad basados en la innovación, la sostenibilidad, la tecnología y el emprendimiento, distinguen Málaga como un claro ejemplo de una ciudad innovadora, que mejora calidad de vida de los ciudadanos, atrae talento y genera crecimiento”. “Participación ciudadana” en Málaga no significa lo mismo que en Porto Alegre o en Estocolmo, por ejemplo. El crecimiento no se sabe de dónde se saca, se supone que es la parte del chiste familiar que solo entiende el público iniciado. El concepto de “innovación” delatorriano se puede resumir en su famoso grito de guerra cronometrado: “¡Para mojarme!”.
EN cuanto a la calidad de vida de la población: es evidente que ningún miembro ni miembra del gobierno municipal pasa por el puente de los alemanes, de lo contrario habría visto las colas de gente esperando que Los Ángeles de la Noche les den algo de comer. Ni saben lo que es ser una de las doscientas mil personas en riesgo de exclusión por motivos económicos. Ni a sus hijas e hijos les faltan ropa, zapatos y una adecuada alimentación (nadie lo desea). No lo saben, y, según las políticas que desarrolla este Ayuntamiento que preside Francisco de la Torre, se puede decir que les importa un pimiento.
ES importante centrarse en los nombres de los proyectos, porque de ellos se extrae más información de lo que se cree. Por ejemplo, Zem2All, Manzana Verde, Green eMotion, no son, a pesar de las apariencias, locales. Son los nombres que la UE o las empresas patrocinadoras cómplices dan a diferentes proyectos propios. O casi propios, que esta es una de las claves del asunto.
AL entrar en la web de cada uno de estos extravagantes nombres en Málaga, nos enteramos de que son de la UE, o, impulsados por multinacionales, la UE da dinero para desarrollarlos a las ciudades que se adscriban a ellos, y que están patrocinados o apoyados o lo que sea por distintas empresas privadas que se caracterizan por su amor a la naturaleza, su militancia sostenibilista y su incondicional apoyo al bienestar común: Endesa, BMW, Daimler, Telefónica… en fin lo mejor de lo mejor. En el pantallazo de la web de Zem2All se pueden ver los partners: Endesa, Mitsubishi, Hitachi, Ayesa, Telefónica; también se pueden ver los sostenes públicos: Ayuntamiento de Málaga, CDTI (Centro para el Desarrollo Técnico e Industrial, organismo del Ministerio de Industria) y NEDO, entidad similar, del gobierno japonés.
AQUÍ viene un punto importante. No hay que olvidar que la política ambiental de la UE, que deben seguir todos sus países miembros, no viene dictada por los partidos ecologistas, organizaciones ambientalistas ni entidades similares, mucho menos por grupos ciudadanos que actúan local pensando global. Las mayorías en la UE son las mismas que aquí, con alguna variación: la derecha radical del grupo popular, la derecha socialdemócrata, algo de izquierda institucional más o menos unida, un poco de verde y alguna cosa testimonial más por ahí. Es decir, que tienen las mismas servidumbres que los partidos mayoritarios españoles, por ejemplo, con Endesa o Iberdrola, por citar a dos compañías con puerta giratoria de entrada para expolíticos. Por tanto, tendría bastante sentido pensar que las políticas energéticas de la UE tuvieran bastante menos que ver con lo que les conviene a los ciudadanos y a las ciudadanas que con lo que piensan las transnacionales de la energía, el automóvil, la comunicación, las constructoras…
MÁS sentido del que parece a simple vista. La UE, en razón de su política de transparencia tiene un registro público de cabildos, lo que se conoce como grupos de presión o con el anglicismo lobby. Esto es tan público que se puede consultar sin límites a nadie. Hay un listado y a cada entidad registrada como cabildo, le corresponde una ficha que cualquier persona interesada puede leer. Hay una web, abajo se incluye enlace.
SI se visitan las páginas malagueñas de SmartCity, Zem2All y Green eMotion, se puede conocer el listado de patrocinios, partners (socios con derecho a roce) y allegados de diverso cuño. Endesa, Hitachi, Mitsubishi, Telefónica y otras pocas más. Entre ellas no hay que olvidar a Ayesa, que ya es mala pata que la única compañía de construcción e ingenierías varias que aparece no solo no sea malagueña: es sevillana. Francisco de la Torre había parecido malagueño hasta ahora, que cada vez que podía le echaba la culpa a 'Sevilla'. Ahora resulta que no sabe que el malagueñismo bien entendido comienza por el antisevillanismo.
TODAS estas, salvo Ayesa, están inscritas en el registro de cabildos de la UE, bajo el epígrafe de categoría: “II - Grupos de presión dentro de las empresas y agrupaciones profesionales y comerciales”. En el campo para rellenar los fines que cada empresa da a su delegación en la institución, todas describen los fines generales muy amplios de la empresa matriz. Ninguna información de lo que su oficina hace en Bruselas. Salvo una; bendita sinceridad japonesa. Dice el registro de Mitsubishi: “Objetivos y misión del organismo:Contribute to the EU policies and legislation in the field of environment with a particular focus on: -energy efficiency, -renewable energies, -ecodesign, -recycling, -global warming, -waste , -chemicals, El organismo tiene intereses a nivel: nacional, europeo” Traducido, si es que hiciera falta: “Contribuir a las políticas y la legislación europea en materia de medio ambiente, en particular sobre: eficiencia energética, energías renovables, ecodiseño, reciclaje, calentamiento global, residuos y productos químicos”.
YA se advirtió anteriormente que los medios independientes tienen todo el derecho del mundo a interpretar la realidad desde sus propias ideas, pero en este caso, no parece que haya muchas dudas ni que vaya a haber mucho desacuerdo. La contribución a las políticas y legislación en la UE que puedan hacer los grupos de presión formados por multinacionales de la energía como ENEL-Endesa, o del automóvil, como BNW o Daimler (Mercedes) o multitareas como Mitsubishi o Hitachi no van a coincidir jamás con las necesidades reales de la población y del medio ambiente. Por una razón, la más sencilla del mundo: los cabildos solo existen para mejorar las plusvalías de las empresas de las que forman parte, no tienen otra función. Y si alguien tiene alguna duda de la contribución histórica de las multinacionales de la energía o del automóvil a la destrucción del medio ambiente… es que no vive ni en este país ni en este mundo.
TODOS estos proyectos que sirven a Francisco de la Torre y sus secuaces para viajar gratis y hacerse fotos son tan útiles como sea capaz de llegar a concebir el responsable político local. No es un chiste. Es evidente que existe un interés de las grandes empresas transnacionales en controlar las políticas comunitarias en materia de energía, transporte y comunicaciones (como también en sanidad y en educación, pero eso es otro capítulo). Y no solo interés, también tienen planes y tienen estrategias en marcha para hacerlo. Y si no les basta tener a los partidos cogidos por sus correspondientes partes, crean organismos que, en el mejor de los casos, no creen tener motivos para ocultar sus verdaderos propósitos, que siempre tienen la mejor de las intenciones, como es bien sabido. La UE es mucho más sensible a los intereses de las multinacionales que a proteger a sus ciudadanos, no hace falta explicarlo: está muy fresca la experiencia económica del rescate a Grecia, a Portugal, o a la banca española, que vamos a pagar durante generaciones hundidas en la miseria si no surge antes una respuesta social.
LOS proyectos denominados SmartCity, Zem2All y Green eMotion, entre otros, podrían adaptarse realmente a las necesidades y características de la ciudad, o quizás no. Pero seguro es que si se sigue al pie de la letra todo lo que diga, por ejemplo Endesa, que lidera SmartCity, lo único que se va a lograr es aplicar las recetas de esta empresa de energía que tanto bien está haciendo por España. Francisco de la Torre se hará la foto correspondiente y durante un día o dos correrá por las calles con el trofeo en las manos, pero su repercusión real en la vida ciudadana es nula y va a seguir siéndolo. O no tan nula; valga el ejemplo de los carriles bici; se pagan una vez, no sirven y se pagan una segunda vez. Como poco, nos cuesta el doble que a una ciudad que los hiciera bien desde el principio. La cuestión sigue en pie, ¿qué criterios tiene la Comisión Europea para nominar a Málaga candidata a la capitalidad europea de la innovación? A lo mejor la respuesta no se encuentra en la institución, sino en el listado de grupos de presión inscritos en la UE
PLANES europeos a los que está asociada la ciudad de Grenoble: Programme cadre pour la recherche et le développement; Projet Concerto-Sesac; Programme Régions de la connaissance; Projet KEEN; Coopérations entre trois R&DI clusters européens, à Grenoble, au pays Basque et à Venise sur le secteur des nanotechnologies. Agences de développement économique, structures de R&D et associations de PME, Villes et Régions, CEA et Minalogic en Rhône-Alpes; Villes jumelles, Programme l'Europe pour les citoyens : Rencontres citoyennes entre villes jumelles; Programme URBACT, Projet Urban N.O.S.E.9.
ENLACE al listado de grupos de presión en la UE: Registro de transparencia de la UE
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