“Durante el siglo XX vivimos dos guerras mundiales en territorio europeo. Según calcula ACNUR fueron más de 40 millones los europeos que tuvieron que abandonar nuestro continente”. “Como circula en las redes: ‘Nadie pone a su hijo en un barco a menos que el agua sea más segura que la tierra’. Si queremos frenar el problema de los refugiados, hay que mirar las razones de su huida”
OPINIÓN. Tribuna Abierta. Por Rafael Herrero
Concejal de CSSP-Podemos en el Ayuntamiento de Torremolinos
21/06/18. Opinión. Rafael Herrero, concejal del grupo municipal CSSP-Podemos en el Ayuntamiento de Torremolinos, reflexiona en esta Tribuna Abierta para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre el supuesto “efecto llegada” o como él lo denomina, “efecto huida”, de las personas que abandonan sus países en busca de una vida mejor. “Estos días, tras la decisión del Gobierno italiano de cerrar...
...sus puertos a los 629 migrantes del barco ‘Aquarius’, el debate sobre los problemas de los refugiados se ha instalado en nuestro imaginario. Un debate que parecía lejano y que puntualmente se asomaba a nuestra realidad cotidiana en forma de pateras o asaltos a la valla de Melilla, y que hoy se ha convertido en un tema central. Nos ha golpeado en la cara”.
Los números, el efecto huida y el olvido: reflexiones sobre el Aquarius
HACE tiempo que circula una foto por las redes sociales donde se puede leer el siguiente texto: “Nadie pone a su hijo en un barco a menos que el agua sea más segura que la tierra”.
ESTOS días, tras la decisión del Gobierno italiano de cerrar sus puertos a los 629 migrantes del barco ‘Aquarius’, el debate sobre los problemas de los refugiados se ha instalado en nuestro imaginario. Un debate que parecía lejano y que puntualmente se asomaba a nuestra realidad cotidiana en forma de pateras o asaltos a la valla de Melilla, y que hoy se ha convertido en un tema central. Nos ha golpeado en la cara. Hay tres aspectos que desde mi punto de vista son centrales a la hora de tratar este grave asunto: los números, el efecto huida y el olvido.
SEGÚN el ‘Estudio global del tráfico de migrantes’, elaborado por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, entre 2014 y 2017 más de 10.000 personas murieron tratando de cruzar el Mediterráneo. Otras fuentes apuntan a 14.000. 6.200 solo en 2017. El mar, donde nuestros turistas se bañan, es la fosa común más grande de Europa.
EXISTEN actualmente alrededor de 68,5 millones de refugiados repartidos por el mundo, siendo Turquía, Pakistán, Líbano, Sudáfrica, Palestina y Jordania, los países que acogen a más del 50% de las personas refugiadas y solicitantes de asilo en el mundo.
SI estos números, los números de la vergüenza, no le hacen sentirse incómodo en su silla, algo estamos haciendo mal como sociedad. Como dice alguno por ahí, la historia nos juzgará por esta tragedia.
POR otro lado, frente al discurso del “efecto llamada”, tenemos que empezar a plantearnos “el efecto huida” y hacer un ejercicio de empatía, tan poco común en estos días: ver seres humanos que huyen de guerras, de persecuciones, del horror, de la pobreza, etc., y no inmigrantes que vienen a quitarnos el trabajo y que reciben ayudas. Va a ser una tarea imprescindible si no queremos que los discursos fascistas se cuelen en el imaginario colectivo, como ya está sucediendo en países de Europa, donde partidos políticos con alegatos xenófobos no solo tienen representación institucional, sino que marcan la agenda política o incluso tocan el poder.
NADIE abandona a sus seres queridos, a sus amigos, ni su país si no tiene una buena razón. Si queremos frenar el problema de los refugiados, hay que mirar con honestidad las razones de su huida. Las relaciones geopolíticas con los países en subdesarrollo y la participación internacional en los conflictos armados son el problema de fondo. Es “el efecto huida”, amigos.
Y por último, el olvido. Durante el siglo XX vivimos dos Guerras Mundiales en territorio europeo. Según calcula ACNUR fueron más de 40 millones los europeos que tuvieron que abandonar definitivamente nuestro continente.
No son cubanos saliendo a Miami ni venezolanos saliendo a cualquier lado del mundo. Tampoco son africanos para entrar a Europa… Estos son europeos rumbo al norte de África y Sudamérica en la Segunda Guerra Mundial. Una foto para reflexionar acerca de las vueltas que da el mundo y no se detiene, siempre unos necesitan de otros, principio básico de convivencia.
LAS imágenes de miles de hombres, mujeres y niños que se agolpaban en barcos mercantes, barcos como el ‘Aquarius’, huyendo de la barbarie de la guerra, son imágenes que deberían hacernos reflexionar de cómo nos trataron entonces en países como Argentina, Venezuela o Argelia, que nos acogieron con los brazos abiertos. Su humanidad contrasta en muchos casos con la sinrazón de los gobernantes de hoy en día.
ESTOS refugiados de la II Guerra Mundial dieron origen a la creación de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, ante la necesidad de proteger y asistir a millones de víctimas de guerra. En ese momento, se creyó que la Agencia duraría pocos años tras el fin de la guerra. Por desgracia esta necesidad no solo no cesó, sino que hoy en día está más en vigor que nunca.
LA Guerra Civil provocó que más de 450.000 españoles tuvieran que huir de nuestro país. Más de 220.000 de ellos nunca volvieron a España, convirtiéndose así en refugiados en países extranjeros. Somos una nación que tuvo que emigrar. Ahora toca acoger. Y exigir a nuestros gobernantes, a la Unión Europea, una política digna con las personas.
HAGA un ejercicio mental. Coja una maleta, un móvil, a su mujer y sus hijos y monte en una balsa de plástico en busca de un futuro donde no asome la muerte.
MI hija es un poco mayor que Aylan. Que no caiga en el olvido.
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