OPINIÓN. Tribuna Abierta. Por Rafael Fuentes
Doctor en Ciencias Económicas y miembro del Comité Director del PSOE-A

18/10/16. Opinión. El miembro del Comité Director del PSOE-A y exdelegado de Hacienda y Administración Pública de la Junta de Andalucía en Málaga, Rafael Fuentes, expone en esta Tribuna Abierta en EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com la necesidad de que el PSOE no renuncie a sus valores políticos. Presentar al PSOE como un agente útil para desbloquear la actual...

...situación política y permitir un gobierno de Mariano Rajoy con su abstención en la sesión de investidura es a su juicio un error: “Ahora, el PSOE tiene un gran dilema: abstenerse y propiciar un gobierno del Partido Popular, cuando consideramos que tan negativo ha sido para España por las razones ya conocidas, o votar no a la composición de dicho gobierno”. Fuentes pone de manifiesto que los socialistas no deberían ceder en sus convicciones en el dilema de optar por la “utilidad electoral de la abstención, o por el "compromiso ideológico de oponerse a una derecha que ya sabemos cómo actúa, a un partido imputado y con un líder que solo ha provocado desigualdad y decepción en nuestro país”.

PSOE: utilidad o convicción

A principios de 2012, un grupo de militantes del PSOE de Málaga nos unimos en la corriente denominada ‘Socialistas Hoy, cambiar para crecer’ porque pensábamos que a nuestro partido le hacía falta mayor participación interna y apertura a la sociedad, como elementos básicos para ganar presencia y convertirse de nuevo en la fuerza mayoritaria en la ciudad y en la provincia de Málaga.

EN
nuestro manifiesto proponíamos que el "Secretario General debe ser elegido/a por votación libre, directa y secreta entre toda la militancia". Igualmente, defendíamos que el partido debía mantener su autonomía con respecto a las instituciones en las que gobernara, que se adoptara un sistema de listas abiertas en los procesos de elección de cargos orgánicos o de representación institucional, y que se limitaran los mandatos.

Perdimos el Congreso, pero no renunciamos a nuestros planteamientos. Nos pusimos a disposición de la dirección provincial para potenciar la estructura de nuestro partido e intentar ganar las elecciones en las que nos presentáramos, ya que estábamos, y estamos, convencidos de que la socialdemocracia es la mejor de las opciones políticas existentes y nuestro partido el instrumento para hacer una sociedad más igualitaria, equitativa, solidaria y justa.

EN aquel entonces tenía un cargo institucional como Delegado provincial de la Junta de Andalucía en Málaga, consciente de que al perder aquel Congreso (que era lo más seguro) sería cesado en mi cargo institucional, y volvería a mi trabajo, como así sucedió. Pienso ahora exactamente igual que hace cuatro años, y me reafirmo en el primer punto de nuestra propuesta política: sigo creyendo que la persona que ostente la Secretaría General del PSOE debe ser elegida por la militancia en sufragio universal y directo. Esa elección por primarias del líder del PSOE, a la que se opuso la mayoría de compañeros en nuestra provincia, fue aprobada hace tres años y así pudimos todos votar al primer Secretario General elegido por los militantes, con gran satisfacción, aparente al menos, por parte de quienes un año antes decían en Málaga que esa opción no era aceptable.

DIGO esto porque no estoy de acuerdo, ni en las formas ni en el fondo, con la manera en que se han desarrollado los acontecimientos en mi partido. Considero que la opinión de unos pocos, por muy barones o baronesas que sean, no puede estar por encima de la que 130.000 militantes expresaron en las urnas el domingo 13 de julio de 2014. Ya sé que por estatutos se podía tomar esa decisión, pero soy de la opinión de que el poder de la democracia directa está moralmente por encima del rigor de la norma. Y digo que lo anterior no lo pienso yo solo, somos cientos los y las militantes socialistas que pensamos esto en la provincia de Málaga.

NO comparto, muchos no compartimos, la justificación de la decisión de esos pocos, pidiendo primero la dimisión del elegido por los militantes y provocando luego su caída, en base a la debacle electoral, cuando esos pocos no se han parado a reflexionar sobre los votos que han perdido en sus territorios. En el caso de la provincia de Málaga, por ejemplo, en 2008, el PSOE obtuvo 359.047 votos (46,98 %), y en las Generales del pasado 26 de junio, el PSOE tuvo 200.796 votos, el 27,07 %.  La provincia de Málaga ha sido la de Andalucía en la que el PSOE obtuvo peores resultados, 4,17 puntos por debajo de la media regional, y que yo recuerde, ni hemos pedido, ni provocado, la dimisión del Secretario General provincial.

AHORA, el PSOE tiene un gran dilema: abstenerse y propiciar un gobierno del Partido Popular, cuando consideramos que tan negativo ha sido para España por las razones ya conocidas, o votar no a la composición de dicho gobierno.

CREO que es demasiado importante esta decisión, y no por el hecho de facilitar un gobierno que será inviable en el medio plazo, sino por ver si la Gestora del PSOE prefiere abstenerse para no perder más votos en unas posibles terceras elecciones o votar no por las mismas vigentes razones por las que el Comité Federal decidió, por unanimidad, negar el voto a la investidura de Rajoy.

EN definitiva, optar por la "utilidad electoral" de la abstención, o por el "compromiso ideológico" de oponerse a una derecha que ya sabemos cómo actúa, a un partido imputado y con un líder que solo ha provocado desigualdad y decepción en nuestro país. Entre utilidad o convicción, siempre me decantaría por la segunda. Creo que en el corto plazo mi partido volverá a perder votos y presencia política, pero seremos capaces de rearmarnos en nuestras convicciones para que, a no tardar, el PSOE vuelva a ser el partido de gobierno que logre impulsar, como lo ha hecho en el pasado, los grandes avances sociales y económicos que necesita nuestro país.

SI se optara por la "utilidad", quizás no sea tan fuerte la pérdida de votos, pero perderemos la confianza futura del electorado de centro izquierda, que puede desilusionarse y apartarse del PSOE durante demasiados años, al sentirse defraudados en la confianza que depositaron en el partido socialista.

MI opción pasa por la ideología comprometida, por la elección directa del nuevo Secretario General lo antes posible, y por decirle "no" a la derecha de los recortes del Estado del Bienestar y de los derechos ciudadanos. Prefiero perder con nuestros ideales a empatar con los de otros. Creo que esa es la única forma de salir fortalecidos y volver a ser el Partido Socialista, fuerte y con vocación de gobierno, que España necesita.

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