OPINIÓN. Tribuna Abierta
Por Rafa Fuentes
26/07/17. Opinión. Ayer falleció Luis Callejón, uno de los ‘grandes’. Como dice su amigo Rafa Fuentes (otro de los ‘grandes’ del Turismo de Málaga) en el escrito que ofrecemos a continuación de estas dos reflexiones, y en el que habla de sus recuerdos de Luis, Callejón fue “un gran hombre, un hombre grande, un gran maestro”. Y así lo describe más abajo en un texto de obligada lectura...
[NOTA de la redacción transcrita por su editor Fernando Rivas: Luis Callejón era un habitual colaborador de esta revista. En EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com echaremos de menos a su ‘besugo’, a su ‘buho’, a todos los protagonistas de los numerosos artículos que poblaban sus colaboraciones desde hace años. Él decía, con su sonrisa socarrona, que escribía en ella porque era un anarquista de derechas. Y con lo de anarquista quería decir que siempre pensó, dijo e hizo lo que creyó que tenía que pensar, decir o hacer sin importarle quién era su interlocutor en el trabajo o en la vida. Un ‘grande’. En días radiantes como ayer, su sol del Turismo sobre la Costa del Sol brilló algo menos debido a la pena. Todo se volvió de repente mucho más aburrido al no estar él. Y la redacción de esta revista, a la que defendió siempre por encima de todo, y por lo que le estaremos eternamente agradecidos, se quedó un poco más huérfana. Un poco más triste. No todos los días se tiene el privilegio de que un ‘grande’ escriba en sus páginas. Y es que a los grandes hombres siempre se les echa de menos. A ellos y a su forma de pasar por la vida. De frente. Pensando claro. Hablando, o escribiendo, más claro aún. Todos los meses me invitaba, desde hace años, a comer en Frutos. Siempre el mismo menú: ensaladilla rusa, un plato de jamón (“del cuello”), costillas de chivo malagueño a la plancha “y tráigale algo de chocolate”. Fueron tantas veces que llegamos a conocernos. Un privilegio. Pero desgraciadamente, y como se dice en una conocida película de Paco León: “Es que ahora se está muriendo gente que antes no se moría”. ¡Viva Luis!]
Maestro Callejón
Por Rafa Fuentes
HACE un par de años, escribía el reconocimiento y admiración que le debemos a esos impulsores del turismo de nuestra región, que gracias a su empeño, fuerza, conocimiento, ilusión, bien hacer, y trabajo, mucho trabajo, posicionaron, primero a la Costa del Sol, y después a Andalucía, en el lugar de liderato turístico en el que hoy nos encontramos y que fuera de nuestras fronteras son reconocidos como lo que son, como verdaderos Maestros.
ME refería al Maestro Luis Callejón, uno de los impulsores del desarrollo turístico de la Costa del Sol, desde 1959 con el Hotel Pez Espada, con casi 60 años de trabajo en lo que es nuestra principal fuente de riqueza y empleos. Impulsor del desarrollo turístico de Cuba y asesor de múltiples ministros de turismo de diferentes continentes. Presidente de asociaciones a escala provincial y nacional, conocido por empresarios, responsables políticos y profesionales de toda Latinoamérica. Empresario, profesional, gestor, escritor, asesor,… y reconocido por todo y por todos.
Y hoy nos ha dejado nuestro entrañable y queridísimo amigo.
EN mi caso, como en otros cientos de casos, siempre tendré que agradecerle que me tratara con todo el cariño del mundo, como a un hijo turístico, al cual trataba de enseñarle mostrándole sus vivencias y sus experiencias que, en definitiva, es el bien más preciado que tiene uno. Siempre llevaré conmigo sus consejos, sus explicaciones que al final te llevaban a una clara moraleja, que me han ayudado y me ayudarán en el resto de mi vida, personal y profesional.
EN nuestras largas conversaciones, comentando el contenido de su último artículo, el último acontecimiento turístico o el próximo viaje a realizar, siempre aprendía de su experiencia, siempre tenía una metáfora para explicarme el camino a seguir y casi siempre me convencía, ... aunque yo nunca pudiera convencerlo a él.
HOMBRE de carácter, hombre de decisión, hombre sabio, no en turismo, que también, sino de la vida, hombre áspero a desconocidos, pero inmensamente cariñoso con sus amigos, un hombre de los que deja una gran huella a los que tuvimos la suerte de compartir con él algunas etapas de su vida.
ECHARÉ inmensamente de menos esa llamada suya para que le diera mi opinión sobre lo que decía el besugo o el búho, que tanta expectación provocaba entre sus miles de fieles lectores. Echaré inmensamente de menos esos paseos donde trataba de instruirme en lo que llamaba el mejor trabajo del mundo. Echaré inmensamente de menos apreciar cómo se podía poner tanta ilusión a los 75 años en un proyecto... como si tuviera 25. Echaré de menos esos abrazos en los que tenía que ponerme de puntillas. Echaré inmensamente de menos ese viaje pendiente a Perú para estar con nuestro amigo Bruce.
TE echaré inmensamente de menos, maestro.
HOMBRE grande, gran hombre, gran maestro.
HE tenido la suerte, la inmensa suerte de haber estado a su lado en muchos viajes y en esos momentos, han sido en los que más he aprendido de turismo, solo viéndolo actuar en determinadas reuniones, callando y escuchando debates complicados, para cerrar él la reunión con una sabia reflexión, con un ejemplo de cualquier vivencia suya que hacía que los asistentes abrieran los ojos, cerraran la boca, lo miraran fijamente y los convencía. Todavía recuerdo como, hace casi veinte años y en solo cinco minutos, convenció al ministro de Turismo de República Dominicana que debía apostar por hoteles de calidad en su país para mejorar el destino... cuando el binomio calidad y destino, todavía no existía.
ESE era Luis Callejón, un personaje, un sabio, un maestro de la vida.
DEFENSOR a ultranza de la hotelería sobre cualquier otra actividad, del servicio de calidad, de la libertad del mercado turístico, del tejido asociativo empresarial y profesional. Y en todo dio ejemplo, no se quedó en la queja o en segundo lugar, cuando tuvo que dar el paso adelante y liderar difíciles proyectos empresariales y sociales, lo dio sin pestañear... y tuvo éxito en sus múltiples contiendas.
HIJO ilustre de Málaga, de la Costa del Sol, aunque con claras raíces granainas por nacimiento e ilerdense por amor. Pero también insigne profesional y persona reconocida por todo el sector turístico de España, de Cuba, de República Dominicana, de China y de todos los países latinoamericanos.
TE echaremos mucho de menos, querido maestro, hoy la Costa del Sol está de luto, todos nosotros estamos de luto, pero podremos decir en el futuro que conocimos a Luis Callejón, insigne profesional, que con su esfuerzo y el de otros como él, convirtieron a nuestra provincia en un lugar privilegiado del mundo, tanto para hacer turismo, como para vivir.
DESDE aquí solo me queda enviar un beso enorme a Chedes, a Luís, a José María y a Mercedes, y en estos momentos difíciles, que estén seguros que han tenido como esposo y padre a una extraordinaria persona, a un gran profesional, a un gran Maestro.