OPINIÓN. La Provincia del Paraíso
Por el Colectivo Eloy Herrera Pino

31/03/16. Opinión. El Colectivo Eloy Herrera Pino escribe en EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre La Casa Invisible, que hace unas semanas dijo ya tener listo su plan de acción para reformar el inmueble y sus activistas volvieron a exigir la cesión directa y gratuita del bloque. Por encima del bien, del mal y de todo colectivo activista, ciudadano o vecinal que también tenga derecho...

...a optar a él. Y mientras, el centro social okupado sigue celebrando actividades en el interior del edificio, a pesar de que el Ayuntamiento prohíbe estos encuentros bajo techo si son de concurrencia pública.

La Invisible sigue programando dentro del inmueble, clausurado por el Ayuntamiento por seguridad. Los activistas todavía exigen la cesión del edificio. ¿Ellos por encima de todos los demás?

Hace apenas dos semanas la sala de conciertos del centro okupa se volvió a llenar para dos ‘bolos’, a pesar de que el Ayuntamiento prohíbe las actividades abiertas al público general. Insisten en la concesión directa y gratuita

LA Casa Invisible celebró el pasado 18 de marzo dos conciertos en su sala. En el interior del inmueble. Para el próximo sábado se prevé que se celebre la presentación de un libro y un cine fórum con una película sobre la homosexualidad y la homofobia en África, aunque el cartel que anuncia la cita no especifica si será dentro o en el patio fuera de la estructura. El caso es que La Invisible sigue programando con normalidad a pesar de la prohibición del Ayuntamiento de celebrar actividades de libre concurrencia en su interior. Mientras, en el patio se sirven comidas y cafés como si fuera una cafetería habitual.

LOS activistas que promueven este espacio de cultura alternativa, que ya suma nueve años, insistieron hace unos días en que ya han presentado el proyecto de obra para reformar el inmueble y acondicionarlo y dotarlo de más seguridad y estabilidad. Volvieron entonces a exigir al equipo de Gobierno municipal la cesión directa y gratuita del inmueble a su entidad. Fundaron hace años tres asociaciones para darle personalidad jurídica al proyecto, y las tres bajo el paraguas de la opaca Fundación de los Comunes. Su reivindicación es una falta de respeto al activismo convencional, ya que la transparencia y horizontalidad que tanto exigen desde su grupo municipal, Málaga Ahora, queda en nada a la hora de hablar de la explotación del edificio.

EL
Ayuntamiento de Málaga clausuró a finales de 2014 La Invisible en virtud de informes de urbanismo que no garantizaban la seguridad de la estructura del bloque. A día de hoy esos empalmes eléctricos que también llamaron la atención de técnicos municipales han sido subsanados con obras sin licencia como la que hace también varios años se llevaron a cabo en la azotea del edificio para convertir un casetón en un estudio de grabación. La ilegalidad impera en esta casa okupa, en la que desde siempre ha existido un bar que pone cafés y cervezas y que vende tartas y dulces veganos o no, así como otros surtidos de tapas y verduras. El alcalde Francisco de la Torre dijo el año pasado desconocer este extremo. Lo conocen mejor los empresarios de calle Nosquera y calle Andrés Pérez, que tienen que lidiar con esta competencia desleal.

CUANDO
La Invisible recibió el requerimiento policial para su desalojo y clausura quedaban horas para Navidad. Pocos días después los activistas consiguieron que el Consistorio cediese y les permitiese la entrada para celebrar actividades siempre y cuando estas no fueran de concurrencia pública. Los okupas solventaron este extremo colocando en la puerta a una persona que controlaría quién entra y quién no. En las salas de esta casa okupada se gestó en un principio la plataforma Ganemos Málaga que tras romper hace un año con Izquierda Unida se presentó a las municipales como Málaga Ahora, apoyada por Podemos. Los cuatro ediles de Málaga Ahora, a excepción de una militante del Partido Humanista, provienen de este entorno en el que las asambleas transparentes y horizontales son controladas por un ‘portero’. Afortunadamente ese extremo ha cambiado y ahora que Málaga Ahora tiene dinero se permiten alquilar varios locales en diversas ubicaciones de la capital.

LA
Invisible sigue mostrando un sensible desprecio a los imperativos municipales, propio de movimientos sociales contestatarios con un sistema injusto. El problema es que también muestra ese desprecio a la ética, y en frente no tiene a nadie. Ni un Ayuntamiento gobernado por Francisco de la Torre, que en este tema ni está ni se le espera, y sigue dándole patadas adelante para no tener que solventarlo él. Ni tampoco a un activismo social real, fuerte y que huya de personajes o portavoces de asamblea, los rostros de siempre que acaban comandando cada encuentro dentro y fuera de la dichosa casa de calle Nosquera.

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