Tribuna Abierta. Por José Piña
Portavoz del grupo municipal CSSP-Podemos del Ayuntamiento de Torremolinos
13/09/17. Opinión. El portavoz del grupo municipal CSSP-Podemos de Torremolinos, José Piña, hace un examen de la situación presupuestaria en Torremolinos. En su Tribuna Abierta para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com relata la deuda que el Ayuntamiento de la ciudad lleva arrastrando veinte años. Concluye que se han gastado diez millones de euros más...
...cada año hasta la fecha, y que para corregir esa deuda ahora el Consistorio tiene que ajustarse a los 84 millones que pueden emplear. Insta al gobierno local socialista a que pase “de las promesas a los hechos” y a que asuma medidas prioritarias como la limpieza, el mantenimiento y la reestructuración de la plantilla del Ayuntamiento entre otras.
Torremolinos: Mirar el presente para afrontar el futuro
HAY una frase que resume perfectamente la situación de Torremolinos: “Frente a problemas complejos, soluciones complejas”. Hacer un balance de la situación actual del municipio requiere necesariamente evaluar de dónde venimos. Actualmente tenemos una deuda acumulada durante los últimos veinte años de 200 millones de euros, en un Ayuntamiento que ingresa anualmente unos 100 millones. Es decir, hemos gastado alrededor de 10 millones de euros más todos los años para el mantenimiento de una serie de servicios e instalaciones.
HOY, teniendo los mismos ingresos, el Ayuntamiento no va a poder gastar más de 84 millones porque debemos pagar durante tres años la deuda que estaba fuera de contabilidad. Esto repercute negativamente en la calidad de los servicios y en el mantenimiento de las infraestructuras, donde en algunos casos esta degradación está siendo ya más que evidente. Mantener un pueblo acostumbrado a los 110 millones de gasto anuales, frente a los 84 que se pueden gastar, supone un esfuerzo de gestión de recursos y procesos hacia un modelo muchísimo más eficiente. Hoy, el Ayuntamiento de Torremolinos es un gran dinosaurio. Se mueve lento, es pesado, y el modelo de gestión que lo ha llevado a esta situación está abocado a la extinción. Los números, por mucho que se estrangulen -como hace la ministra Fátima Báñez cuando habla de la “primavera del empleo”- no mienten, y ha sido necesario un cambio de gobierno en el municipio para destapar la desastrosa gestión económica del Partido Popular.
POR tanto, nos enfrentamos a una situación muy complicada que solo se puede solucionar con política de altura. Soluciones llenas de matices, completas y trabajosas. Algo muy lejos de lo que escuchamos a los políticos del viejo régimen, que en un alarde de irresponsabilidad, afirman tener la solución simple a todos los problemas. Ésto, no solo no es cierto, sino que es tremendamente perjudicial para nuestra democracia. La gente no es tonta y quiere soluciones.
DESDE nuestro análisis, ocultar esta realidad es un gran error del PSOE de José Ortiz, que está evitando coger el toro por los cuernos mientras que ofrece fiestas en el centro de la ciudad. La gente ya percibe los errores de su gestión y comienza a preguntarse si el cambio que nos prometió ha valido para algo. Aún tiene tiempo para enmendarse, pero poco parece que vayamos a asistir a un giro del timón.
NOSOTROS hemos empujado hacia unos presupuestos realistas, sin doble fondo, y con 50 propuestas de sentido común para el ahora, como importantes planes de empleo propios, o para el futuro, apostando por la regeneración urbana sostenible. Llevamos dos años sin pasar de las promesas a los hechos. Ahora, necesitamos pasar de las 50 medidas a los 50 hechos. Torremolinos necesita avanzar con rumbo firme partiendo de la realidad actual hacia un horizonte de transformación, hacia el cambio que votaron los vecinos en las urnas, y que hoy creemos que se atisba en el horizonte.
HOY, mas que nunca, es necesario asumir prioridades como la limpieza del municipio y el mantenimiento básico de la ciudad, la reestructuración de la plantilla del Ayuntamiento para conseguir una gestión más eficaz del funcionamiento interno y la valentía necesaria para acometer las medidas de ahorro que no lucen frente al electorado pero que a medio plazo nos permitirán salir del hoyo en el que nos encontramos. Hoy, Torremolinos necesita valentía, arrojo y firmeza.
PUEDE ver aquí anteriores artículos de José Piña:
- 26/07/17 El IBI en Torremolinos: De aquellos barros, estos lodos
-12/07/17 El cartel, la virgen y María
-29/06/17 Cuanto peor, mejor